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Chuuya lee el letrero “Enfermería”

Dazai abre la puerta y entra, Chuuya lo sigue.

Ve a Akutagawa acostado en la cama mientras una chica de cabello negro está sentada a su lado.

—Gin— Dice Dazai —Sal de aquí un momento—

Ella parece reacia, pero luego asiente y se marcha.

Dazai se acerca al niño en la cama y lo observa por un momento.

—Akutagawa, despierta— Le dice.

—¿Dazai-san?— Pregunta en voz baja.

El castaño tiene un acto de bondad y toma su mano mientras se sienta en la cama.

—Sí, aquí estoy— Murmura —Alguien quiere verte—

Akutagawa gira su cabeza y ve a Chuuya.

Una ligera pizca de miedo se aloja en su cerebro ¿Viene a tomar represalias por las heridas que le hizo?

Por lo mucho que Dazai parece adorar a Chuuya, sabe que él lo permitirá.

Chuuya se acerca a paso lento para no asustarlo.

—Dazai ¿Puedes salir?— Pregunta Chuuya.

—¿Por qué debería?—

—Es una conversación privada —

Dazai lo observa, pero no piensa que parezca hostil, suelta la mano de Akutagawa y sale, no sin antes susurrarle a Akutagawa.

—Si intenta lastimarte, mátalo, tienes mi permiso —

Chuuya espera a que Dazai salga.





Chuuya suspira y una de sus manos va a su cuello.

Akutagawa abre los ojos aterrado ante la idea de que Chuuya sea un alfa ¿Va a lastimarlo? Dazai siempre le dice que no confíe en otros alfas, que muchos quieren lastimarlo.

Pero un olor dulce y tranquilo del sándalo, con algunas motas de jazmín llegan a su nariz, se siente como una caricia reconfortante.

Incluso huele a esa lluvia tranquila de inicios de temporada.

Chuuya le sonríe y toma sus manos.

—Hola, quiero presentarme correctamente; me llamo Nakahara Chuuya ¿Tú eres Akutagawa?—

El niño asiente, las manos de Chuuya se sienten cálidas contra las suyas.

—Akugatawa Ryunosuke — Le dice con un hilo de voz.

Chuuya asiente.

—Sé que debes estar asustado de mí por nuestra pelea, pero no vengo a lastimarte—

—¿Entonces a qué viene?—

—A elogiarte, eres un joven tan fuerte y valiente—

Akutagawa siente algo raro en su pecho y sus ojos le pican ante esas palabras.

El aroma es tan tranquilo, huele como a bosque y a naturaleza ¿Eso es musgo entre el sándalo y jazmín?

—¿Yo?—

—Sí, cumpliste tu misión, me capturaste y me trajiste aquí, eres tan fuerte que incluso sorprendiste a este rey —

Chuuya lo ve derramar lágrimas en silencio, probablemente nadie nunca le había dicho esa clase de cosas.

—¿Por qué me dices eso?—

El mas fuerte del SuribachiWhere stories live. Discover now