Can't love you

Capítulo #3:

Nuestros labios se fundieron en un beso apasionado, Robert me cargó y yo entrelazé mis piernas a su cintura, con mis dedos jugaba con su cabello, seguimos avanzando hasta que me tiró a la cama y cayó sobre mi.
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Me levanté con la respiración agitada, había soñado con el socio de mi padre, no quiero que el hecho de que me atraiga llegué a mas, esto esta mal, no debo pensar en el de esa forma.
Estiró mi mano alcanzando mi celular en la mesita de noche, Marianne había respondido.

Mensaje:
De: Marianne
Para: __________
Es real? Pues tíratelo, no pasa nada, solo un polvo haha.

Reí, no creo que halla dicho eso, pero es Marianne y de ella te puedes esperar muchas cosas, es una chica muy impredecible.
Bajé las escaleras hasta llegar al comedor, mi padre estaba comiendo fruta, una taza de café y leía el periódico.

-Buenos días -lo saludé.

-Buenos días hija, mira esto -dice entregandome el periódico.

Es un artículo nombrado "Elegantisimo hotel abre sus puertas en Nueva York" hablaba maravillas del hotel que mi padre construyó con ayuda de sus socios, había fotos del open house, estas aparecían en la parte de sociales, había fotos de diferentes empresarios pero también había una donde aparecemos Robert y yo, bailando con una sonrisa en el rostro, nos veiamos muy bien, yo solo sonreí.

-Fue un éxito -dijo mi padre muy féliz.

-Claro que lo fue -dijo mi madre caminando hacia nosotros, la saludé y comenzamos a desayunar.

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Eran las 6:00 de la tarde, mi cuerpo estaba envuelto en una toalla, mientras me maquillaba, esta noche, todos mis amigos irían a un bar que acaban de abrir en la cuidad y yo no sería la excepcción, opté por un vestido negro de mangas largas por arriba de la rodilla, sobre la tela negra lisa había una capa de encaje, era lindo, mi cabello lo dejé suelto, los ojos los maquillé de manera ahumada mas bien conocido como smooth eyes, labial rojo, zapatos negros de tacón y un bolso de mano.
Bajé las escaleras y me despedí de mis padres, ellos se quedarían en casa, Joseph había salido con sus amigos y yo haré lo mismo.
Y ahí estaban todos mis amigos esperandome, caminé hacia la camioneta último modelo y entré.
Llegamos al bar que tanto deseabamos venir, tenía buen ambiente, se podía escuchar la música desde fuera, en eso suena mi celular, lo tomó y veo que es un mensaje de mi padre.

Mensaje:
De: Papá
Para: _______
Hija, puedes regresar mas tarde, no estaremos solos acaba de llegar Robert, va a cenar con nosotros.

Tal vez si me hubiera quedado lo hubiera visto. En fin, el hubiera no existe.
Nos adentramos al bar, había música genial, Marianne y yo nos dirigimos rápido hacia la barra, Peter era nuestro conductor asignado, así que si nos llegaramos a embriagar el nos llevaría a nuestras casas.

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Ya había perdido la cuenta de cuanto he bebido, estaba bailando al compás de fever de Adam Lambert, era una canción muy divertida, ya me sentía con el cuerpo muy pesado y mareada, en eso alguien jala de mi brazo, me doy cuenta de que es Peter, jala de mi hasta fuera del establecimiento, nos subimos a la camioneta y arrancó.
Poco a poco baja la velocidad, creo que ya llegue, me despido de todos y a duras penas llegó a la entrada de mi casa, arregló un poco mi cabello, se que no sirve de nada, tocó el timbre y mi padre abre la puerta, y, ¡No puede ser! Ahí esta Robert, quien me mira divertido.

-¿Qué te pasa? -dice mi papá alterado.

-Fui a beber -dije arrastrando las palabras.

-Y encima ebria -gritaban mis padres -disculpa el desfiguro Robert -dice mi madre.

-No estoy ebria -dije entre risas.

-No hay problema Mike, es joven -dice el socio de mi padre.

-Usted, apuesto empresario tiene toda la razón -dije mientras me tambaleaba.

-Vete a tu habitación -dice mi mamá.

-Yo la llevó, calmensé -dice Robert.

En eso Downey me toma entre sus brazos, alzandome, me lleva escaleras arriba, le indico donde esta mi habitación y entramos, algo me decía "besalo, tomalo por la corbata y besalo" pero una parte de mi se negaba.

-Besame -dije tomandolo de la corbata.

-Estas ebria -decía divertido, saca su cartera y de esta toma una tarjeta con su número telefónico -Cuando me necesites ahí estaré.

-Lo que necesito es que me beses -dije sin vergüenza, tomé la tarjeta y la dejó en una mesita, lo jaló de la corbata y le doy un pequeño beso en la comisura de los labios.

-No podemos -decía el.

Me aleja de el y me recuesta sobre mi cama, sale de mi habitación y lo pierdo de vista.

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Bueno chicas, me encantaría que me den un voto y dejen sus comentarios con su opinión y con lo que quieran que este en la historia.
Bye ❤