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Fury sonrío- La agente Astrid Romanoff, hija de la viuda negra, mejor conocida cómo...

-Natasha Romanoff- dijo alguien a mis espaldas.

-Parece que alguien si sabe de esto- Fury golpeó mi hombro amistosamente- Correcto, Natasha Romanoff, tengan respeto a la agente, ella ha sido entrenada desde que era niña, es la primera agente más jóven que S.H.I.E.L.D. ha tenido desde sus primeros años.

Maria estaba con la mirada agachada- No quiero ser parte del equipo- dejé la carpeta en su pecho- Lo sabes perfectamente.

Fury soltó un risa- No puedes decir eso, eres la líder, además... Es una orden.

Giré un poco mi rostro, dos chicas, una con un antifaz y su traje de heroína estaba sentada a unos asientos de otra chica que vestía normal.

Miré a Maria pero está seguía con su mirada abajo- Son unas niñas- murmuré- ¿A esto te dedicas ahora? Reclutas a menores de edad para que peleen en las guerras que tú causas y no quieres pelear.

Fury se quedó en silencio- Tienen poderes.

-Eso no me importa, siguen siendo niñas- murmuré aún sin creerlo.

-Sientate, tengo que terminar- tomó mi brazo bruscamente y me sentó frente a ellas.

Abrí la carpeta, las dos primeras hojas eran los expedientes de ellas, después le siguió una foto de una pelinegra, una foto de la princesa de Wakanda, y después de aquella hoja, estaba el expediente de Harley.

Cerré la carpeta y miré a los otros asientos, Spider-Man, la pelinegra y Harley estaban sentados en la misma fila.

Dejé la carpeta a un lado y salí de ahí- Astrid, no puedes salir de aquí- la puerta no se abrió- Esto es muy urgente.

-¿Lo es? Creí que para tus tipos de urgencia extrema llamabas a tú capitana- volví a caminar hacía él- ¿O sólo se dedica a cuidar de la galaxia? Sabes muy bien que ser un héroe no es mi sueño, podrá ser el de ellos, pero no el mío- dije lo último en voz baja- No estaré en un equipo con chicas cómo ellas, necesitan vivir su adolescencia, no seguir órdenes de un señor qué no fue capaz de luchar con su propio equipo cuándo todos regresaron después del blip.

Mi rostro giró bruscamente, escuché cómo varios soltaron un pequeño grito de asombro.

-Fury- Maria se acercó.

-Comienzas a cansarme, las reglas aquí las doy yo no tú- murmuró en mi oído.

Saqué el arma quitándole el seguro, apunté al pecho del moreno.

-¡Astrid!

-Teníamos un trato, se lo prometiste a Nat y a mí también- Fury seguía con una postura firme frente a mí- Sólo déjame ser libre, tuviste ya a tu equipo, tienes ya reclutado a otro equipo, sólo... Sólo dame la libertad que un día me fue prometida- suplique.

Ambos se dieron una mirada, Maria aún tratando de tranquilizarme- Lo prometieron- mis ojos ardían- Tú se lo prometiste a Nat, sabías que ella no quería mandarme a la academia y aún así me enviaste.

-¿A la academia?- miré a Fury confundida.

-Fury...

-¿A caso no lo recuerdas? Perdí tiempo valioso con Nat sólo por estar en esa estúpida escuela, no era cómo ellos y tú...

Fury parecía sin entender de lo que le hablaba, miré a Maria, la preocupación estaba en su mirada.

-Oh claro la academia- el moreno negó lentamente, cómo si hubiera escuchado un chiste- La primera misión de la agente.

Paper Rings (Peter Parker/Spider-Man)Where stories live. Discover now