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Completamente inerte y temblorosa yacías allí, con las manos todavía atadas a la cama, mientras Crosshair te limpiaba suave y cuidadosamente, lavando sus fluidos y los tuyos de tu cuerpo con un paño húmedo. Ni siquiera tuviste la energía para protestar o exigir que finalmente quitara las ataduras.
Tus ojos estaban medio cerrados y mirabas un punto imaginario de la habitación cuando finalmente te quitó el pañuelo de la muñeca. Gemiste suavemente, apenas capaz de mover los brazos.
"Calla, pequeña gatita, te tengo", dijo suavemente con su voz profunda, ayudándote a mover tus brazos a una posición natural.
El sexo había sido extraordinario, más de lo que esperabas, no solo de él como persona sino en términos de sexo en general. Sin embargo, tampoco esperabas sentirte tan completamente agotada después. Crosshair realmente te había quitado todo.
"La próxima vez quiero una palabra de seguridad", dijiste de repente con seriedad, sintiendo a Crosshair detenerse en su movimiento.
"¿Te lastimé?" preguntó y si todo no te engañó, escuchaste incertidumbre en su voz.
Suspiraste suavemente y le diste la espalda con cansancio, no queriendo que leyera tu rostro. Asombrado, miró la parte de atrás de tu cabeza y tu espalda desnuda. Crosshair tomó la manta y te cubrió un poco, pero para poder acariciar suavemente tu espalda con las yemas de los dedos.
Suspiraste suavemente ante el suave toque.
"¿Lo hice, gatita?" preguntó cuando no le respondiste directamente.
"No. Pero en algunas partes me sentí más indefensa de lo que me sentía cómoda. En realidad, no nos conocemos lo suficientemente bien como para tales juegos de confianza. Solo porque logras envolverme alrededor de tu dedo así, no deberías aceptarlo, aprovecharlo tan descaradamente", finalmente dijiste dócilmente y pudiste sentir su mirada posándose en ti.
Se deslizó más cerca de ti, te rodeó con un brazo y te atrajo suavemente en un abrazo tierno pero amoroso. La boca de Crosshair cerca de tu oído dijo en voz baja: "Me pareció que te estabas divirtiendo".
"Lo estaba. Pero hubo un momento o dos en los que... casi me sentí un poco asustada... y ese no es un sentimiento agradable".
Suspiró y besó suavemente el punto sensible justo debajo de tu oreja.
"Está bien" finalmente dijo mucho más suavemente de lo que esperabas. "La próxima vez acordaremos una palabra de seguridad y te prometo que si la dices, me detendré de inmediato".
