Capítulo XXII : Una invitación Inimaginable

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-Debemos regresar a la fiesta - Dije en voz baja-

-¿Siempre eres así de responsable?-Replicó en tono
serio-

-Incluso más- Respondí con una pequeña sonrisa-

-Escapémonos, te aseguro que nadie se dará cuenta-

-Ni pensarlo, es la gran noche de tu tío y mejor amigo de mi padre...-

-Podrá perdonarnos-

-¿Siempre eres así de terco?- Mencioné algo molesta-

-Incluso más- Pero este respondió con un cierto tono risueño-

-En serio debemos regresar, para mi es importante y el señor Thomas es uno más de la familia, es casi un hermano para papá. Y casi un fundador más de la empresa. Es importante que esté allí. - Insistí poniendo mis manos en su pecho obligándolo a separarse, aunque sentí un hueco enorme cuando finalmente salió de mí-

-Está bien, tu ganas esta vez- Dijo entregándome mi ropa interior

Nos arreglamos las ropas en silencio y le dije que yo saldría primero, no estuvo muy de acuerdo pero acepto, no entendía porque era tan descarado. Abrí la puerta y me asomé sigilosamente, me dispuse a salir de ahí y Jai me dio una cariñosa nalgada que me hizo sonrojar, no quise girarme a verlo porque aceptaría escaparme con él y tenía que recordar donde y con quien estaba. Me fui directo al baño a retocarme el maquillaje y ponerme perfume, una amplia sonrisa había en mis labios, él había dicho mi nombre y yo el suyo, no más reglas y eso me entusiasmo sobre manera, aunque no sabía que pasaría de ahora en adelante.

Llegue al salón y ocupe mi lugar junto a mis padres en una de las mesas , pocos minutos después llego Jai muy sonriente y se sentó a lado de Nicole ,un par de mesas más allá , ella se recargo en su hombro, eso no me agrado mucho, esos dos tenían algo, era demasiada la confianza que se tenían y el acercamiento, además llegó con ella a un evento familiar, uno no lleva a cualquier persona a convivir con la familia, ahí entendí que no debía emocionarme más de la cuenta y si seguíamos teniendo algo él y yo, sería oculto, sin que nadie lo supiera.

-¿Dónde estabas?- Preguntó sacándome de mis pensamientos mamá-

-Fui a la terraza a responder una llamada de unos inversores- Respondí rápidamente. Mentiría si dijese que no había estado pensando en aquella excusa de la que caminaba hacia la mesa-

-Qué raro, yo fui allá y no te vi- Respondió extrañada-

-Es que también fui al baño- Inventé-

-Ah, ok- Respondió no muy convencida-

Comenzaban a pasar meseros con la cena para todas las mesas. Yo comía charlando con mamá y papá. A decir verdad hacia bastante que no nos veíamos y nos poníamos al día, en la oficina con papá nuestras conversaciones no iban más allá que no fueran cosas del trabajo. Cada poco sentía una intensa mirada en mi provocándome que llevase los ojos hacia allí. Ahí estaba él. Mirándome todo el rato de manera incesante. No podía negar que aquello me volvía loca... De vez en cuando le devolvía la mirada y otras simplemente sonreía al sentirla sobre mi.

Cuando la cena se terminó, papa y mamá se quedaron charlando con un matrimonio que teníamos sentados al lado que reconocieron a papá por la empresa. Yo decidí levantarme e ir a la barra a pedir algo de beber

- Por fin se terminó la maldita cena. Me estabas volviendo loco- Susurró Jai en mi espalda-

-Pero, ¿ustedes se conocen? - dijo de pronto una voz detrás de nosotros parándose a nuestro lado y no supe que decirle, entre en pánico al pensar que hubiera escuchado el comentario de Jai-

Me giré lentamente para mirar quien había hablado. Pues aquella voz me había resultado muy familiar. Mis ojos se toparon con Sophie. Fruncí mi ceño al verla quedando sorprendida.¿ Qué hacia ella aquí? Pero recordé que el día que llegó a la oficina Thomas la había presentado como una sobrina más para él.

