Lαzσѕ dєl Dєѕtinσ || Chat Noir/Adrien × Lectora

༻Sole Crusher༺

Tener a mi mamá y a mi papá fuera de casa es de las cosas que más adoro, simplemente magnífico.

No me malinterpreten, los amo mucho a los dos, pero el poder de poner música al volumen que yo quiera y darme un concierto privado que únicamente lo verán mis peluches y mi kwami, NO TIENE PRECIO.

Y justo cuando la música llegaría a la que yo considero es su mejor parte, es interrumpida por el timbre de mi teléfono, anunciando una llamada entrante.

 —Aish, ¿Quién se atreve a interrumpir mi concierto? Le voy a cortar sea quien sea—refunfuñé dando pasos pesados hacia mi dispositivo—Oh, es Adrien—reí.

—Ahora pues—Aria me sonrió burlona—Córtale—me observó atenta.

—Sssshhh—siseé antes de contestar la llamada—Baby ¿Qué más?—tomé una de las uvas de Aria y me la lleve a la boca bajo su mala mirada—Hace rato que no sé na' de ti.

—¡Buenos días, Darling!—saludó animado—¿Qué tal amaneciste?

—Tú sabes que despertarme no es algo que me guste, pero dormí mis ocho horas.

—¡Mentira!—gritó Aria.

Alejé el teléfono de mi oreja—Cállateeeee—musité.

Volví a acercar mi teléfono, oyendo a un Adrien dudoso—Mmm, no es creíble—rió al oírme bufar—¿Ya desayunaste?

Miré el plato de tostadas en mi escritorio junto al zumo de naranja, ambos sin tocar—Si si, obvio—les di la espalda.

—Me alegro—se quedó en silencio unos segundos—Mmm, me preguntaba si...

Ya sabía que algo querías, como si no te conociera.

—¿Sí?—lo incité a seguir.

—¿Puedo ir a tu casa más tarde?... ¿Por favor?—la angustia en su voz me preocupó.

Asentí como pendeja, como si él pudiera verme.

—¡Pues claro!—me apresuré en afirmar—Mi casa es tu casa, ven con confianza.

—Gracias en serio—sonaba muy aliviado.

Fruncí mis cejas—Honey, ¿Pasó algo?—pregunté suavemente—Te escucho preocupado—ahora yo me estaba angustiando.

—No es grave, sólo son tonterías mías.

No me quedé tranquila con esa respuesta, y él pareció percibirlo.

—Te lo contaré en tu casa.

Eso fue más tranquilizador—Bien, te espero—sonreí.

—Hasta luego, Darling.

Suspiré. ¿Qué habrá pasado?

Me acerqué a mi ventana y abrí la cortina, luego atraje el tazón de uvas en el que estaba Aria y la dejé a un lado—Avísame cuando Adrien llegue, por favor—pedí.

Aria asintió con la boca llena por tener dos uvas en ella—Está bien—parecía una ardilla.

Volví a tomar mi teléfono y coloqué el siguiente mix de canciones, temazos que puse en el volumen máximo.

Me fui moviendo al compás de la letra, tarareando el inicio de la canción mientras me preparaba para la mejor parte, el coro.

Moví mi cabello—La otra noche te esperé bajo la lluvia dos horas. Mil horas. Como un perro—di una vuelta tomando mi cepillo para el cabello y simulando un micrófono—Y cuando llegaste, me miraste y me dijiste: "Loco—señalé a un lugar cualquiera—Estás mojado, ya no te quiero"—fingí desinterés.