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Camila estaba radiante, no podía sentirse más feliz, cada tercer noche había estado yendo a cenar con Lauren y los niños, pero últimamente, o más bien los últimos tres días, lo estaba haciendo cada día. Cada vez era más difícil despedirse, simplemente quería ya mudarse de nuevo con su familia.

Lauren y ella poco a poco volvían a actuar como una pareja, no dejaban de mandarse mensajes cariñosos en el día, y cuando estaban a solas los besos apasionados no podían faltar, no habían intimado más que eso, había respetado al menos por ese lado, el ir lento. Pero el amor y la tensión, por supuesto que seguían latentes en el aire. Se tomaban la mano discretamente cuando estaban con los niños. Y las miradas llenas de afecto eran ya una constante.

Tanto Maddy y Carter habían insinuado la reconciliación, pero hasta el momento ambas fingían demencia cuando alguno sacaba el tema.

La ojimarron observo a lo lejos a la ex mandataria, no pudo evitar suspirar al ver la imagen que presenciaba, se acercó a ella por la espalda tomando ligeramente su cintura con una mano, y se asomo por encima de su hombro para ver al pequeño que Lauren mecia con cariño.

La ojiverde viro su atención a Camila, sonriéndole cuando la sintió a su lado.

-"Es hermoso, una suerte que no se parezca al papá" Susurró la ojimarron haciendo reir a Lauren, quien le dió un pequeño codazo por su comentario.

Graham Powell nunca sería del total agrado de la ojimarron, y Lauren lo sabía pero ambos llevaban una relación cordial, y eso funcionaba.

-"Me recuerda mucho a Maddy, era muy rubia cuando nació, después aparecieron unos mechones castaños." Murmuró mirando con cariño al bebé, recordando a su hija mayor.

Camila sonrió mirándola, siempre admiraba todo el amor que le tenía a sus hijos.

-"¿Y Carter?" Preguntó la castaña atreviéndose a acercarse un poco más, estando totalmente pegada a su espalda, en claro ejemplo de complicidad.

Para Lauren aún era difícil hablar de ese tema con Camila, y no porque no quisiera hablarlo con ella, si no porque la culpa seguía hiriendola, sabía que la ojimarron no guardaba ningún rencor, solo lo hacía por simple curiosidad.

Así que se olvidó de los malos sentimientos y compartió sus memorias con la ojimarron. Seguro ya le había platicado infinidad de veces a la castaña esas historias, pero Camila jamás se cansaría de escucharlo.

-"Carter era castaño, sus mechones eran mucho más poblados, y podría jurar que era igual a ti, probablemente era demasiado pequeño para hallar algún parecido con alguien, pero veía tu cara en el, incluso cuando creció notaba gestos tuyos en el" Recordó la ojiverde con su mirada llena de añoranza, mirando a Camila con ojos brillantes. -"Talvez en algunas cosas era mi subconsciente queriendo verte en todas partes, aún así agradezco lo idéntico que es a ti" Confesó con media sonrisa, la ojimarron no lo resistio y dejo un cálido beso en sus labios, y después uno más en su mejilla.

-"Te adoro" Fue lo unico que pudo decir la castaña, conmovida por la palabras de Lauren. Habían sufrido en el pasado, pero no cambiaría nada si al final, eran ellas dos juntas.

La ex mandataria no pudo responder, porque justo llegó Graham Powell, avisándoles que la cena estaba lista. Habían ido a cenar a la casa del ex agente del servicio secreto y su esposa, junto a los niños. Por eso mismo la ojiverde no habia querido despegarse de Graham David, hasta que su padre lo tomo para llevarlo a su habitación mientras cenaban.

Cenaron una deliciosa pasta boloñesa acompañada de una amena conversación, Graham y Camila llevaban una relación cordial, no eran amigos pero cruzaban algunas palabras con amabilidad, todos llevaban una plática activa dónde el pequeño Graham Jr. era el protagonista.

Primera AmanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora