capítulo 58 parte 1

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Nota: quería terminar el asunto de la máquina en este capítulo, pero estaba quedando muy largo...
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Aquellas máquinas de extraña apariencia se lanzaron contra la unidad de soldados aéreos con gran velocidad, las ráfagas de sus armas impactaban contra sus cuerpos metálicos, pero no parecían causar daño alguno, en su lugar, ellos atacaron con múltiples disparos de armamento que sobresalía de sus extremidades que se transformaban.

El sonido de tics se presentaba antes de cada ráfaga de disparos de las máquinas, atacaban sin dejar que los soldados se alejaran de ellos.

Los cielos se inundaron de proyectiles que volaban en todas direcciones, soldados y maquinas se enfrentaban con fiereza, y los desechos de las esferas que eran destruidas entre los ataques, caían sobre la costa, causando algunos daños a las estructuras.

Los civiles ya habían sido evacuados casi en su totalidad de las zonas de la costa, los guardias y caballeros poco y nada podían hacer contra enemigos que surcaban el aire, por lo que solo aquellos que podían usar magia se movilizaban.

Varios miembros de la guardia de la familia real se encontraban ahí, flotando y lanzando hechizos contra las esferas que mandaban diluvios de ataques, aunque ellos desaparecían antes de estar en peligro y atacar desde otra dirección.

-demasiados enemigos. –comento el guardián azul.

-si esas cosas siguen cayendo, causaran muchos daños. –dijo Subaru.

-sería mejor eso a que esa cosa se dirija hacia acá. –respondió Kazuma.

El grupo observaba, esperando a que la mayor de las maquinas fuera derribada, pero en eso.

-¡cuidado! –grito la medio elfo.

Un poderoso ataque casi impacto al grupo, Emilia utilizo su magia para crear una enorme barrera de hielo, aunque esta no resistió y termino convirtiéndose en fragmentos helados.

Una de aquellas maquinas se estaba dirigiendo a ellos, y de un momento a otro comenzó a lanzar poderosas ráfagas de ataques, impactaban con estructuras cercanas causando daños considerables, pero Emilia creaba fuertes barreras heladas que poco a poco eran despedazadas.

Cocytus por su parte, ataco. Y ambos, guerrero y elfa, comenzaron a lanzar sus ataques contra la máquina.

-¡Kazuma! ¡debemos movernos! –dijo Subaru.

Rem comenzó a moverse con el joven en brazos, mientras que Kazuma y la diosa les siguieron, sabían que no tenían nada que hacer ahí, y lo que menos quisieran era convertirse en un estorbo, aunque Subaru quería que Emilia les acompañara.

Proyectiles fueron cortando su paso, esferas metálicas iban contra ellos, aunque la sirvienta azul lograba derribarlos.

El cielo y la tierra de las costas se infestaron de ataques, maquinas disparaban sin parar y las fuerzas de Levia, así como los guardias de la familia real, buscaban neutralizarlos, causando destrozos, mientras que, en las zonas más alejadas, cerca de los refugios, civiles observaban el cómo se desarrollaba la situación. Así como el enfrentamiento de dos individuos contra la mayor de las maquinas.

Deseando que terminaran con ella, y ese final estaba bastante cerca.

Disparos, rayos y hielo se presentaban en los combates, las maquinas se formaban para disparar poderosos ataques y proyectiles de hielo los interceptaban, pero aun así causaban daños.

Las aguas se movían con salvajismo ante los movimientos de la más grande de las maquinas, la cual atacaba al par enemigo con poderosos proyectiles explosivos que salían de sus cañones.

ISEKAI QUARTET: UN NUEVO MUNDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora