Esᴄʟᴀᴠᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏ [Hitsugaya Toshiro]

2 - Que apareció

Como nuevo, ya estaba limpio, pero esa demonio justamente habitaba en su antigua división, donde solía hacer los papeleos que la Teniente Matsumoto dejaba sin terminar... oh, su querida teniente... ¿Dónde está?, necesitaba salir y buscarlos. Aquella joven no parecía vigilarlo como otros, al salir de vestirse la vio sentada en su antigua oficina haciendo algo con unos pergaminos.
Alerta fue acercándose alrededor para ver si encontraba algún arma o signos de su Zanpakuto, se preguntaba a dónde los mantienen. Miro de reojo a la pelirroja, ni siquiera se molestó en verlo, ¿está tan concentrada?, tal vez sea muy distraída como para darse cuenta de lo que hará.

A pasos lentos logro acercarse a la puerta, faltaba poco para poder salir y buscar información, saber que sucedió con los demás.

Solo unos pasos más...

— ¡Hey, mocoso, no te han dicho que podías salir cuando quieras! —Esa voz era de aquella boca extraña que la demonio tenía en su cuello.

En ese momento la joven, aún sin mirarlo, hizo un movimiento con la mano como si jalara algo, esa misma cuerda del "conjuro" apareció en el cuello del albino y fue arrastrado hacia atrás como un perro.
Mierda, ella tenía mucha fuerza, además ese conjuro prácticamente es como una cuerda invisible que lo mantiene cerca, parecía mascota. Entre quejidos fue poniéndose de pie frente al escritorio, donde yacía ella con su "papeleo", no puede creer esa situación.

— ¿Qué haces ahí parado? Si no quieres que te quiten los ojos, mejor siéntate, en unos minutos saldremos a caminar. Ahora, largo.

Esa maldita boca ya le causaba violencia, ¿es que ella no sabe hablar?, gruñendo volteo para tomar asiento en aquel sofá. Le traía recuerdos, pareciera que fue tan solo ayer cuando Matsumoto descansaba con los papeleos debajo de la mesita. Al menos salió de ese maldito calabozo, pero necesitaba salir, no era tan idiota como para atacar sabiendo que no tiene sus poderes.

<¿Qué sucedió con los demás?>

Tal vez están igual de confundidos que él, esperaba que al menos estén bien.

Pasaron unos minutos, la vio ponerse de pie y caminar hacia esa salida, hizo una seña de que la siguiera, cosa que no le gustaba al oji-turquesa pero termino cediendo, alerta por cualquier acto que intente hacer su enemiga.

Sintió una sensación de alivio al ver a la Capitana SoiFon, junto un demonio cruzando por el mismo camino que ellos. Pero... esa mirada de vacío que su compañera tenía, parecía un cuerpo sin alma, alguien que obedece sin quejarse, ¿Qué demonios le hicieron?. El demonio se detuvo haciendo que ellos también imiten esa acción.

— Vaya, veo que ya tienes a tu esclavo, Ryuko~ —Sonrio burlon mientras observaba al albino—. Parece estar consciente, ¿no le has borrado sus recuerdos y emociones?, que idiota.

— ¿Recuerdo y emociones? ¡Qué le hicieron a la capitana SoiFon! —Exclamo dando un paso adelante, olvidándose las consecuencias que llevaría ese comportamiento—. ¿¡Dónde están los demás!? ¡Maldito!

El mayor se enojó, pero vio como ordeno con una simple seña a su compañera, SoiFon se lanzó hacia el con intención de matarlo, no usaba Zanpakuto pero tenía una pequeña cuchilla.

Jadeo del susto tras presenciar la escena de aquella pelirroja tomando el cuello de su compañera sin esfuerzo y acto seguido... rompió el brazo, un grito desgarrador que lo dejó perplejo, horrorizado observo las pisadas que le dio a la peli-negra estando tumbada en el suelo, tal vez parecía un cuerpo sin vida, pero sentia el dolor, eso llego a notarlo.

— ¡¡Dejala en paz!! —Exclamo yendo hacia su "ama".

Tan pronto como se acerco, ella dejó a la capitana SoiFon y fue hacia él, conecto un puñetazo en su estómago, tan fuerte que cayó a lo profundo de la oscuridad.

La pelirroja tomó al albino inconsciente con una mano y observo a ese idiota causante de todo el problema, quien chasqueo la lengua para irse llevando su "Juguete". Quizás más tarde intente molestarla otra vez. Varios demonios (por no decir el 90%) son vengativos incluso entre ellos.