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¿Qué pasa si me tiro por el precipicio?
Había estado debatiendo varias cosas en las últimas horas.
¿Me importa tanto? ¿Siguen allí Billy y Stu?
Eso último probablemente me estaba molestando más. Todo este tiempo no quería que estuvieran en mi vida y ahora conduzco 4 horas para verlos, sin siquiera saber si todavía están en el estado. Quería golpearme la cabeza otra vez con el volante.
Nunca he tratado con este tipo de cosas antes. Me aislé del mundo. Siempre actuaba como si todo lo que sucedía a mi alrededor no importara, lo cual no importaba. Simplemente estaba aburrida y no me importaba, lo que finalmente me llevó a mis aventuras nocturnas, que eran una salida para ese aburrimiento.
Hasta que los conocí.
Por primera vez me preocupé realmente por algo, por alguien. No me sentí aislada ni sola. Finalmente conocí a personas que eran como yo.
Y los empujé lejos.
Por qué razón, aún me es desconocido.
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Quinn sabía la razón, simplemente no quería admitirlo. En el fondo de su subconsciente sabía por qué estaba haciendo esto. Se decía a sí misma que estaba haciendo esto por Billy y Stu. Por su propio bien. Para protegerlos de ella misma.
Pero en realidad era todo lo contrario.
La notoria Quinn Fletcher estaba asustada.
Ella les tenía miedo.
Miedo de su lealtad.
Miedo de su devoción.
Miedo de su amor.
Eso sobre todo...
Su amor hacia ella la aterrorizaba más que cualquier otra cosa en este mundo.
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"¿Cuánto tiempo nos quedaremos aquí?" Billy murmuró hacia su socio en el crimen con cansancio.
"No lo sé, hombre" respondió Stu. Billy frunce el ceño y suspira. Lleva semanas temiendo esta conversación.
"Escucha, Stu-"
"No lo digas".
"Stu-"
"¡No lo digas!" Stu se levanta abruptamente bramando, sorprendiendo a Billy.
"¡No quiero escuchar esa mierda salir de tu boca, ni siquiera quiero escuchar su nombre!" Los gritos de Stu se convirtieron en llantos dolorosos mientras continuaba. Su voz se quebró y gradualmente se volvió más tranquila.
Los dos chicos se sentaron en un incómodo silencio después del estallido. Stu sabía lo que Billy iba a decir y no quería escucharlo porque eso es todo en lo que ha estado pensando. Ha pasado más de un mes y las posibilidades de que Quinn siga con vida se reducían a cada segundo. En el fondo, ambos conocían las posibilidades, y no se veían bien.
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"Por fin". Suspiro cerrando la puerta del coche. Encuentro la llave de mi casa en el llavero de Mickey y la meto en la cerradura girándola y abriendo rápidamente la puerta. Inmediatamente me dirijo al sofá y dejo caer mi cuerpo en él. Tiro todo mi contenido en mis bolsillos a mi lado y sigo disfrutando de la comodidad de los cojines.
Trato de bloquear los pensamientos siempre tan intrusos y simplemente divertirme, pero no, por supuesto que no. No dejaba de pensar en Billy, Stu... incluso en Mickey. Pero rápidamente llegué a la conclusión de que al racionalizar la alta probabilidad de que se muriera de hambre.
Y para su... amigo que mencionó, no sé qué hacer al respecto. Entonces, la opción más racional en esta situación es hacer lo último que esperan. Que en este caso sería moverse...
A Woodsboro.
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"¿Tienes todas tus cosas?" Billy se volvió hacia su socio en el crimen esperando una respuesta. Él simplemente asintió mirando hacia abajo. "Bien, es un largo viaje de regreso a Woodsboro".
Stu pareció tensarse ante la mención de Woodsboro, aunque vivía allí, no se sentía igual sin ti. Renunciaría a cualquier cosa solo por ver una película más contigo en sus brazos.
Aunque pueda parecer que Billy no se siente tan afectado por todo esto como Stu, es todo lo contrario, tal vez incluso peor que Stu. Ni siquiera puede recordar cuántas veces lloraba por la noche deseando que estuvieras allí con él. Fue aún peor cuando descubrió que te habían secuestrado.
Ninguno de los dos sabía lo que iban a hacer una vez que regresaran a Woodsboro... Y Quinn tampoco.
