La omega que no quería a su predestinada | Jenlisa

Capítulo 25

Sooyoung por fin había terminado, la pócima
estaba completa, unas cuantas gotas serían suficientes para que los lazos de la alfa líder se rompieran totalmente con los de la princesa Manoban.

—Es perfecta —mencionó la hechicera sonriendo al ver su creación, el líquido de color rojizo que se encontraba en una botella de cristal estaba listo—. Ahora, sólo falta que esa alfa lo ingiera, con solo una gota, los lazos se separaran de ambas, será una enorme felicidad para la Lalisa, pues no estará unida, pero la pobre no tendrá a ningún predestinado en su camino.

—Sooyoung —uno de los guardias que se encargaban de ayudarle se presentó allí mismo—, ¿me ha mandado a llamar?

—Por supuesto que sí, Taeyong —la hechicera se encaminó en su dirección—. Irás al palacio de Lalisa, junto a la princesa, le darán regalos a la guardia, y en especial, me encantaría que mandes a cocinar algo delicioso para la alfa líder, y que no se te olvide que deben de colocar sólo un poco de esto —le mostró aquella botella, Taeyong la tomó en sus manos mirando el líquido con mucha curiosidad—. Solo la alfa líder puede tener lo que le darás, solo ella.

—Entendido —de inmediato y con firmeza, agarró aquel frasco y salió de allí.

Taeyong no era un guardia cualquiera, su deber casi siempre era tener que cuidar a la princesa de aquel palacio, pero había ocurrido algo hace tiempo, Juhyun se había enamorado de un alfa que era príncipe, pero al enterarse de que éste tenía de pareja predestinada a una de sus sirvientas, se enfureció, ella misma, con libros de hechicería que se había dispuesto a robar, había separado los lazos de ambos, pero había salido todo en su contra, ellos quedaron unidos, y ella, había perdido su lazo destinado, Taeyong era su lazo destinado. Había sido castigada, ni siquiera Sooyoung podía hacer algo para unir sus lazos de nuevo.

Ahora parecía que la historia se repetiría, por más que estuviera ayudando, esperaba que todo saliera bien, y que nada se arruinara, no quería ayudar a separar a alguien más de su pareja predestinada, pero si le decía algo a la princesa, seguramente ella no estaría para nada de acuerdo con él, así que lo mejor era mantener la cabeza gacha y obedecer, sino posiblemente lo mandaría a matar.

Entró a la cocina, y lo primero que hizo fue dar la orden de preparar algunas de las galletas más deliciosas, y que colocaran aquella pócima en las galletas, solamente algunas gotas, salió de la cocina, podía escuchar sus pasos sobre la madera del suelo, una risa se escuchó, era Sooyoung.

—La princesa querrá lo que quiere, al igual que yo, con esa omega debilitada por no tener a su pareja, la muerte será lo que le espera, y a mí... —una nueva risa escapo de sus labios, una que hizo que a Taeyong se le erizará la piel por el miedo—, si mi hermana no me entrega lo que quiero, entonces todo ese pueblo vivirá sin ningún gobernante, caerá tan rápido como se ha levantado.

Taeyong frunció el ceño, ¿así qué eso era lo que quería provocar? Con la muerte del emperador y la muerte de su única hija, entonces el imperio se volverá un caos, y posiblemente ella se ofrecería a ayudarlos, no podía permitir que algo como eso pasará, pero...

La cabeza de Taeyong era un completo lío, sino ayudaba, entonces lo matarían, y si lo hacía, entonces terminaría arrepintiéndose, pero era consciente de que en aquel lugar estaba Dasom, y ella podría hacer que todo terminara, solamente esperaba que eso fuera posible.