Wilkercest (Malcolm x Reese) Más espesa que el agua

Ocaso

El día de playa por fin llegó y los chicos tomaron el autobús. Reese y Dewey compartían asientos mientras que Malcolm se fue en un asiento hasta el fondo. Todo el camino fue de brazos cruzados mientras veía a sus dos hermanos cantar, reír, comer bocadillos y darse con los codos.
Nada más llegaron y Malcolm empezó a buscar con la vista al grupo. Ese día estaba muy concurrido y era fácil confundir a Nancy y sus amigas entre los demás jóvenes.
Caminaron un buen rato con la arena ardiendo entrando a sus sandalias y el sol quemándoles la espalda. Excepto Dewey que estaba cubierto por una gruesa capa de bloqueador y parecía un pequeño fantasma con sombrero al lado de sus hermanos.
"Dime que por lo menos te avisaron dónde estarían acampando" dijo Reese que cargaba una sombrilla sobre su hombro y sobre el otro llevaba un par de sillas plegables colgadas, Malcolm estaba a cargo de una pequeña hielera donde Lois les había empacado refrigerios.
"Bueno...dijeron que estarían por ahí. No debe ser difícil encontrarlos"
Reese rodó los ojos.
"O sea que realmente se morían porque vinieras con ellos"
"Podemos acomodarnos ya, tengo un castillo qué construír" dijo Dewey sacudiendo su cubeta y su pala.
"Cállate Dewey, además ya estás bastante grande para castillos de arena"
"Di lo que quieras Malcolm, no dejaré que me lo arruines"
Malcolm resopló y apuró el paso.
"Ey" le gritó Reese "Yo estoy a cargo, no puedes irte a menos que yo lo diga"
Malcolm se giró hacia él pero no dejó de caminar.
"Quiero ver que lo impidas" dijo muy seguro de sí mismo, se dio la vuelta y siguió avanzando.
"Si así lo quieres" respondió Reese soltando la sombrilla y sacándose las sillas del brazo que se deslizaron hasta la arena y cayeron con un golpe metálico.
"Rayos" murmuró Malcolm cuando vio que Reese caminó hacia él decidido y molesto como un toro. Así que echó a correr aunque no por mucho porque Reese lo agarró del brazo.
"Parece que no me oíste, dije que yo estaba a cargo"
"Tú no puedes decidir eso"protestó Malcolm forcejeando.
"¡Déjame ir!"
"¡No!"
"¿Qué es lo que pasa contigo? ¿Desde cuándo me prohibes con quién salir?"
"No te estoy prohibiendo nada, idiota."
"Has estado saboteando mis planes desde el principio"
"Claro que no"
"Claro que sí, ¡Por tí fuera sólo estaríamos los dos solos en tu estúpida piscina!"
Reese lo jaló acercándolo a él, Malcolm tropezó con la arena y levantó mucho polvo.
"¿Y qué tiene de malo?" Dijo ceñudo "¿Qué tiene de malo que me guste pasar el tiempo contigo?" Lo inquirió con la mirada.
Malcolm hizo un puchero, su paciencia se estaba colmando.
"Tal vez te gusta demasiado" espetó.
Reese lo jaló todavía más sus torsos a milímetros de distancia y lo encaró.
"¿Y qué?" Desafió Reese examinando el rostro de su hermano.
"¿Cómo que y qué? ¿Por qué no quieres que tenga otros amigos?"
"Porque quiero evitarte hacer el ridículo. La pregunta es ¿por qué tu no quieres estar a solas conmigo?"
Malcolm retrocedió un poco.
"No quiero evadirte Reese, no seas tonto"
"¿No?"
"¿Por qué habría de hacerlo?" Preguntó analizando el rostro de Reese del mismo modo que Reese lo analizaba a él.
Reese lo soltó.
"Está bien. Olvídalo." Dijo "Sólo no vuelvas a irte corriendo así."
"Si eso te hace feliz"
Su hermano se encogió de hombros con apenas una sonrisa en el rostro.
"Si, eso me basta"
"Espera" dijo Malcolm "¿Y Dewey?"
"¡Dewey!"

*
Buscaron al niño por todas partes hasta encontrarlo diez minutos después. Dewey había cavado un agujero lo suficientemente grande y se preparaba para usar la montaña de arena para empezar su castillo. No podían creer cuando vieron que en un campamento cerca de Dewey estaban Tracy y los chicos. Sólo por eso Malcolm no enfureció con su hermanito.
"¡Malcolm, por acá!" Dijo Nancy levantando la mano.
"¿Conque iba a hacer el ridículo, eh?" Dijo Malcolm aproximándose, Reese recordó que habían abandonado la sombrilla y sus cosas en alguna parte y se puso a buscarlas.
"Pensé que no vendrías" le dijo la chica.
"Bueno, heme aquí" respondió él, dudando de que fuera bienvenido.
"¿Y trajiste a más invitados?" Dijo Tracy acercándose también, manos en la cadera y observando a Dewey y a Reese.
Estaba preparado para algún desprecio de la chica y no pensaba tomárselo muy a pecho. Las chicas populares eran así. Excepto Nancy.
"No, ellos..." Malcolm estuvo a punto de decir que su madre le había condicionado el permiso a cambio de que sus hermanos fueran, prefirió no decirlo "...quisieron venir también. Prometo que no les estorbaran"
"A mí solo me interesa mi castillo de arena"aclaró Dewey.
"Estará quieto, lo prometo" A Tracy le dio igual. Suponía que ella lo permitía sólo porque no había otros chicos de la escuela que la vieran con ellos y tal vez, recordaba que él le había ayudado con sus clases de laboratorio y le había hecho un par de trabajos finales por una módica cantidad.
"Pórtate bien y no te acerques al agua solo" le advirtió Malcolm a su hermanito.
Reese llegó en ese momento y clavó la sombrilla de un golpe en la arena.
"Eso va para tí también" le dijo a Malcolm que en cuanto escuchó las risas de las chicas se ruborizó. "Nah, estoy bromeando. Puedes meterte al agua, mientras no esté muy hondo. Es peligroso para los pequeñines que no saben aguantar la respiración" agregó, fingiendo un tono severo. Malcolm quiso estrangularlo.