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Tras un largo silencio, Callen continuó.

── Tú... no pareces estar hablando conmigo en este momento. No puedes oír nada de lo que digo.

── ¿Lo hago? Aunque tuvieras buenas intenciones, no las aceptaría.

── .... ¿Qué?

Sólo entonces se convenció plenamente Callen.

No importa lo que diga, no importa lo que haga, ella nunca lo aceptará. Más bien, el hermano se mostró sospechoso a los ojos de Kanna, y la chica sólo levantó la guardia.

── Estoy en negocios.

Dijo Callen, tomando una lenta respiración y luego exhalando para recuperar un poco el sentido común.

Se enfrió rápidamente.

── He venido a ofrecer un trato.

── ¿Un trato?

Ella escuchó atentamente. Sólo entonces pareció encontrar el favor.

── ...Habla.

Un trato, un contrato.

Kanna hacía este tipo de cosas.

Callen tragó y dijo.

── Por favor, sigue cuidando la salud de Lucy.

── ¿Por qué? ¿Todavía no crees que la haya curado?

── No lo hiciste.

Dijo Callen, suspirando fuertemente.

── Lucy no es una niña especialmente sana. Tiene una complexión frágil y pequeña en comparación con los niños de su edad.

── Bueno... lo es.

── Niña nacida de una sirvienta. Mi hermano, mi madre y especialmente Isabelle... No tratan muy bien a Lucy. Más bien, suelen estar enfadados con ella.

Ahora, pensó, entendía lo que Callen estaba sugiriendo. Lucy tiene siete años.

Cuando una niña en crecimiento está estresada, por supuesto que habrá problemas en su desarrollo.

── Por favor, haz una medicina que fortalezca el cuerpo de Lucy y mejore su cognición. Es una niña que permanecerá en silencio incluso si siente dolor, así que comprueba su estado de salud al menos una vez al día.

── ¿Y qué recibo a cambio, ¿cuál es el precio del tratamiento?

── Haré lo que me pidas.

── 2.000 de oro al mes.

Eso son unos 20 millones de wons según los estándares coreanos. Como pago por mi trabajo, la cantidad es claramente excesiva, pero para una mujer noble, es sólo un pequeño salario mensual para vivir.

Pero.

── De acuerdo.

──  ...¿Qué?

── 2.000 de oro al mes. ¿Y?

¿Qué dice ese chico?

── No son 2.000 de plata, son 2.000 de oro. ¿2.000 de oro? ¿Todos los meses?

── Me da igual que sean 2.000 de plata o 2.000 de oro. Si quieres 2000 de plata, te los daré.

── ....

Ah. Realmente.

Estoy haciendo un trato con Callen Addis.

── ¿Algo más?

La Usurpadora |Book 1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora