40.

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Wanda.

—Al menos iré el viernes. — insistí. No quiero dejar a Yelena en los almuerzos. — Me tomaré los calmantes para el dolor, lo juro.

Charles se sentó delante mío.

—Te llevaré a la escuela entonces y espero que no me digas que no, no puedes conducir en ese estado, y a tu fiesta, te dejaré y también iré por ti. — murmuró. — ¿Okay?

—No, Charles, yo... — comencé, pero él negó y no me dejó seguir insistiendo. — Pero...

—Ya hablé. Ahora descansa, por favor. No has dormido suficiente y tu pie está enorme, déjalo descansar.

—Debo ducharme. —mencioné.

—Lo harás antes de dormir. Luego de eso cenaremos. — murmuró. Salió de mi habitación y bufé. Observé mi móvil y lo tomé sin saber a quien hablarle. Debería hablar con Gwen. Eso haré.

W. Ya sé. Me extrañas y eso, estoy en casa, me rompí el tobillo, estoy descansando y bien. Iré mañana y el sábado. Sólo paso a reportarme.

Suspiré. No acostumbro a avisar que sucede en mi vida, pero supongo que para Gwen será no verme en entrenamiento, creo que eso hace que desee informarle. Es decir, somos amigas, pero no esa clase de amigas que se preocupa por la otra o algo.

Busqué entre mis contactos, el número de Melina. No tenía mensajes de ella, dejó en visto los que le he enviado en el hospital donde le contaba sobre mi pie.

Luego vi el contacto de Natasha, está en línea. ¿Debería? No...

Aunque claro que quiero hablarle, incluso si eso significa que tengo que ocultarselo a Melina. Ella no está aquí, y Natasha tampoco debe decírselo...

Si alguna lo dice, ella se enfadará y probablemente venga peor para mí que para ella, y no deseo que nuevamente discuta conmigo como si hubiese cometido traición o algo, joder. No es para tanto.

Joder. Que se vayan todos a la mierda. Quiero hablarle.

W. Hey. ¿Cómo estás?

Esperé unos segundos, y ella contestó.

Nat. Buen día. Estoy bien, ya he dormido. ¿Qué tal tu tobillo?

Sonreí.

Adjunté una fotografía de mi ortesis y se la envié sin más.

W. Pues eso. Ya lo ves. Me han cortado el pie.

Nat. ¡¿Qué?! ¡¿Estás bien!?

Comencé a reír y decidí enviarle un audio burlándome de ella por creérselo. Al dejar de reír lo envié, ella lo escuchó de forma rápida y en la pantalla apareció su llamado.

—Hey. — contesté.

—¡¿Por qué te amputaron el pie?! ¡¿Por qué te ríes?!

—¡Nat, linda, que es broma! Es una ortesis. Debo usarla por dos semanas. Estaré bien. — hablé de forma rápida para intentar calmarla. Natasha definitivamente debe dejar de confiar en las estupideces que digo. — Deja de confiar en todo lo que digo. Joder. — me quejé. La pelirroja dejó ir un suspiro.

—¡Eres una idiota, me sentí extremadamente culpable!

Sonreí.

—Te preocupaste por mí.

—Literalmente te quedaste encerrada por culpa de mi hermanita, lo que me hace parte culpable, por lo que claramente sentí culpa. ¿Acaso no entiendes como eso podría hacerme sentir? — se quejó.

Teacher's pet. [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora