Salimos de casa de Alice e íbamos hablando en busca del coche.
- ¿Cogemos algo para el camino? - pregunté debido a que ya eran las 8 de la noche.
- He cogido un hotel para pasar la noche - dijo Max mientras que miraba en su móvil la dirección y yo no supe que decir.
- ¿Y eso? - dije extrañada.
- Necesito descansar para poder conducir - dijo Max.
- Puedo conducir yo.
- Tú también necesitas descansar - dijo Max, levantó la vista y sonrió.
- Ya pensaba que estabas cabreado.
- ¿Yo? ¿Por qué?
- Estabas muy serio en casa de Alice.
- Estoy cansado, y estaba mirando donde quedarnos.
- Dime cuanto te debo por el servicio - dije mientras que seguimos caminando pero ahora mucho más tranquilos.
- Esta vez invito yo - dijo Max y me miró.
Llegamos a un pequeño hotel muy parisino, al entrar nos fuimos directos a hablar con recepción.
- Hola, teníamos una reserva - dijo Max.
- Sí, su documentación por favor - dijo y Max entregó la suya y yo la mía.
En ese momento, me di cuenta que Max vería mi apellido, así que tenía que buscar la manera de encargarme yo de eso.
- Max, yo me encargo si quieres tú vete a buscar algo para cenar - dije.
- Luego salimos los dos.
- No, así no salimos de nuevo y descansamos que estoy muerta - dije a ver si lo convencía.
- Vale, ¿te apetece algo en especial? - preguntó.
- Sorpréndeme, cuando termine te espero por aquí y subimos juntos.
- Vale, pues ahora nos vemos.
Salió del hotel y miré al recepcionista.
- Por favor, no pongas el apellido Wolff - dije y la chica me miró.
- ¿Un secreto? - preguntó la chica.
- Se podría decir que sí - dije.
- Las amigas se ayudan- dijo la chica y volvió a entrar Max.
- ¿Y si pedimos algo y que lo traigan directamente aquí? Me voy a perder y paso - dijo y lo miré.
- Si me permiten, tenemos un servicio de habitaciones excelentes y una comida muy buena, y se la podemos subir a la habitación - dijo muy amable la chica.
- Por mi genial, ¿por ti? - dije y miré a Max.
- Por mi también.
- Les dejo la carta mientras que yo soluciono una cosa - dijo muy amable.
Cogí la carta y Max se puso muy pegado a mí, me puse muy nerviosa porque notaba su respiración y su mirada fija sobre mi, eso me estaba poniendo demasiado nerviosa. Al final cogimos unas pizzas y unos crepes de chocolate.
- Chicos, siento deciros que no tenemos las dos camas individuales, si no una cama de matrimonio y es la única habitación que nos queda libre - dijo la chica, Max y yo nos miramos y a mi se me abrieron los ojos.
- No podemos dormir juntos - dije.
- ¿Es la única? - preguntó Max.
- Sí, es la única - dijo la chica.
- Pues nada, ¿me podrías dar más mantas y almohadas? - preguntó Max.
- Sí, ahora se la subimos junto con la comida
- Muchas gracias - dijimos ambos y nos subimos a la habitación
- Siento mucho lo que ha pasado - dijo Max cuando nos subíamos en el ascensor.
- No ha sido tu culpa, pero después de este fin de semana deberíamos estar un tiempo sin vernos - dije y Max se me quedó mirando raro.
- ¿Por qué?
- Porque me acabaras odiando - dije y lo miré y me miraba fijamente.
- No seas boba anda - dijo y sonrió.
Entramos en la habitación, y me fui directa a la ducha ya que estaba muerta del viaje y necesitaba estar limpia.
Cuando salí, la comida ya la habían traído y Max se había encargado de colocarla en una pequeña mesa que teníamos que daba a la hermosa ciudad y mientras que cenábamos, Max me empezó a hablar de la temporada y poniéndome un poco al día de la fórmula 1.
- Estaba muy bueno - dijo Max.
- Creo que teníamos hambre - dije.
- Eso también, ¿vas a dormir ya?
- Estoy muerta, así que sí.
- Vale, pues voy a preparar mi cama - dijo Max mientras que yo recogía las cosas.
- ¿Tu cama?
- Sí, dormiré en el suelo dijo colocando las cosas.
- ¿Enserio?
- Sí, no quiero molestarte.
- No molestas.
- Da igual, de verdad - dijo Max mientras que se acostaba en el suelo, me subí a la cama y me acosté.
- Buenas noches - dijo Max.
- Buenas noches - dije.
Pasaron los minutos y escuchaba como Max se intentaba poner cómodo.
- Max, sube anda - dije mientras que me apoyaba en el filo de la cama.
- No hace falta - dijo Max.
- Hace frío y estás incomodo, ponemos una almohada en el medio y no nos tocamos - dije y Max se río, cogió las cosa y se subió a la cama.
STAI LEGGENDO
¿Una última pregunta? - Max Verstappen
FanfictionMe llamo Laia Wolff, tengo 23 años, periodista y estudiante de un máster en periodismo deportivo. Llegué para hacer una entrevista y acabé enamorada de los ojos del actual campeón del mundo.