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Annalise Lim Wise

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Annalise Lim Wise


La algarabía de niños se escucha desde tres salones antes de llegar al salón de preescolar. Apenas llego y todos guardan silencio y buscan sus asientos con divertida rapidez.

—Buen día, pequeños.

—¡Buen día, profesora Lim Wise! —cantaron en coro.

—El día de hoy trabajaremos con arcilla moldeable. Haremos un adorno para que se lo lleven a su casita.

—¿Podemos hacer un sol?

—¡No, mejor una luna!

—Flores mejor.

—Necesito silencio —vuelven a guardar silencio. La mayoría son niños de cuatro años, pero escuchan atentos y siempre hacen caso cuando se los pido. Pero no dejan de ser niños curiosos—. Primero pasaré lista y luego prepararemos la mezcla para que empiecen a moldear el diseño que ustedes quieran y se imaginen dónde lo van a colocar.

—¡En el cuarto de mis hermanas y yo!

—¡En la cocina!

—¡En la refri!

—¡En el carro de mi papá!

—Perfecto, cualquier lugar está muy bien. Ahora sí, quiero silencio. El que hable le pondré el cochinito en su mesa como penitencia —todos ríen, es como música energética para mí.

—Lee Suho.

—Presente, profesora.

Trabajar con niños fue de gran ayuda para mí desde un inicio. Tener un hijo y manejar mi paciencia era algo difícil, pero trabajando con niños de diferentes edades, diferentes temperamentos y diferentes comportamientos me hizo el trabajo más aceptable.

—Kim Aidan.

—Prresente, mam… Prrofesora —Los niños se rieron. No es secreto que el pequeño ser que está sentado en la segunda línea es el hermoso angelito sin alas que la vida me obsequió. Su mirada tierna en forma de disculpas me hizo sonreírle y seguir pasando la lista.

Mi bebé, Aidan, ya es un niño que en unos meses estaría cumpliendo cinco años. No entiendo qué hice de bueno en esta vida para merecerlo y poder quedármelo, pero cada día que ha pasado con él lo disfruto lo mejor que puedo. Cinco años atrás tenía miedo de no llegar al final de mi embarazo, incluso un tiempo más atrás tenía miedo de no poder concebir ningún bebé. Aidan es un milagro. Aquí y en cualquier parte del mundo, es un milagro. No fue fácil ni para mí y mucho menos para él salir de ese hospital. Mi esperanza nunca murió y al despertarme y sentirme vacía me llenó de mucho pánico.

♣️Your♥️Eyes♦️Tell♠️ (♣️House♥️OF♦️Cards♠️)Where stories live. Discover now