𝘁𝗲𝗮𝗰𝗵𝗲𝗿'𝘀 𝗽𝗲𝘁 | 𝗷𝗲𝗻𝗹𝗶𝘀𝗮

seven

Era jueves por la mañana, casi mediodía, y Lisa realmente parecía estar a punto de quedarse dormida en la clase de Biología.
Su lápiz hacía manchones sin sentido en la parte de atrás de su cuaderno, totalmente absorta en sus pensamientos y rogando por que el timbre sonara de una vez para poder salir a almorzar. Su motivación estaba apagada ese día.

Sus ruegos se hicieron realidad cuando, luego de varios minutos, el timbre sonó y toda la clase comenzó a salir del salón, apresurándose para salir e ir directamente hacia el baño.

Colocó su mochila a un lado y se inclinó sobre los lavabos para intentar al menos despejarse con el agua y así no sentir que en cualquier momento podría encontrarse durmiendo sobre la mesa.
Definitivamente, jueves era el día más pesado de soportar en la escuela.

Solo deseaba ir a casa y dormir veinte horas seguidas.

Secó su rostro con las toallas de papel que obtuvo del dispensador a su lado y salió del baño, recorriendo el pasillo hacia la cafetería hasta llegar a ella.
Ya dentro, tomó su comida y fue a la mesa en la que habitualmente se sentaban con Jisoo, notando que ya estaba ahí, guardando su puesto. Pero observó también que esta vez no serían solo ellas dos en la mesa.

Aceptó en silencio la presencia del chico y saludó amistosamente a ambos antes de sentarse con ellos.
Luego de una corta conversación sobre su día y actividades, Jisoo decidió cambiar el tema.

—Jaehyun —Jisoo dio una palmadita en el hombro del chico—. dile lo que hablábamos antes de que llegara.

—¡Oh, sí! —Jaehyun limpió su boca con una servilleta antes de continuar—. Lisa, le decía a Jisoo que mañana habrá una fiesta en casa de un amigo. Jisoo está invitada obviamente, pero me preguntaba si a ti te agradaría la idea de venir con nosotros.

Lisa lo pensó por unos segundos mientras masticaba su comida y terminaba de hacerlo para dar su respuesta.

—Eres muy amable, pero... no lo creo. No me agradan tanto las fiestas —respondió arrugando levemente su nariz.

—Oh-

—¡Ah, vamos, Lisa! —reclamó Jisoo, interrumpiendo a su novio—. No seas aburrida, seguro te la pasas genial.

La castaña la observó por unos segundos con la indecisión notándose en su rostro.

—Anda, ven con nosotros —puchereó la mayor—. Hazlo por mí. ¿Sí, sí, sí?

Lisa puso sus ojos en blanco y negó con su cabeza, con una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios por primera vez en el día.

—Bien. ¿A qué hora será?

—¡Sí! —la pelimorado aplaudió, celebrando la respuesta positiva de su amiga—. Pasaremos por ti a las siete, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —sonrió y terminó su almuerzo.

El timbre sonó minutos después y, cuando más lo ansiaba, llegó la hora de salida también.
Por fin llegaría a casa luego de un largo y pesado horario.

El resto de su día se vio limitado a terminar su tarea pendiente y luego cenar un ramen instantáneo mientras veía la televisión, sin prestar mucha atención en realidad.
Solamente quería ir dormir.

Lavó sus dientes y colocó su pijama, yendo finalmente a acostarse a su cama. Puso a cargar su celular y simplemente se dejó llevar por el cansancio, hasta caer en un sueño profundo que la acompañó hasta la mañana siguiente.

[...]

Esa mañana de viernes ya se sentía considerablemente mejor que el día anterior, con más ánimos. Y cómo no estarlo, si su primera clase del día era con la señorita Kim.