El mas fuerte del Suribachi

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Chuuya observa al grupo de personas que le miran atentamente.

—¿Adoptarme?— Pregunta extrañado.

—¡Sí!— Responde Albatross —¡Vamos, será divertido y genial!—

Chuuya mira a Albatross y luego al resto del grupo.

—¿Él sabe que soy un enemigo de la Port Mafia?—

—Sí, no le importa — Le responde Pianoman

—En todo caso, tengo que ir a hablar con Mori-san— Cambia de tema.

Albatross sonríe.

—Te llevamos, pero piénsalo, ¡Serias como nuestro hermanito!—

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Chuuya sostiene una taza de té mientras Mori le expone su punto respecto a la epidemia de fentanilo que acosa Yokohama.

Chuuya observa algunos materiales de apoyo que Mori le dio y los lee antes de hablar.

—Aún tengo que discutirlos con el resto de ovejas, pero pienso que usted tiene un buen punto — Responde —Los números son preocupantes, aumentaron las muertes en un 23% en el último mes, siendo tan grande el problema me sorprende que no tengan pistas respecto a quién es el distribuidor —

—Teorizo que es alguien en el Suribachi, es el único lugar que no he buscado —

—Imposible, notaría algo tan grande como esto—

—Es un lugar bastante extenso para que un solo hombre vigile ¿Realmente no hay una oportunidad?—

Chuuya se queda un momento en silencio, sabe que Mori tiene razón, que no todo puede estar bajo su control, ¿Pero una operación tan grande?

La única posibilidad es que alguien de Ovejas le esté ocultando información. Tiene que verificar las entradas de dinero y ponerle más atención a las guardias que hace y a quienes delega ciertas zonas.

—Voy a mantenerme atento a cualquier cosa extraña, Mori-san ¿Por qué le importa esto?—

—Bueno, múltiples razones, en primera, hay gente vendiendo drogas en mi territorio, también está el hecho de que soy médico y sé lo que el fentanilo puede hacer— Mori bebe un poco de su té —Y amo a esta ciudad, Chuuya, es por eso que me convertí en jefe de la mafia, alguien tiene que mantener controlado el bajo mundo para que esta clase de cosas no ocurran—

Chuuya lo mira y nerviosamente acaricia la taza de té.

—Mire, estoy dispuesto a trabajar con usted, pero tengo condiciones — Declara, no va a decirle a nadie de esto, no ahora de que sospecha de un traidor en Ovejas.

Va a hacer esto en silencio y lo más rápido posible.

—¿Y esas son?— Una sonrisa aparece en el rostro del adulto, eso es lo más cerca que ha estado de la cooperación de Ovejas.

—Durante el tiempo que dure nuestra asociación se me tratara como lo que soy, un socio y un líder de organización, no como un subordinado o un perro —

—Entiendo—

—Ningún miembro de la mafia va a entrar al Suribachi sin mi permiso, llámeme paranoico, pero no confío en los hombres de la mafia—

Mori asiente.

—Lo entiendo —

—Y por último, toda comunicación durante esta asociación tiene que ser directamente conmigo—