𝑩𝒐𝒌𝒖𝒕𝒐 𝑲𝒐𝒖𝒕𝒂𝒓𝒐

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—¿Por qué no vas donde un psicólogo?

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—¿Por qué no vas donde un psicólogo?

—Sabes muy bien el porque no voy a un psicólogo. Además, tu eres doctora.

—Pero de animales, tonto. Acaso no puedes decirle a Akaashi que consiga algún psicólogo que no este limpio y que pueda atenderte.

Aleksandra conocía desde hace tiempo a Bokuto, no eran muy cercanos, pero cuando el de cabellos grisáceos necesitaba hablar sobre lo que sentía siempre llamaba a la de de cabellos negros, no importaba lo que estuviera haciendo o con quien estuviera la femenina, siempre mandaba a Akaashi para que la buscara, no le importaba si tenia que obligarla a venir, ya que Bokuto al ser el líder de Fukurodani podía hacer lo que quisiera.

—¿Por qué siempre me buscas a mi? No somos amigos que digamos, solo hablamos cuando tu envías a ese chico siniestro a traerme al trabajo para que venga a este lugar... Por el simple hecho de hablar contigo por cinco minutos mi vida corre peligro y bueno... a ti no te parece importarte lo que te estoy diciendo...

—Me largo de aquí...-dijo Aleksandra mientras se levantaba del sillón al ver que Bokuto no le estaba prestando atención a lo que decía.

—Porque me siento tranquilo contigo...por eso te busco, Aleksandra.

—No te entiendo, Bokuto... La ultima vez que hablamos casi me asesinas y ahora dices que te sientes tranquilo conmigo.

—Tu me hiciste enojar y por ello tuve que amenazarte.

La de cabellos negros trataba de conservar la poca paciencia que le quedaba, estaba cansada de tener que soportar a esos mafiosos, no podía tener una vida tranquila como el resto de las personas, todos los días tenia que estar alerta por si aparecía alguno de los chicos que trabaja para Bokuto por el motivo de que podían relacionarla con esa peligrosa mafia, cuando ella simplemente escuchaba los problemas del chico que había frente a ella.

—Te recuerdo que no soy ningún de tus empleados como para que me andes amenazando.

—La próxima vez que me vuelvas hacer enojar, no saldrás ilesa, Aleksandra.

Quizás fue por el enojo que recorría su cuerpo no pensó en las consecuencias de haber golpeado en el rostro a Bokuto, la de cabellos negros solo observo como el chico de cabellos grisáceos tocaba con su mano la zona donde había sido golpeado, Aleksandra se arrepintió de haberlo golpeado pero cuando se iba a disculpar, se detuvo al observar la delgada línea de su abdomen definido que apenas se podía observar por la abertura de su chaqueta, ya que no estaba utilizando nada debajo de dicha prenda.

Bokuto iba a golpearla en el rostro pero se detuvo al verla arrodilla frente a el, la de cabellos negros se coloco en el hueco que había entre sus piernas, observo cada uno de los movimientos de la femenina desde que había bajado por completo el c...

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Bokuto iba a golpearla en el rostro pero se detuvo al verla arrodilla frente a el, la de cabellos negros se coloco en el hueco que había entre sus piernas, observo cada uno de los movimientos de la femenina desde que había bajado por completo el cierre de su chaqueta, los besos húmedos que repartió por todo su abdomen, hasta que desabrocho el botón de los jeans que traía, lentamente bajo los bóxer del chico de cabellos grisáceos y para sorpresa de la femenina fue golpeada por el miembro erecto de Bokuto.

Aleksandra llevo su mano hacia la mejilla donde la había golpeado el miembro del chico, quería reírse por lo que le acaba de ocurrir, pero se contuvo la risa por el simple hecho de que Bokuto pensara que se estaba burlando de el.

—Primero me abofetea y ahora me esta mirando directamente a la cara.

"Creo que le gusta cuando toco aquí" pensó Aleksandra mientras tocaba con su dedo índice la punta rosada, un ligero jadeo escapo de los labios del chico y la femenina sonrió al escucharlo, continuo acariciando esa zona y a la vez bajaba lentamente su dedo y remarcaba las pocas venas que eran visibles, lo miro directamente a los ojos y acerco su rostro al miembro para ponerlo en su boca.