-Sí,Coincidimos en un curso sobre Marketing de grandes empresas- Respondió él muy seguro- ¿Acaso vosotras también se conocen?-

-Aura es mi jefa- Respondió Sophie. Aquello me hizo sonrojar-

-En verdad yo no soy eso...- Respondí sonrojada agachando mi cabeza levemente - El jefe es Jack- Hablaba por papá-

-Bueno tú eres la segunda jefa- Sonrió está subiendo sus hombros y acercándose a Jai- Siempre he dicho que el mundo es un pañuelo, jamás me imagine que fueras amiga de Jai, no te ofendas amigo, pero tienes unas amistades...- Dijo dándole palmaditas en el hombro- Sin fintarnos a nosotros claro...- Sonrió-

-Bueno, en realidad no somos amigos, no nos habíamos visto desde ese entonces- dije siguiéndole el juego-

-Pero las amistades se puede retomar, ¿verdad Sophie?- dijo abrazándola cariñosamente-Además aquí entre nosotros Soph...- La llamó de forma cariño- Sino fuera por mi ayuda en estadística Aura aún no se habría graduado-

Mis mejillas se sonrojaron. Una gran vergüenza se apoderaba de mi tras aquel comentario. Jai pudo ver en mi rostro como aquel comentario me había "molestado" aunque desconocida la razón. Su sonrisa se esfumó por unos instantes mientras yo por dentro algo parecía arderme. Me moría de vergüenza al pensar en hacer algo mal. ¿Yo siendo incapaz de graduarme? Eso era una horrible imagen de mi. No era débil. Nada se me podía dar mal. O al menos jamás me dejaron que se me diese.

"Aura Simons debe de ser perfecta"

-¿No me digas que ella era quien te regaló esos deliciosos chocolates?- Luché por cambiar mi rostro volviendo mi vista a Sophie-

-La misma- respondió muy seguro dándome una mirada de complicidad y algo serio a Jai para después volver a mirar a Sophie-

-Sí, a mamá le encanta la cocina. Y los bombones de avellana sin su especialidad- Respondí ágilmente-

-Te dije desde un principio que jamás aceptaba dinero de las mujeres, ni siquiera pensaba cobrártelos, tú insistías en regalármelos-Interrumpió mirándome seriamente-

-Ay si Jai, como si desconociera la forma en que te cobrabas, fui a la misma universidad que tú ¿Recuerdas? Creo que aún sigue ahí tu fama, por eso ella me cae bien, porque nunca sucumbió ante tus encantos- Rodó sus ojos Sophie-

-Más bien dirás que te encantaban los chocolates-

-También, pero eso es aparte - La castaña me miró con una pequeña sonrisa y luego a su amigo - Aura... -Me miró seria- Tienes que venir a mi boda, no voy a permitir que este señorito vaya con nadie más que no seas tú-

Yo me quede paralizada y abrí los ojos como platos, no podía expresar palabra alguna, una cosa era seguirle el juego de que nos conocíamos desde antes, con tal de ocultar la verdad y otra muy diferente era llevar la farsa a esos extremos, yo no podía ir a esa boda y no creía que él tampoco lo quisiera, lo más probable es que ya hubiera invitado a alguien más, a Natalie, su querida amiguita, por ejemplo.

-Buena idea Señorita Williams, como me tienes sentenciado, no he invitado a nadie-

-Es que es la boda de tus mejores amigos y no quiero un escándalo como en el último cumpleaños de Marcus- Puso su mano en mi brazo- La vergüenza que nos hizo pasar la tipa con la que fue a la fiesta de mi chico, se puso a baila cual bailarina exótica a mitad de la fiesta y a quitarse la ropa, obvio los hombres estaba encantados, pero los papas de Marcus, o sea, mis suegros, casi les dio un infarto ahí mismo, Marcus y yo tuvimos que ir a hablar con ellos y tranquilizarlos, claro, después de que sacaron a la susodicha, que por cierto, estaba pasadita de copas-

-Que exagerada eres Sophie, no fue para tanto-

-¿Ah no?, ¿quieres que llamemos ahora a Marcus para que lo confirmen?-

-No es necesario -Rió divertido negando-

-Así que comprenderás, Aura, que obvio no voy a
dejar que vaya a la mi boda con cualquiera, es mucho mejor que asista con una vieja amiga, además tú eres una chica linda, responsable y la mejor chica que he conocido hasta la fecha para el señorito Courtney-

¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora