8 - Pero esa mirada

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No comprendía que fue lo que realmente sucedió, pero ahora

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No comprendía que fue lo que realmente sucedió, pero ahora... de alguna manera, se sentía tranquilo, bueno, eso hasta conectar miradas con ella. La melodía cesó al instante en que lo vio, pero no tardó mucho, volvió a voltear para seguir la melodía como si estuviera sola aún.

¿Qué debía hacer?

A lo mejor anda en su descanso, opto por sentarse en el suelo unos centímetros lejos para escuchar sin molestar. ¿Ella hizo que se suicide? La curiosidad lo carcomia por dentro, pero ese odio ante ellos evitaba que piense siquiera en empatizar con alguno.

En unos segundos se puso de pie para voltear he ir a su habitación. Ryuko seguía pasando sus dedos con suavidad en las cuerdas de esa pequeña arpa, centrada; ignorando el hecho de que un nuevo "no invitado" apareció detrás de ella. Este levanto la katana en su mano para cortar su cabeza mientras estaba distraída.

Fue rápido. Cada extremidad del demonio intruso cayó detrás de ella al compás de la melodía, esa sangre esparciendose y Ryuko solo suspiro.

Era momento de ver las mascotas para elegir una.

Los restos les intruso serán limpiados más tarde.

Debía ir por su esclavo para asegurarse de que no quede solo.

El joven Ex-Capitan no entendia dónde iban, pero guardo silencio ignorando el he hecho esa pelirroja caminaba tranquila delante de este, como si supiera que no podrá escapar aunque lo deseé

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El joven Ex-Capitan no entendia dónde iban, pero guardo silencio ignorando el he hecho esa pelirroja caminaba tranquila delante de este, como si supiera que no podrá escapar aunque lo deseé. Frunció levemente el ceño cuando ella movió su dedo índice llamándolo, ¡¿porqué no habla?! Era humillante.

Siseo molesto, desviando la mirada sin darle la atención que pidió. En ese momento sintió esa soga en su cuello que apareció de repente y lo jalo con fuerza hacia ella.

—Haz caso, esclavo insolente —Comentó esa boca en el cuello de la joven.

Entre regañadientes siguió a su "Ama" mientras notaba que entraban a la División 13, sintiéndose tenso.
Un demonio los recibió, dejando pasar a ambos.

—Ryuko-Sama, su mascota está lista, puede venir a verla —Murmuro con calma mientras la guiaba.

<¿Su mascota?>

El sentimiento de odio y desprecio ante los demonios crecía con cada segundo que pasaba, viendo la puerta abrirse, dejando ver al Teniente que fue convertido.

Esa era...

—¿Ku-kuchiki? —Murmuró sorprendido, tenía un collar con el símbolo de su insignia de Teniente, por ello la reconoció.

Pero era diferente... una especie de conejo mutante, blanco, con detalles de hielo y esos ojos púrpura... solo que no tenían sus pupilas. Parecía hostil, salvaje.

Ya no era ella.

Ryuko se acercó, y la bestia intentó arremeter contra ella queriendo desgarrarla usando sus garras de hielo.
Jadeo del susto al ver la cadena apretar el cuello de Kuchiki, asfixiandola ligeramente, haciéndola sufrir

—¡D-det...!

Guardo silencio tras la mirada amenazante de su superior. De un jalón golpeo a Rukia contra el suelo, quedando así aturdida.

—Bien, es hora de volver y llevar a la mascota —Dijo la repugnante cosa en su cuello.

Tomando de las orejas a su nueva mascota, ella comenzó el siguiente trabajo del dia; volver a la división y domar mejor ese animalito.
Hitsugaya pensaba en todo, menos que Ryuko podría tener corazón. Apretando los puños contuvo aquellas inmensas ganas de atacarla y buscar a su Teniente.

Hablando de eso... ¿dónde está?

Esperaba que este bien, pronto podrá liberar a todos y se vengaran, recuperaran lo perdido.

—Se llama Rukia Kuchiki, tenía la Zanpakuto más hermosa de la Sociedad de Almas —Explicaba los labios en aquel cuello delgado y palido—

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—Se llama Rukia Kuchiki, tenía la Zanpakuto más hermosa de la Sociedad de Almas —Explicaba los labios en aquel cuello delgado y palido—. Es mejor llamarla Rukia y no perder el tiempo pensando nombres, ¿no creé?

Asintio, mirando su nueva mascota encadenada en una habitación. Intentaba a toda costa destruir todo a su paso, babeando y gruñendo.

—Kuchiki... —Murmuró el albino conmocionado.

Esta se hizo a un lado cuando lo escucho. Curiosa decidió retroceder para dejar a ambos cerca, esperando ver qué hará ese antiguo capitán.

Extendió su mano, queriendo hacerla saber que no está sola. Pero ella sólo intentó herirlo, causándole un rasguño en el dorso de la mano. Dando unos pasos hacia atrás, tocaba aquella herida con asombro, perturbado, conmocionado y triste.

<¿En qué la convirtieron?>

Los orbes azules miraban su espalda en silencio, presenciando esa triste escena. Con indiferencia: se cruzó de brazos, como si no sintiera nada.

Ella sentía el dolor del albino, podía saborearlo. Conoce mejor que nadie esos sentimientos tan agobiantes.

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Agradezco el poco apoyo que le dan a la historia

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Agradezco el poco apoyo que le dan a la historia

Esᴄʟᴀᴠᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏ [Hitsugaya Toshiro]Where stories live. Discover now