—¡Ah!

Empezó a succionar y a deleitarse con el sabor del miembro de, movía su lengua alrededor del pene del chico, al mismo tiempo que subía y bajaba su mano estimulándolo, los jadeos y gruñidos que salían de la boca de el de cabellos grisáceos hacían que su intimidad se humedeciera.

Termino de lamer la punta y sus ojos azules hicieron contacto con los ojos dorados del chico, en ningún momento aparto la mirada, su mano lo masturbaba lentamente, la femenina aumento la velocidad de sus movimientos, escucho como jadeaba el de cabellos grisáceos y de vez en cuando soltaba un gruñido.

Nuevamente introdujo el miembro a su boca, un leve gruñido escapo de los labios del líder de la mafia, su cabeza subía y bajaba tratando de introducirlo completamente en su boca, sin embargo, la de cabellos negros sintió una mano sobre su cabeza y al mismo tiempo sentía como Bokuto levantaba sus caderas haciendo que entrara aún más su miembro a la boca de la chica y haciendo que la femenina se ahogara un poco con su miembro.

—¡Joder, se siente tan bien!

Se escucho un fuerte gruñido de parte de Bokuto y al mismo tiempo que un liquido espeso y caliente inundaba la boca de Aleksandra, el de cabellos grisáceos aflojo su agarre y observo como la de cabellos negros se tragaba todo lo que tenia en la boca.

Aleksandra se levanto del suelo y sin darle tiempo a reaccionar Bokuto la había estampado contra el escritorio, tenia toda la parte de abajo pegada completamente a la mesa, dejando su culo a su perfecta disposición.

—Tendré que enseñarte a no golpearme, pequeña zorra.

Bokuto con una mano sostenía los brazos de Aleksandra impidiéndole que pudiera moverse y con su otra mano se deshizo de la falda y la ropa interior de la femenina, un fuerte gemido salió de los labios de Aleksandra cuando Bokuto entro de una sola estocada dentro de su interior, sus estocadas eran lentas pero profundas y con fuerza, la de cabellos negros evitaba gemir fuertemente ya que detrás de la puerta se encontraban el resto de los miembros de Fukurodani.

—¡Ah! ¡Koutaro!

Bokuto tomo entre una de sus manos el cabello de la femenina y jalo de el, haciendo que la femenina irguiera la cabeza, la velocidad de sus estocadas aumento y no tardo mucho en que el sonido de sus pieles chocando se empezara a escuchar por toda la habitación.

—Dime ¿A quien le perteneces?-dijo Bokuto mientras seguía embistiendo con fuerza.

—¡A ti! ¡Solo a ti, Bokuto!

—Se siente bien ¿Verdad? ¿Te gusta tu castigo, pequeña zorra?

Aleksandra simplemente asintió, ni siquiera podía hablar correctamente, la estaba embistiendo tan profundo y con rapidez que a duras penas podía asimilar las palabras que le decía, los gemidos que salían de los labios de la de cabellos negros eran ruidosos y constantes.

—¡Koutaro, Ah!

Apenas finalizo esa oración, gimió con fuerza cuando empezó a correrse como nunca lo había hecho, el de cabellos grisáceos dio algunas estocadas más con fuerza y salió de su interior para correrse sobre la espalda de la femenina. Ambos estaban agitados y con una fina capa de sudor envolviéndolos. Bokuto la limpio y luego la sentó sobre sus piernas, Aleksandra sentían que sus piernas temblaban como gelatina.

—Si todas nuestras conversaciones... terminaran de esta manera... es mejor que me consigas una silla de ruedas...

 es mejor que me consigas una silla de ruedas

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𝑯𝒂𝒊𝒌𝒚𝒖𝒖 & 𝑱𝒖𝒋𝒖𝒕𝒔𝒖 𝑲𝒂𝒊𝒔𝒆𝒏 𝑳𝒆𝒎𝒐𝒏𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora