14. La Bestia No Duerme En Nueve Meses

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Odiaba todos los días. Se sentía tan enterrada en su miseria que ni siquiera podía escuchar a alguien al lado de ella porque quería arrancarle la cabeza.

Helaena estaba con ella algunas veces tratando de enseñarle a bordar. Draccerya era muy agresiva.

—Odio esto...

—Trata de ser más cuidadosa, puedes lastimarte—le dice poniendo su mejilla en su hombro viendo el bordado que estaba haciendo. —¿Que es?

—Tu...

—Parece una cebolla—le comenta levantando las cejas.

—Eres tu convertida en cebolla—le contesta. Sintió que algo la golpeó en su pierna. Era un dragon de juguete. Volteo y el niño sonrió al verla. —Me odia, lo puedo sentir.

—No te odia. Esta sonriendo—comenta viendo al niño.

—No es una sonrisa común, Helaena. Es una sonrisa malvada—sigue sin dejar de verlo. Esto le provoca una risita al niño. —Va a crecer y va a matarme.

—No es verdad. Ellos te aman, miralos—le dice apuntandolos. La niñera estaba con ellos en el suelo, penas podían ponerse de pie, eran muy pequeños todavía.

Draccerya en cambio con el ceño fruncido los mira. Estos no parecer temerle. De todos los bebés con los que había interactuado, siempre era la misma reacción, lloraban.

—Tienes que revisarlos. No es normal que sonrían tanto—le dice dándole el bordado. —Disfruta tu imagen, tengo que ir a caminar.

—Si—dice alegre quedándose mirando el bordado. No encontraba ningún parecido a ella.

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Ya tenía 7 meses, estaba por cumplir los 8 y estaba muriendo en vida. Fue al campo de entrenamiento y lo observó de cerca. Paso por la carreta de paja en donde solía esconderse para espiar a los muchachos. Estaba exactamente en el mismo lugar, solo que ahora ya no cabía detrás de ella. Su tamaño y su embarazo se lo impedían.

—Princesa Draccerya. Es un gusto verla por aquí de nuevo—le dice Sor Criston detrás de ella. Esta asiente con la cabeza viendo el campo.

—Ahora se ve más pequeño.

—Sigue del mismo tamaño, mi princesa...

—Estoy consciente, Sir Criston. Crecí, no soy estúpida—le contesta sin verlo.

—Ccerya, estas aquí. ¿Como estas?—le pregunta Aemond caminando a ella. Cuando esta frente a ella pone una de sus manos en su barriga.

—Sobreviviendo... El intento de enseñarme a bordar de Helaena falló por cuarta vez en esta semana—confiesa poniendo sus manos sobre la mano de Aemond. —Creí que el asqueroso olor de este campo me ayudaría...

HUNTING A BEAST ¦ Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora