Capítulo 12

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Nueve años

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Nueve años...

Nueve años habían pasado desde la partida de una de sus amigas y de aquella alfa, y esté día era más que especial, una fiesta enorme se realizaría. ¡Por fin la princesa Lalisa cumplía los dieciocho años! Un enorme motivo para que el pueblo celebrara, pues también se sabía que muy pronto significaría que la princesa contraería matrimonio.

Jisoo sin previo aviso logró su cometido, entrar al palacio desde un ventanal que habían dejado abierto. Se había enterado de algo, la omega apenas cumplió sus dieciséis años y estaba más que emocionada, las nuevas tropas de la guardia del palacio se acercaban, y se presentarían ante el emperador y la princesa para mostrar lealtad y servicio.

La omega, a pasos sigilosos se encargó de ingresar a la habitación de Lisa, y allí la encontró, aún dormida. ¿Quién no despierta temprano al saber que ya ha cumplido dieciocho años? Sinceramente Jisoo estaría muy emocionada. ¡Ni
siquiera dormiría!

—¡Lisa! —gritó en voz baja—. ¡Feliz día! —la rubia se removió solamente un poco, Jisoo soltó un suspiro, acomodó el arco en su espalda y se acercó a la cama de la muchacha, de inmediato entrelazó los dedos de sus manos para tronarlos y oprimió el abdomen de la princesa—. ¡DESPIERTA!

—¡Maldición! —Lisa dio un salto casi a punto de salir de la cama, Jisoo comenzó a reírse ante el susto que le había propinado y ésta frunció el ceño enojada, no esperaba que Jisoo estuviera en su habitación solamente para despertarla—. Kim, no vuelvas a hacer algo como eso, casi me matas.

—Pero no lo hice —se encogió de hombros—. Deberías de estar feliz, hoy regresa Somi y, ¡es tu mayoría de edad! ¡Podrás beber alcohol!

—No me interesa eso —pasó sus manos por su rostro—. ¿Qué hora es?

—Ocho de la mañana.

—¡Oh no! —Manoban de inmediato se levantó y comenzó a buscar la ropa que tenía que usar para estar presente en la ceremonia de bienvenida y después la fiesta, la azabache se sentó en el piso mientras veía a su amiga de un lado a otro—. ¿Por qué no me dijiste primero la hora que era?

—Tienes tiempo para alistarte.

—¡No! No lo tengo, mi padre quería que estuviera media hora antes y voy retrasada.

La puerta de la habitación fue abierta de inmediato, allí estaba Miyeon, consejera de la princesa Lalisa, además de que siempre le recordaba de los eventos y la ayudaba a alistarse.

—Buenos días, Miyeon —saludó Jisoo.

—¿Qué se supone que haces en la habitación de la princesa? —preguntó, confundida.

—Quise darle felicitaciones —se incorporó y se dirigió hacia el ventanal de la habitación—. Las veo en la ceremonia —saltó, desapareciendo de la vista de ambas.

—Tendremos que reforzar la seguridad, esto debe dejar de pasar.

—No te alteres, Miyeon, es mi amiga.

—¿Y cuando sea una enemiga? ¿O alguien que te quiera hacer algo? Lo bueno es que la nueva guardia ya ha llegado —mira hacia Lisa—. Será mejor que te des prisa, el emperador está a punto de enfurecer sino te presentas ahora mismo ante la guardia.

La chica dio un asentimiento, terminó de vestirse y arreglar su cabello para poder ir hacia la entrada del palacio, su padre había decidido presentar a la guardia real primero, antes de que se realizará la fiesta y la bienvenida a los soldados.

Cuando Lisa por fin apareció ante la guardia, se percató de algo, allí estaba Somi, pero había otros cuatro alfas más, un hombre y tres mujeres.

Y se supone que aquellos eran los más fuertes, los que se habían negado a renunciar, y que entre ellos se encontraba quien era el o la alfa líder, el que no se rendía y daba batalla, quien podía llevar acabo un liderazgo fuerte y llevar a la victoria a sus tropas. Según sabía, ese o esa alfa sería el encargado de mantenerla a salvo.

—Sean bienvenidos, nuevos guardianes —dijo el emperador, Lisa se mantuvo en silencio mirando a aquellos frente suyo, Somi había cambiado tanto, se veía incluso que era una persona demasiado seria. Los observó a cada uno, pero justo la alfa que se encontraba frente a ella, fue quien llamó toda su atención, tenía un gran parecido a alguien—. General Choi.

El mencionado dio un asentimiento y se colocó a un lado de la fila de los tres alfas y el beta.

—Preséntense ante el emperador y la princesa —ordenó el único hombre de ahí.

—Nicha Yontararak, alias Minnie —hizo una reverencia—, es un gusto servirle, majestad.

—Jeon Somi —ahora era el turno de la beta—, es un placer estar a su servicio, majestades.

—Roseanne Park —la potente voz de esa alfa había hecho que Lisa se sintiera algo intimidada—, un placer servir a su lado.

—Jennie Kim —fue allí cuando Lisa se sintió palidecer, sintió su garganta secarse de inmediato. ¿En verdad era ella? Esa alfa que había llamado toda su atención, ¿era Jennie? Imposible—. Es un gusto servir ante ustedes como alfa líder.

¿Alfa líder? Lisa dio un paso hacia atrás, los demás la miraron, pero la risa del emperador se hizo presente.

—¡Vaya, vaya! ¿Así qué la futura alfa de mi hija es la líder? Es un orgullo ver como lograste mejorar, Jennie  —la mencionada dio un asentimiento y una corta sonrisa en respuesta—. Sean cada uno de ustedes bienvenidos a la guardia del palacio, espero que su lealtad sea siempre conmigo y el pueblo, les agradezco su esfuerzo.

Lisa no podía apartar la mirada de Jennie.

Lisa no podía apartar la mirada de Jennie

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La omega que no quería a su predestinada | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora