iii. alma gemela.

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Narra Riven:
Sus manos trazaban líneas por mi cuello, líneas que luego coloreaba con su labial rojizo con pequeños besos. Mentiría si no tenía todo mis pelos erizados por ella, incluso mordía con algo de fuerza mi propio labio con ansía de que acabara con mi deseo por follarla, pero jugaba conmigo, me encanta, ella me encanta.

—Tranquilo, campeón...
—No puedo.
—Sí, debes hacerlo..., en especial porque estás apunto de despertar. Ten cuidado, que Sky está por entrar.

Todo se desvaneció tan rápido en el viento que llevó esos pensamientos.

—Riven, levántate. Debemos entrenar.
—Maldición, Sky. Siempre tan oportuno.—lancé mi almohada en su dirección.
—Parece que ya estás con energías.—Sky me devolvió ni almohada pero con más fuerza. Me quejé.
—Bien.

A veces podía hablar tanto con Sky, aunque claro, siempre manteniendo mi sarcasmo y poco tacto que lograba fastidiarlo. Pero, en las mañanas después de noches increíbles «solo hablaste con ella.» mi actitud era pésima, lo reconozco, a veces hasta mis ganas de entrenar desvanecían. Soy competitivo, pero tampoco soy una máquina, mucho menos como el hijo de papi.
Lo mejor que hice al levantarme fue tomar mi ropa de especialista, e ir a la ducha, debía quitarme ese sueño de encima, no porque no me gustara, sino que eso estaría en mi cabeza todo el día sino. Y hoy no era un día para estar en otras cosas, ya que, cuando las hadas tienen sus entrenamientos al aire libre, los especialistas trabajamos más duro.

Mentiría si no quisiera impresionar a Amaris.

—¿Listo para la derrota, Sky?
—¿Sigues sin aprender tus lecciones?

Esa voz irritante. Stella.

—¿No le enseñan modales a las princesas hoy en día?, ¿Acaso mami es muy dura contigo?
—Hey, Riven.—Sky me codea. Me encogí de hombros y me largué de ahí.

Caminé hasta el lugar de entrenamiento, aún no llegaba Silva entonces encendí un cigarro. A lo lejos noté como poco a poco llegaban las hadas. Aún no veía a Amaris.

Narra Amaris:

Desperté. Alegre.
Musa lo notó, Bloom también. Bromeaban sobre si ya encontré un buen pasatiempo, y con pasatiempo se referían a un chico.

—¿Por qué piensan que es un chico y no una chica?
—Porque siento tus emociones cuando está cerca.—Musa acotó dejando brillar sus ojos de color morado. Me ruboricé.

Diablos, no tuve eso en cuenta.

—No puedo mentirles. Conociéndolas ya hablaron sobre él entre ustedes.
—Sí.—respondieron al unísono.
—¿Puedo saber qué?
—Y... Riven no sería lo primero que quisiera elegir.—Musa me respondió mientras miraba a otro lado de la habitación.—Pero... la verdad, es que eres mi mejor amiga y...
—¿Lo aceptan?
—No es en sí eso... Sí, pero...—Bloom dudó en seguir.—De alguna manera, son bastante similares. Eres como una versión en mujer de él... aunque también parecen tan diferentes.
—¿Entiendo?
Rieron.
—Sabemos que no. Pero lo mejor será que lo averigües sola. Ni Terra, ni Stella deben enterarse de esto, o se pondrán...
—¿Estúpidamente irritantes?

Nuevamente rieron y me abrazaron. ¿Qué?, ¿acaso creen que por ser como una Riven 2.0 no me gustan los abrazos?, ellas lo dijeron, también somos muy diferentes. Solo que tengo que descubrir como llegar a él.

—Bueno, clase. Como sabrán, Alfea está bajo amenaza. No daré más charla sobre ello, ya que todos están más que enterados. Hoy quiero ver como destacarían con su elemento. Y lo haremos empezando por el elemento «por favor que no sea el mío, por favor no. no quiero pelear con ella.» Aire. Amaris, Beatrix, adelante.
Joder.

—¡Black!, que placer será poder vencerte. Tus padres fueron muy poderosos.

¿De qué rayos estás hablando, Beatrix?

—Canalicen sus emociones.
—¡Yo canalizo muy bien la mía!, en cambio... ¿Amaris, cómo va todo con Bloom?, o mejor... ¿Qué tal con tu Romeo?, oí que en realidad disfruta con alguien más...

Bien. Se supone que Beatrix era mi amiga. Ella realmente me agrada, pero ahí está. Lo que me negué a ver que tanto me marcaba Bloom sobre ella. Solo busca su beneficio. Pero, aunque esté celosa, porque claramente habla de Riven, lo que me enfureció fue que ella supiera eso sobre mis padres. Yo apenas estoy consiguiendo información, y ella...

—Peleen.

No reaccioné a tiempo. La magia de Beatrix impactó rápido en mí. Mis ojos brillaron de su mismo color. Traté de atacar, pero ella nuevamente me ganó. Mi mente pasó de estar feliz por la noche anterior a esto.

—Última oportunidad, Amaris. Tienes que concentrarte.

Respiré hondo. Sentí como mis pies se elevaban un poco.

Flashback's de Amaris:

—Es lo mejor para ella...
—¡Querido!, realmente no... no puedo dejar a mi pequeña.
—Cielo..., ella no puede quedarse con nosotros. Nadie debe saber que será la más poderosa de su elemento... nadie puede saber que junto a (...) sería invesible.
—¡Pero debemos enseñarle a manejar sus poderes!
—Para eso esta Alfea...
—No-, no, pero ella... nos advirtieron, ella emana más poder que el nuestro... puede lograr muchas más cosas de las que logramos nosotros...

Fin de flashback.

Mis pies estaban al menos unos tres centímetros por encima de la tierra. Sentía como si un tornado estuviera dentro mío, primero sentí la frescura del aire pero luego com-. Nada. Nuevamente el poder de Beatrix chocó contra mí. Mi furia gobernó mi cuerpo, escuché como Bloom y Musa corrieron hacia mía en cuanto Beatrix se fue, y el resto de la clase, ya que al parecer Dowling solo utilizó esta clase para demostrar... en realidad ver algo. Como había hecho con Bloom hace un tiempo atrás. No me pude controlar, no supe que pasó, pero antes de desmayarme, mis ojos nuevamente se tornaron azules y murmuré;

—Ayuda.

El viento se llevó mi pedido.

Narra Riven:

Entrenando con Sky, sentí un frío recorrer desde mi cadera hasta mi cuello, impactó en mí en forma de susurro. Era un pedido de ayuda, por un segundo me desconcentré, pero luego supe que era Amaris. Mis ojos se pusieron morados. No lo supe yo, sino Sky, que ante el desconcierto, dejó de luchar. Y yo me quedé estático.

—¡¿Riven?!

Me desmayé.

HAYLOFT | Fate Winx - Riven |Where stories live. Discover now