Capítulo 31

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—¡Le doy la más cordial bienvenida al palacio, princesa Juhyun! —la princesa regaló una sonrisa a quien le daba la bienvenida, ni más ni menos que el mismo emperador

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—¡Le doy la más cordial bienvenida al palacio, princesa Juhyun! —la princesa regaló una sonrisa a quien le daba la bienvenida, ni más ni menos que el mismo emperador.

—Es un honor poder visitarlos, emperador Manoban —dijo realizando una pequeña reverencia con la cabeza.

Lisa estaba detrás de su padre, tenía un mal presentimiento, era consiente de los diferentes rumores que se habían creado con respecto hacia aquella omega. Todos sabían que no tenía alguna clase de lazo del destino gracias a sus actos que enfurecieron a la madre luna en el pasado, además de su actitud tan mala hacia los demás en su imperio. Aunque esta vez se veía como la omega más feliz en todo el país.

—Permítame presentarle a mi hija, la princesa Lalisa —Juhyun dirigió su vista hacia la mencionada, de inmediato Lisa le dedico una sonrisa apenas visible.

—Un honor conocerla, princesa Lalisa —las palabras de la princesa solamente habían hecho sentir a la omega mal.

—El honor es todo mío, princesa Juhyun —aunque claro, para Lisa no lo era del todo.

—Permítanme darles unos regalos, he escuchado que ha reclutado a una nueva guardia para su imperio —los ojos de Juhyun brillaron al decir aquello. Lisa no pasó desapercibido el total interés de la princesa en la nueva guardia.

—Por supuesto —respondió su padre.

—Eso es más que fantástico —decía Juhyun—, he traído unos obsequios para ellas.

De inmediato el emperador mandó a llamar a la guardia, las tres alfas junto a la beta se acercaron esperando que hubiera alguna clase de mandato, pero en cambio sus manos se llenaron de obsequios. Todos eran distintos, Somi recibió una daga con empuñadura a base de madera de caoba, Rosé había recibido un arco de lo más resistente hecho con la madera más suave y dura de los árboles, mientras que Minnie recibió un libro de pasta dura elaborada con piel.

Mientras que Jennie había recibido unas galletas caseras.

Todas quedaron en gratitud al recibir tales obsequios de parte de la princesa.

Juhyun se había quedado allí por un par de horas, de vez en cuando su mirada prestaba total atención hacia la alfa líder, quien aún no había probado bocado alguno de las galletas, y en verdad quería que lo hiciera. Debía admitir que la hechicera Sooyoung tenía total razón al haber mencionado que esa alfa era apuesta y perfecta para ella.

Ni siquiera podía imaginar que una princesa como Lalisa Manoban pudiera estar enlazada a una alfa tan elegante como aquella, la alfa líder, la más fuerte de todos, la mejor.

Cuando por fin terminaron de tomar algo de té mientras disfrutaban de la plática entre ellas, la princesa Juhyun se retiró del palacio.

Lisa pareció aliviarse de inmediato; había notado como Juhyun miraba a Jennie, pero por supuesto, la alfa no le prestaba nada de atención, lo que la hacía sentirse incluso más aliviada.

—¿Gusta que la escolte a su habitación, princesa? —la omega miró a la castaña, quien se mantenía con un semblante serio.

—Me encantaría que lo hagas, Jennie.

Ambas siguieron su camino por el pasillo que conducía a la respectiva habitación de la rubia. Jennie se percató que Lisa estaba más concentrada en sus pensamientos, y eso de cierta forma, le estaba preocupando.

—¿Sucede algo, princesa?

—No es nada —pero claro que estaba pasando algo, estaba asustada, como si algo dentro de ella le estuviera diciendo que no debía alejarse de Jennie ahora mismo, que no debían de estar separadas esta vez, que debía de ver todo lo que la alga hacía. No entendía porqué se sentía de esa manera, pero tal vez solamente eran imaginaciones suyas, tenía que dejar de preocuparse—. No te preocupes, solamente estoy algo cansada, es todo.

—¿Quiere que pida un té de hierbas para que se relaje?

—No, descuida, estoy muy bien —Lisa divisó su habitación—, será mejor que duerma un poco, estaré bien por la mañana.

—Está bien, princesa —Jennie hizo una pequeña reverencia—, si necesita algo, no dude en decírmelo.

—Gracias, alfa —Lisa le regaló una sonrisa y, por primera vez había sido correspondida, haciéndola sentirse tan cálida en aquel momento.

—Descanse.

Kim se retiró.

Su camino siguió hasta dar con su propia habitación, y cuando entró, notó el regalo que la princesa Juhyun le había dado. Suspiró, se preguntaba porqué a ella le había dado galletas. No es que sintiera algo de envidia por los regalos de sus compañeras, pero se sentía algo extrañada. Aunque lo agradecía, apenas y había probado un bocado en todo el día, así que unas cuantas de esas galletas no le harían nada mal.

Jennie dio un mordisco a una de ellas, cuando por fin la tragó, una tos inminente la atacó de repente, haciendo que se inclinara hacia adelante. No lo entendía, ni siquiera se había atragantado.

Con cuidado se sentó en el suelo, se sentía mareada, demasiado, colocó su mano sobre su frente, no se percató que sus ojos brillaron en un rosa brillante, y cuando estos dejaron de iluminarse, se desmayó en el suelo.

El lazo del destino había sido completamente destruido y enlazado hacia alguien más.

El lazo del destino había sido completamente destruido y enlazado hacia alguien más

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La omega que no quería a su predestinada | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora