18 ☪

1.4K 144 2
                                    

── Pero, maestro...

Callen no pudo contenerse más y detuvo al caballero.

El hermano mayor agarró la cintura de su hermana con ambas manos.

En ese breve momento, Callen frunció las cejas.
¿Por qué su hermana era tan delgada y ligera?

Era como si ella hubiera sufrido toda su vida. No entendía cómo una mujer adulta podía ser tan frágil.

Pero el pensamiento le pasó sólo por un momento.
Los pies de Kanna tocaron el suelo.

El ambiente se calentó.

Callen miró de nuevo al caballero y le ordenó.

── Fuera.

El confuso caballero no tardó en elegir qué lado tomar.

── Obedeceré sus órdenes, Maestro.

Incluso después de que la puerta se cerrara, Isabelle no pudo encontrar inmediatamente las palabras adecuadas.

La escena que se presentaba ante los ojos de la familia parecía tan inesperada que Kanna no se dio cuenta de inmediato.

Gritó Isabelle con retraso.

── ¡Hermano, qué estás haciendo!

── Cierra la boca.

Callen miró fijamente a Isabelle como si hubiera esperado esa reacción.

Isabelle tembló violentamente con todo su cuerpo.

── Isabelle, ¿qué has hecho?

Preguntó Callen en un tono exagerado, mostrando sus ojos con furia.

── ¡Cómo te atreves!

Callen sólo miró con ojos despectivos e ignoró sus palabras.

Era la primera vez que se enfadaba tanto.

Callen se atrevió a tocar el cuerpo de su hermana.

¿Cómo es posible?

A Isabelle se le llenaron los ojos de lágrimas. El miedo, la tristeza, la ira, todas las emociones la llenaron y envolvieron en una ola de la cabeza a los pies.

Lloró y gritó, sollozando.

── ¿Qué he hecho mal? ¿Qué he hecho?

A pesar de sus lágrimas, su expresión era feroz.

Isabelle se apresuró a buscar refuerzos.

── ¡Madre! ¡Mira las acciones imprudentes de mi hermano!

Pero esta vez Chloe no apoyó a su hija.

Chloe se vio incapaz de hacer nada por Isabelle, así que sólo fingió estar cansada y le tocó la cabeza.

── Estoy cansada después de todo este alboroto y estoy demasiado nerviosa. Necesito ir a descansar.

── ¡Madre!

── Isabelle, ven conmigo. Es casi tarde en la noche.

── Yo... ¡me quedo!

Isabelle sacudió la cabeza entre lágrimas.

No, no puedes irte así.

A menos, por supuesto...

¿Y si Kanna descubriera sus actos?

── Isabelle, vete.

── ¡Hermano!

── He dicho que salgas de la habitación.

La Usurpadora |Book 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora