Había terminado de hablar con Julius y con nuestros negocios en marcha no pasan ni dos segundos y termina siendo bombardeado por nuevas personas, iba a caminar de regreso al grupo y esperar a Regina cuando soy interceptado por uno de los sirvientes del rey nada menos.
-My lord, podría acompañarme por favor, el rey quiere dirigirle unas palabras.
Así que ese fue el ruido, llego el rey solamente espero que lo imbécil no sea de familia. Llegamos y ese hombre tiene el porte de soberano justo aunque me cuesta verlo de esa forma por la cara de hipócrita de su hijo.
-Acércate hijo, te pareces tanto a tu no padre aunque agradezco a tu maravillosa madre que no tengas la cara de estirado de tu padre.
No me esperaba eso.
-Opino igual o seria desagradable mirarme al espejo.
-¡Jajajaja! No me mal entiendas el duque es un gran hombre, pero demasiado estricto, me complace lo cercano que eres a mi hijo Alan y espero que lo puedas guiar.
-¿Cercanos?
-Sí, Apenas ingresaste a la Academia encargue a mi hijo ayudarte a adaptarte y me comento lo cercanos que se volvieron, lo que me deja más tranquilo luego de romper su compromiso y elegir a una plebeya, a pesar de su error estoy feliz de que reuniera a tan buena pareja como tú y Regina, siempre a sido una niña muy dedicada y trabajadora, tiene un corazón de oro espero que tu si sepas valorarla por lo que es.
Y eso me deja claro que lo idiota no es de familia.
-Por supuesto majestad, me encargare de que seamos muy felices.
-Muy bien, ¡Qué buen momento! León te presento a mi segundo hijo, el príncipe David. Hablen en confianza.
No recordaba que habían dos príncipes pero eso me deja respirar, este reino de cuento de hadas estaría perdido a cargo del protagonista narcisista.
-Saludos príncipe.
-Escuchaste a mi padre, dime David porque pienso llamarte León, la próxima semana seremos compañeros.
-León te encargo a mi hijo, llego hoy tienen eso en común, lo viajero. ¡Vayan a conversar jóvenes!
Pude conversar tranquilamente con el príncipe y ahora creo que Alan podría haberse caído de pequeño o algo, la diferencia es de 360 grados.
-Acompáñame, te presentare a mis amigos veamos si tienes clases con algunos.
-Siempre ayuda reconocer caras, estuve el año pasado y no aguanté siquiera un mes.
-Sentí lo mismo al comienzo pero hicimos algunos cambios ¡Oigan! Les presento al príncipe David.
-Saludos príncipe.
-Relájense, será nuestro compañero el lunes.
-¿En serio?
-Sí, mucho gusto. Espero que nos llevemos bien.
Conversamos un poco y lo invitamos al club cuando siento un escalofrío en la espalda.
-¡Hermano!
Me asuste pensando en la voz de Helen, la semana pasada no dejo de hablar por horas, pero no era mi hermana por suerte, es otra mujer joven de alrededor de 17 años, es muy guapa con cabello dorado, rostro angelical y un cuerpo bastante aceptable, digo su figura está bastante desarrollada, pero tengo prometida así intentare evitar pensar mucho en ello.
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Deme una villana para llevar
Novela JuvenilSiempre hay una típica historia, el príncipe aburrido de personas que lo complacían se enamora de la chica nueva y fuera de norma "la plebeya" pero para estar juntos y acepten su amor deben pasar por muchas pruebas y obstáculos, uno de ellos era la...