SENSEI TAKEMICHI & BONTEN MIKEY

Capítulo 9

Cuando Takemichi vuelve a su apartamento, se permite apoyarse contra la puerta, suspirando y tocando sus labios hinchados, una sonrisa leve en su rostro mientras recuerda la increíble mañana que ha tenido con Manjiro.

Después de esos besos, se han movido al sofá, donde se ha vuelto a sentar en el regazo de Manjiro y se han estado besando como adolescentes, manoseándose y rozándose entre ellos. Incluso cuando han pasado por el salón algunos de los hombres de Manjiro, este lo ha instado a seguir besándose.

Incluso ha descubierto algo interesante sobre Manjiro, y es que pese a que normalmente no habla mucho, eso cambia cuando se están besando y manoseando, porque le encanta susurrar cosas en el oído de Takemichi para volverlo loco, murmurando promesas calientes o las cosas que le gustan de él.

Sinceramente ama cada parte nueva que descubre de Manjiro o de sí mismo gracias a él, como el hecho de que Takemichi no pensaba que tenía una vena exhibicionista hasta hoy, pero al parecer ese es el poder de Manjiro, trastocando su mente y sus gustos desde que lo conoció.

Han comido juntos después de haber pedido comida para llevar, y Takemichi pensaba pasar la tarde ahí, tal vez hacer algo más que besos apasionados y toques por debajo de la ropa, pero al parecer, ha habido una emergencia en el trabajo de Manjiro y este ha tenido que marcharse con sus hombres.

Ha sido un poco molesto, pero entiende que el trabajo es importante, por lo que se ha despedido de Manjiro en el ascensor y ha estado diciéndole adiós con un movimiento de mano hasta que las puertas se han vuelto a cerrar, dejándolo solo y sintiéndose extrañamente vacío.

Aún no sabe en qué trabaja Manjiro, pero no se atreve a preguntar y romper el buen ambiente que se ha creado entre ellos, pero sin embargo no sabe que pensar al respecto, ¿por qué tanto secretismo alrededor de su profesión?

Takemichi ha sido muy sincero respecto a su vida, sobre su trabajo, sus escasas amistades, su amor por su gato Mocca y por sus niños. Siempre es él quien está hablando sobre su vida sin parar, con Manjiro escuchando cada detalle, pero no es algo que sea recíproco, Manjiro no le cuenta nada sobre él, sobre su vida, sobre su familia o sobre su trabajo.

En realidad, ahora que lo piensa, Manjiro es una gran incógnita y lo único que sabe de él es que le gustan los dulces, dormir y Takemichi. No hay mucho más que haya descubierto, y le pone un poco nervioso pensar en estar pensando en tener una relación.

—Woah, espera un momento. —Murmura para si mismo antes de salir del genkan y lanzarse al sofá, rápidamente Mocca se tumba sobre su pecho y le permite acariciarlo mientras vuelve a pensar en lo que está molestándolo. —¿De verdad quiero tener una relación con alguien del que no sé nada?

Sin embargo, le gusta Manjiro lo suficiente para intentarlo, pero siente que la falta de confianza sería un problema a largo plazo, por lo que, aunque deteste hablar de sus problemas, la próxima vez que vea a Manjiro le preguntará sobre él para intentar conocerlo mejor.

El sonido del timbre le hace fruncir el ceño confuso, sin esperar visita o algún paquete, pero aun así se levanta con cuidado de dejar a Mocca en el suelo, y se apresura para abrir la puerta y contestar.

—¿Naoto? —Pregunta Takemichi confundido al ver al hermano pequeño de Hina, ni si quiera pensaba que sabía donde vive, pero bueno, al ser inspector de policía seguramente haya investigado. —¿Quieres pasar? ¿Qué puedo hacer por ti?

—Lo siento, Takemichi. Necesito que vengas conmigo a la comisaría. —La voz de Naoto suena tensa, haciendo que Takemichi entienda que la situación no es de amistad, sino de trabajo, por lo que se apresura a tomar sus llaves, cartera y móvil antes de ponerse los zapatos y seguir a Naoto hacia el ascensor.