"Solo es necesario que todo lo que creías estable se desmorone para empezar a vivir de verdad tu vida"
Eso es lo que le pasó a Aura Simons cuando su pareja la deja por aburrida y en una noche intentando olvidar las penas una desconocida la entrega u...
-Que descanses Sophie- Me despedía de ella ya afuera de la oficina-
Se nos había vuelto alargar la última parte así que salimos a las 9. Un día más saliendo tarde de allí
-Hasta mañana Aura, descansa- Se despidió la morena con una pequeña abrazo. Sonreí aceptándolo-
No lo negaría. Me gustaba este nuevo cambio. Sophie era una gran incorporación para el equipo y una chica realmente dulce. Cuando la morena se alejó de donde yo estaba saqué mi teléfono del bolso. Busqué de nuevo en mis registros aquel número sin guardar. Me lo llevé a mi oreja y pude sentir como mi corazón volvía de nuevo a acelerarse
-Hola- Su voz me hizo tomar aire por mi nariz un poco más fuerte. Aquello le hizo sonreír. Pude escuchar su risa a través del teléfono-
-¿Tienes libre esta noche?- Pregunté sonrojándome por su sonrisa-
-¿Acaso no habíamos quedado ya?- Preguntó algo extrañado. Mis mejillas de nuevo volvieron a arder. Por alguna extraña razón su imagen elevando su ceja vino a mi mente. Tenía un serio problema con su belleza-
-Si. Ósea creo que si. Solo no recuerdo bien la hora...- Me sonrojé-
-A no ser que no digamos nada siempre será a la misma hora en el mismo lugar- Asentí con la cabeza como si me pudiese ver-
En ese momento iba a decir algo cuando la llamada se cortó. Mis mejillas comenzaron a arder de nuevo mientras mantenía mi teléfono pegado a la oreja por unos instantes más.
No quedaba mucho más que una hora y poco así que decidí ir hacia el hotel ya. Este se encontraba a más de media hora andando desde la oficina y si me quedaba mirando algún escaparate de camino cubriría el tiempo que me quedaba de más. Llegué a la entrada del hotel como cada noche. A la hora marcada. A las diez y media. Le busqué con mi mirada pero ni rastro de él. Entre al Hall "quizás esté sentado en algún sitio que no me deja verle" pensé por unos instantes pero no fue así.
Los minutos pasaron hasta dar las 10:45 de la noche. Resignada acepte que aquel "dios" me había dejado plantada. Algo molesta comencé a caminar hacia la puerta cuando mis ojos se conectaron con aquellos hermosos ojos azules a la entrada del hotel, vestía una camiseta blanca y unos vaqueros. Cuando sus ojos se unieron a los míos sonrió, haciéndome olvidar cualquier tipo de enfado.
"Deja de tener ese maldito efecto en mi". Pensé nuevamente.
-Disculpa la tardanza. Se me alargaron unos asuntos-
-No importa- Le dediqué también una pequeña sonrisa algo sonrojada-
-Te veo diferente hoy- Comenzamos a caminar hacia el ascensor-
-Vengo directa de trabajar. No vengo tan sexy como los otros días- Pulsé esta vez yo al botón de llamar al ascensor-
-Yo solo he dicho que te veo diferente. No que no te vea sexy- Ambos entramos en el ascensor y él tocó al piso de siempre. La última planta-
-¿Te gusta como vengo?- El sonrió de lado . Girando su cuerpo hacia mi. Yo me sonrojé mirándole-
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