Nuevos Amigos

103 53 9
                                    

En uno de esos habituales días de clase, algo que no cambiaba en lo absoluto, se destacaba la forma en que todos lo trataban: ya sea una chica declarándose a él o siendo envidiado por los chicos.

A medida que transcurría el día, notó que alguien lo seguía constantemente después de las clases.

Kankey, al darse la vuelta, se encontró con un chico de estatura mediana, con ojos color avellana y cabello rosa oscuro que lo miraba fijamente.

─ ¿Y tú, qué haces siguiéndome? ─ Le preguntó Kankey.

─ Me presento, soy Yamamoto Shin, de tu clase, pero puedes llamarme Shino. ─ Se presentó el chico mientras Kankey lo miraba frunciendo el ceño.

─ ¿De dónde eres? ¿Te importaría ser amigos? ─ preguntó el chico, a lo que Kankey solo continuó observándolo sin responder.

─ No eres el único aquí que es envidiado y aburrido, ¿lo sabías? ─ Insistió el chico, refiriéndose a sí mismo.

─ No lo sabía, ─ respondió Kankey, tratando de no prestar atención a su comentario.

─ Vamos, no tienes a nadie acompañándote, al menos permíteme hacerte compañía. ─ Insistió el chico dando unos pasos, pero Kankey, notando su acercamiento, intentó alejarse.

─ No, gracias, estoy mejor solo,

Kankey lo observó nuevamente, no podía tomarlo en serio, tenía la boca tan llena que ni siquiera parecía una persona. Así que lo único que hizo fue seguir su camino y nuevamente sintió los pasos del chico siguiéndolo.

─ Bueno, ya somos amigos ─ mencionó el chico con la boca llena, dando por sentada su amistad con Kankey.

─ Puedes acompañarme a partir de ahora, pero no cuentes conmigo para tus travesuras, estoy seguro de que intentarás involucrarme ─ advirtió Kankey seriamente.

─ Ok, no te prometo nada ─ se rió el chico, sabiendo que era casi imposible mantenerse alejado de problemas, aunque tratara de evitarlos.

Kankey lo observó con seriedad, pues al escuchar sus palabras, pensó de inmediato en la mala suerte que tuvo al cruzarse con ese chico y aceptar su amistad.

Después de unas horas, Kankey notó que algo era extraño con Shino, que permanecía inmóvil y distante desde hace un tiempo. También notó que Shino había estado quieto todo el tiempo, lo cual no era usual, ya que estaba siempre en movimiento, excepto cuando era hora de comer. Hoy era diferente.

Kankey se acercó y al ver el rostro de Shino, se llevó un gran susto. El chico parecía desorientado y no del todo consciente, pensó Kankey. Pero...

─ ¿En algún momento desde que te conozco has estado en buen estado mental? ─ se preguntó Kankey.

─ ¿ME ESCUCHAS? ─ preguntó Kankey.

─ ¡REACCIONA! ─ insistió Kankey, sacudiendo su cuerpo con fuerza.

─ Ah... c-cómo... est-tás... Kan...key... ufff... para, eso marea... ─ balbuceó Shino.

Kankey lo ayudó a ponerse de pie y el chico se tambaleó. Shino se apoyó en Kankey y lo abrazó, buscando soporte para no caerse, pero su cuerpo pesado arrastró a Kankey al suelo junto con él.

─ ¿Qué te pasa? ¿Por qué actúas así? Estás raro. ¿Hoy tomaste alcohol o algo por el estilo? ─ preguntó Kankey.

─ No sé, apenas almorcé el sándwich de siempre, una malteada y mi pastilla para las alergias. ¿Por qué? ─ informó Shino, mientras Kankey fruncía el ceño.

Hitomi no Nikki Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt