𝘌𝘭𝘦𝘰𝘯𝘰𝘳 (STILES STILINSKI)

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TRAS hablar con Noah y Claudia Stilinski, Scott, Malia y Lydia ignorando las advertencias del sheriff fueron a ver al padre de Noah para hacerle un par de preguntas a “Stiles".
Mientras yo, sabiendo lo que podría ser un problema, estaba como toda una adolescente antisocial sentada en las escaleras de la casa McCall viendo a todos los hormonales bailar al ritmo de la música mientras bebían
Sigue sin parecerme una buena idea -canturré cuando Liam se sentó a mi lado-
Gracias por tu ayuda -murmuró sarcástico. Me levanté de un salto cuando Gwen, la supuesta protagonista del plan, bajó corriendo-
Hey, tranquila. ¿Qué te pasa? -la sujeté por los hombros con cuidado-
Lo he visto -respondió ella girándose con temor. Más miedo tuve yo al verlo también. La abracé fuertemente mientras empezábamos a correr-
Estarás bien. Quédate aquí, ¿sí? -me pedí para luego volver al salón- chicos. A fuera. Corred. ¡Vamos!

CHICOS, atrás -le dije a los adolescentes sobrenaturales. Negué con la cabeza cuando Liam le dió con una lámpara haciéndolo enfadar aún más. Lo intentaban sujetar peor tampoco funcionaba- cuando os diga, corred. ¿Vale?
El, ¿qué vas a hacer? -me sujetó el brazo Corey-
No pasa nada. Estaré bien. Escuchadme, cuando os diga corred -les repetí acercándome hacia la criatura- venga, chicos. Tranquilos. Todo saldrá bien...
¡ELEONOR! -gritó Liam pero yo ya me había sacrificado para darles más tiempo a ellos. No se qué me pasaría pero sabía que no quería que les pasase a ellos. Scott los iba a necesitar para encontrarme y al chico que amo y no recuerdo también-

¿STILES...? -murmuré tras aparecer sentada en un banco. Me levanté con algo de temor esperando que alguien se levantase pero empecé a perder la esperanza-
¿Eleonor? -me giré para ver quién era y como por arte de magia todos los recuerdos volvieron a mi. Besos, abrazos, noches juntos, risas, llantos, amor, miradas, manos entrelazadas, carreras, desayunos, felicidad, sonrisas...-
¿Stiles? -pregunté más segura. Rompí en llanto mientras lo abrazaba con fuerza-
Sh... Tranquila -acarició mi espalda y mi pelo con su otra mano- El, cariño, ¿qué haces aquí?
Tuve que sacrificarme por nuestros amigos... Tenía que buscar la forma de que no les hicieran nada -le respondí tratando de calmar mis sollozos- también creo que me tomé muy enserio lo de encontrarte
El... -rió Stiles mientras una pequeña lágrima bajaba por su mejilla. Luego me besó y sentí lo mucho que él me había extrañado a mí-
¿Por qué la pareja empalagosa siempre me sigue? -escuché una voz conocida. Me separé un poco de mi novio y una muy diminuta sonrisa salió al ver a Peter-
¿Qué haces aquí? -le preguntó Stiles-
¿Cómo que qué hago aquí? Todos estamos aquí -le respondió para luego sentarse en el banco y mirar hacia otro lado-
¿Qué se supone que haces? -le pregunté-
Esperar al tren -respondió Peter-
Vale. ¿No los has visto? -le preguntó Stiles-
¿El qué? -preguntó Peter-
Los caballos -le respondí obvia-
¿Los empresarios atados con cuerdas que desaparecen por arte de magia? -añadió Stiles para luego levantar la voz- ¿ALGUIEN LOS HA VISTO?
¿Os importa? No me dejáis ver el panel. -respondió Peter mientras la gente nos miraba pero ni se movían- quisiera enterarme de cuándo llega mi tren
Y yo quisiera darte un puñetazo a ver si eres útil -me encogí de hombros quitando todas las esperanzas de que Peter fuera útil-
¿Cómo has llegado hasta aquí? -le preguntó Stiles-
Casi seguro que en taxi -respondió Peter a lo que rodé los ojos-
La última vez que te vimos, te encerraron en Eichen House -le respondió Stiles-
Estaba en Eichen -recordó Peter segundos después- por vuestra culpa
Denada. ¿Cómo saliste de ahí? -le pregunté-
Se fue la luz y corrí como nunca -respondió Peter-
¿Ya está? ¿Solo corriste? -le preguntó Stiles-
Sí, ya está. Literalmente, huí del manicomio que me tenía secuestrado -respondió Peter-