♠️ 048 ♠️

127 21 41
                                    



Annalise Lim Wise



¿Cómo debía aprender a que tenía que dejar de doler?

¿Cómo debía aprender a que tenía que dejar de sentir por una persona que no le importa un carajo lo que yo sentía?

¿Cómo debía aprender que no importara lo que hiciera, yo no le iba a tocar ni un poco su cruel corazón?

No entendía por qué siquiera seguía ahí. No entendía por qué me había ilusionado tanto si sabía que no iba a funcionar. Lo peor que me pasó por la cabeza era que yo sí podía con él, que yo le podía gustar, que yo lo podía enamorar de corazón y no por obsesión. Debía aceptar que yo solo estaba para llenar su vacío emocional, para llenar el espacio vacío en su cama cuando no tenía con quién follar, para llenar todo lo vacío en él, todo... Menos su corazón.

Y aún con todo eso, no me sentía con el valor de soltarlo. ¿Por qué era tan difícil soltar algo que estaba pasando los límites de hacerme daño? Todo, absolutamente todo mundo me decía que lo dejara, que él era malo para mí, y era ahí cuando me convencía que podía un poco más, que podía convencer a todos que Yohan no era malo. Ellos no veían en él lo que yo sí, y por eso se me dificultaba tanto soltarto... No era tan fácil como parecía.

—Te está lastimando mucho, ¿no crees que sería mejor terminar con todo? —Joon Young entró a la habitación en la que estaba con una taza de té. Me iba a ir al infierno por hacer que un inválido se ocupara de mi corazón roto.

—¿Hace mucho estás ahí?

—Hace 5 minutos —me debía ver fatal. Tenía horas llorando. Estaba en la casa de campo de Joon Young, estaba a 30 minutos de la ciudad. En todo el viaje me quedé callada, viendo mis manos y sintiendo las lágrimas caer vergonzosamente de mis ojos. Yo solo quería salir de ahí, no importaba dónde me llevara. Al final estaba en una casa que no conocía, a media hora de la ciudad, donde nadie sabía y podía terminar secuestrada por confiar en mi vecino al que conocía un poco más de un mes atrás.

>> Deja de llorar, no me gusta verte así —acarició mi mejilla con el dorso de su mano. Estaba con tanta falta de atención que no me pareció un acto anormal y solo disfruté del cálido afecto de lástima.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Las que quieras.

—¿Soy fea?

—Eres preciosa.

—¿Mi cuerpo está muy mal?

—Estás perfecta.

—¿Soy tan mala como para que me traicionen?

—Te juro que no eres el problema.

—Si fueras mi esposo...

—Si yo fuera tu esposo, te juro, con toda mi alma te juro, que yo jamás te haría llorar. He hecho muchas cosas malas, Annalise, también hice llorar, también abandoné a alguien, también desvaloré los sentimientos de alguien, pero jamás porque quería, y te juro que quisiera que esa persona vuelva a mí, pero es casi imposible. Pero tú... Por dios, preciosa, eres maravillosa —mis ojos se volvieron a inundar, y me odié. Me odié porque quería que otra persona me dijera eso, no exactamente él.

>> Deja ya a Kim. Él no te merece, él decide cada día fallarte, mentirte, engañarte, no tenerte. Cuánto quisiera que alguien me amara y diera todo por mí como lo haces con el patán de Yohan.

—¿Tú me valorarías?

—No quiero responder ahora. Estás sensible y...

—Entiendo... El problema soy yo.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora