Capítulo XX : Rompiendo las reglas

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Perecía ser un chico ejemplar, a excepción de su fama de playboy, "algún defecto debería de tener, nadie es perfecto", me dije en voz alta. Me lleve las manos a la cabeza, sin poder dar crédito a que él fuera el dueño del hotel donde me citaba, ahora comprendía muchas cosas, porque íbamos siempre a la misma habitación, porque sabía de las cámaras en los ascensores y lo del servicio de cocina 24
horas

No podía ser cierto lo que me estaba pasando, toparme con un desconocido que resulto tener más lazos conmigo que los jamás imagine, no solo era cliente de mi novio si no que su tío era el mejor amigo de mi padre, su amiga de la universidad con la que tenía gran relación era mi nueva sustituta en el trabajo...parecía que el destino se empeñaba en complicarme la vida

Esa noche casi no pude dormir, tenía demasiadas dudas en mi cabeza y debía reconocer que un gran parte de mí iba a extrañar esos encuentros, pero me quedaba claro que ya no podía ser, no cuando él conocía a Daniel y cuando yo había comprobado que tenía alguien en su vida, cualquiera que fuera la relación que llevaran, una cosa era tener la sospecha y otra muy diferente corroborarlo de primera mano, además ella era una buena chica, hasta podríamos ser amigas, al igual que Sophie.

A la mañana siguiente me encontraba encendiendo mi Mac en la oficina a las 7 de la mañana. Mi semana comenzaba con una reunión con unos nuevos posibles socios de Francia, aquella sería mi primer movimiento importante para la empresa, aquel posible cliente era uno de los hombres más ricos de Francia y el tercero más rico de toda Europa. Agradecí la necesidad de una reunión tan temprana , pues mi cabeza no era capaz de procesar nada más allá de lo que era básico para mi, y entre ello estaba mi trabajo.
Una hora después de la reunión la puerta de mi despacho se abrió, papá había llegado a la oficina, solo le saludé con un pequeño movimiento de cejas, indicándole que estaba ocupada. Poco tiempo después la puerta volvió a ser abierta, esta vez por Sophie quien me dedicó una pequeña sonrisa y yo solo asentí con mi cabeza, al verla algo dentro de mi se revolvía , él volvía a mi mente, y esta vez más intensamente que antes.

- Bien sûr, monsieur. Je vous enverrai le contrat tout de suite et nous nous reverrons vendredi (Claro Señor. Les enviaré ahora mismo el contrario y nos volveremos a reunir el Viernes) - Les dedicé una pequeña sonrisa- Merci beaucoup. Jusqu'à vendredi (Muchas gracias. Nos veremos el viernes entonces) - Cerraba así  tras casi tres horas de reunión-

Di un gran suspiro dejándome caer sobre el respaldo de mi silla y bajaba la tapa del ordenador . Había sido una negociación bastante dura, aquellos inversores Franceses no se fiaban mucho de los movimientos algo agresivos que les proponía , pero sabía que si confiaban les haría triplicar sus inversiones en apenas dos días.

Sentí la mirada de papá sobre mi así que lleve mi mirada hacia él, este me miraba con una sonrisa de oreja a oreja

-Ya son tuyos pequeña- Dijo orgulloso. Le devolví la sonrisa, pues debía admitirlo, yo también me sentía orgullosa de lo que había conseguido-

- He de admitir que han sido realmente duros-

-Cuanto más alto llegas más duras serán las negociaciones cariño- Asentí con mi cabeza mientras volvía a sentarme bien en mi silla, volviendo a recuperar la compostura, aún tenía un montón de trabajo por delante-

-No tengo la menor duda- Volví a dirigir mi mirada hacia el ordenador. Levanté la tapa para volver a mis inversiones-

Abrí los movimientos de bolsa y los dejé en una pestaña a un lado mientras al otro lado abría el correo, aún tenía un montón de ellos que responder y unas cuantas llamadas que realizar.

Estaba tan inmersa en mis asuntos que di un enorme salto en mi asiento cuando escuché como tocaban la puerta del despacho, de manera intuitiva miré el reloj del ordenador, no me había dado cuenta de que habían pasado ya dos horas desde el final de la reunión.
Levanté mi mirada a la puerta mientras mis pulsaciones iban bajando. Pero apenas pudieron bajar cuando por la puerta asomó la cabeza el señor Courtney.

¿Estás libre esta noche? (Jai Courtney)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora