43. Tortolitas

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Pov, TN


Lentamente me despierto con la sensación de que alguien deja besos  por toda mi piel, y mi cabello cayendo sobre mi rostro, haciéndome sonreír.

"Es hora de despertar, bella durmiente" Lizzie susurra, empujando su nariz contra la mía y dejando un rápido beso en ella.

Mis ojos se abren de par en par, observando su cabello revuelto y sus labios rosados ​​mientras duerme, la luz que cae en la habitación es demasiado brillante para mis ojos sensibles.

"No todavía." Gimo, cerrando los ojos con fuerza, estirando las piernas. "Unos minutos más, bestia"

Lizzie se aleja, chasquea la lengua y me mira con las cejas levantadas. "¿Bestia?"

Tarareo, asintiendo con una pequeña sonrisa. "Sí. ¿No te gusta tu nuevo apodo?" Sus dedos recorren mi clavícula.

"Yo te llamo hermosa y tú me llamas bestia. ¿Qué piensas?"

"Bueno, bestia, mírate en el espejo. Te pareces más a él que a un ángel con el pelo todo despeinado" susurro, mi mano acariciando sus mechones que se levantan de su apariencia habitual, haciéndome sonreír. "Además, si yo soy la bella, tú eres la bestia"

Empujándome hacia la cama, sus manos bajan hasta mi estómago, su cuerpo gira sobre mí. Me hace cosquillas, haciéndome chillar, moviendo el cuerpo para escapar de su agarre.

"Dios." Trato de recuperar el aliento, atrapado debajo de ella. "No puedo-"

Ella no frena sus cosquillas, sonriendo abajo en mí con una sonrisa con dientes. "Discúlpate."

Otra risa escapa de mi boca, sacudiendo mi cabeza, arrepintiéndome instantáneamente mientras encuentra el lugar que me hace perder el control sobre la reacción de mi cuerpo.

"Está bien, lo siento" Jadeo entre ataques de risa, sus manos se detienen instantáneamente.

Exhalando con alivio, apoyo la cabeza en el cojín, esperando a que se levante de mí, pero Lizzie se recuesta, sentándose en mis muslos y sin hacer ningún movimiento para volver a acostarse a mi lado.

"Eso no fue tan difícil, ¿verdad?" Lizzie suspira.

"Eso fue algo cruel de hacer" Susurro "Ese fue más castigo del que merecía"

Lizzie sonríe, haciendo un puchero inocente y apoyándose contra mí. "Lo siento, pero ¿qué más se suponía que debía hacer? Disfrutas demasiado de las nalgadas para ser visto como un castigo"

"Cierto..." Muevo mis manos a sus caderas, presionándola más contra mí. "Pero lo disfrutas tanto"

Lizzie me mira con un destello lleno de lujuria, mordiéndose el labio. Mis ojos se mueven entre sus ojos y su boca, esperando que ella cierre la distancia. Con los labios entreabiertos, me empujo hacia arriba del colchón, sus caderas giran contra mí provocativamente mientras retrocede un poco.

Gimo, agarrando su cintura con más fuerza, tratando de presionarla contra mí, pero sus manos me empujan hacia abajo en un rápido movimiento.

"Brusco." Exclamo, una suave risita escapando de su boca.

"Cariño, por mucho que quiera besarte... Hueles terriblemente, así que necesitas cepillarte los dientes antes de obtener el placer"

Sin otra palabra, rueda sobre su espalda de nuevo, mis ojos se agrandan. Al darme cuenta de que mi boca todavía tenía las manos abiertas, la cierro al instante, un suave rubor se extendía por mis mejillas.

Rápidamente me levanto de la cama, corriendo al baño para ocultar mi vergüenza y cepillarme los dientes. Cuando termino, vuelvo a la habitación, su sonrisa se amplía mientras me mira fijamente, con el libro en la mano.

Amor Audaz- Elizabeth OlsenWhere stories live. Discover now