Estaba en el Smut Challenge, pero como me lo borraron lo voy a subir aquí 🫠
✨✨✨✨
Christopher agarró el mando de la play con fuerza y apretó los labios para no maldecir más de lo que tenía permitido, estaba haciendo stream, como cada noche, y sus fans estaban del otro lado escuchándolo todo. A ellas no se les pasaba por alto ningún detalle, de ello dejaban constancia en el chat.
Había sido un día largo, era la primera noche en toda la semana que se ponía a jugar, antes lo hacía siempre, pero ahora que empezaba la temporada dura de trabajo no podía darse el privilegio todas las noches.
—¡Oh, vamos! —se quejó al ver que le salían enemigos hasta debajo de las piedras—. Esto está siendo muy injusto, ¿están viendo eso? ¡No puedo creerlo!
Mientras él se quejaba, sus fans se burlaban de él en el chat.
Y no solo ellas, su novia lo observaba con diversión desde la puerta de la habitación, anteriormente estaba en la sala pero sus gritos le hicieron saber que algo más interesante estaba pasando allí.
No habló, sabía que si lo hacía todas iban a escucharla, no por nada su novio llevaba el micrófono de los cascos encendido. Se acercó con pasos lentos, él la sintió venir e incluso se echó hacia un lado para dejarle sitio si quería sentarse con él. Pero esas no eran sus intenciones. Se sentó sobre una de sus piernas, Christopher la miró durante unos instantes pero no consiguió nada, pues se había puesto de espaldas y mirando la pantalla de la televisión. Supuso entonces que prestaría atención a su juego. No era eso tampoco lo que tenía en mente.
Apoyó su mano en su rodilla y empezó a balancear su cuerpo, restregándose contra su muslo. No tenía suficiente con eso, alzó su camiseta, aprovechando que no llevaba sujetador debajo, y acarició uno de sus pechos para doblar el placer. Su pulgar rodeaba su pezón, enviando pequeñas descargas eléctricas a su sistema nervioso que le hacían rozarse más rápido contra su muslo izquierdo.
Él se desconcentra del juego pero no le toma la más mínima importancia, prefería hacer sentir bien a la chica que tenía haciendo fricción en su pierna. Empezó a mover esta para ayudarla y satisfacerla, pero supo al instante que no iba a ser tan buena idea, quitó una mano del mando para llevarla a sus labios, si gemía o jadeaba al menos no haría tanto ruido, pues el sonido sería ahogado en la palma de este.
Pero ella no estaba conforme con eso, así que se levantó, dejándolo completamente desconcertado. Lo miró durante unos segundos y volteó, esta vez para sentarse en su pierna pero mirando hacia él. Enredó sus brazos tras su cuello y comenzó de nuevo a moverse con ímpetu. Christopher tuvo que cortar la conexión, de lo contrario el que terminaría gimiendo con descaro sería él y no le apetecía que al día siguiente apareciera en titulares "Integrante de CNCO gime durante una transmisión en vivo" no, definitivamente no quería eso. Apagó también la play, sin importarle perder la partida en ese instante. Tenía algo mejor que hacer.
—Deja que te ayude con esto, amor —terminó de quitarle la camiseta para llevar sus labios directos a sus pechos, chupó uno de sus pezones mientras que el otro lo acunó con su mano. Fue la motivación que necesitó para moverse con más ansias, gimoteando su nombre una y otra vez—. No, aún no...
—Por favor —pidió jadeante.
—No me has hecho perder esa partida para que ahora te corras frotándote en mi pierna —advirtió.
—Chris...
—Ni Chris ni nada, quítate el pantalón —demandó.
Ella lo hizo a regañadientes, teniendo así que detener su movimiento y atrasando el orgasmo que ya empezaba a formarse en su vientre. Se deshizo también de sus bragas, no volvería a levantarse después si es que acaso él se lo pedía.
—¿Qué tienes en mente, Vélez?
—Que pongas tus piernas en mis hombros y me dejas comerte el coño —susurró, relamiéndose los labios—. ¿Por favor?
No tenía que decírselo dos veces, se recostó a su lado y esperó a que él se pusiera a su disposición. Puso sus piernas en sus hombros tal y como le pidió, él no tardó en inclinarse para acercar su rostro a su centro húmedo. Pasó su lengua por este, recogiendo su humedad y lubricándola todavía más. Ella arqueó su espalda y llevó su mano directa a su cabello para enredar varios mechones en estos.
—Córrete —susurró sobre su húmeda piel antes de que sus labios jugaran alrededor de su clítoris, sintiendo los pálpitos de este.
No tuvo que decírselo dos veces, hizo presión en su agarre y soltó un ronco gemido cuando le temblaron las piernas, corriéndose en la boca de su novio. Él no tardó en recoger cada uno de sus fluidos con su lengua para saborearla.
