12. Falta de pulso

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Decir que está pasmado es quedarse corto. Cuando dijeron que iban a conquistar, se lo tomaron demasiado en serio. Jin tiene fácil mezclarse entre las personas que acompaña, discretamente jalando a cada niño que se topa en su camino y al final, comulgando a doce en una misma habitación. Cada uno de ellos llorando y colaborando en el escándalo.

Jin siente que el corazón se le aprieta, con la más alta y mayor de ellos empujándolos hacia atrás, luchando por no romper en llanto escandaloso y angustiado. Jin los asusta al disparar una ráfaga al suelo, quitando así la madera. La confusión por sus acciones es enorme.

—Van a bajar de la montaña, llegar a la ciudad y esconderse en el edificio que tiene dos autos en la entrada. estará a salvo ahí. iré en unos días por ustedes ¿Me están entendiendo? —la niña asiente apurada—. Cuídense entre todos, no lloren y no hagan ruido. —ordena haciéndolos bajar con brusquedad.

Puede engañar con su actitud, con sus palabras; herirse con el fin de demostrar su inmunidad o obtener algún beneficio. Sin embargo, jamás va a matar niños. Escapa de su línea de acciones posibles. Incluso si queda como un inútil por no jalar el gatillo, su consciencia estará más limpia que el océano antártico.

Al salir de ahí, todos escaparon por el agujero, pensó en buscar a más niños. Ciertamente habían demasiados afuera cuando llegaron y los chillidos que aun escucha, acompañado de los tiroteos, promete que habrá más.

Dispara una ráfaga por accidente y boquea, retrocediendo un paso. Hay tres cadáveres frente a él y con la situación siendo realmente oportuna, dispara a la cabeza de todos ellos. Sean inmunes o no, morirán y Hyejun junto a su equipo llegan para ver eso. La mujer sonríe satisfecha.

—Alguien de verdad tiene un fuerte instinto de supervivencia y necesidad de un grupo ¿Eh? —mofa Hyejun y Jin se muerde los labios sin parar.

—Parecía que quería huir.

—Al final consiguió atraerlos hacia él

—Su actitud tonta sirve a su favor. Que irónico.

Jin siente picazón y como si el arma en sus manos le quema. Fueron disparos demasiado torpes. No hay ni uno solo que haya sido porque él lo deseaba. Respira profundo y sonríe con deje torpe hacia Hyejun que le da un par de golpes en el brazo.

~ * * * ~

—Así que mudanza nueva. Ni siquiera en mis mejores tiempos me mudé tanto.

—Supongo que esto es incómodo—repone Jin con una sonrisa incomoda. Chaewoon encoge de hombros. es increíble el desánimo que los dos médicos tienen encima—. Aunque si pudieran... ¿A dónde irían? No creo que haya mucho más a donde ir y estar solo es de lo peor. —dice discreto y vigilando la reacción de los contrarios.

—Iría con un grupo que de verdad le importe seguir vivo en lugar de buscar conflictos por gusto. Este grupo puede irse a la mierda. —responde Chaewoon con tal prisa que Jin se inclina atrás, intimidado por la señora mayor. Su cara de susto hace reír a -

—No le puedes peguntar sobre eso. Es muy apasionada. —comunica él y Jin asiente de acuerdo.

—Si Hyejun hace esto para vigilarme con su nuevo perro, no me interesa. Ella sabe perfectamente que la tiraría por un barranco si pudiera. —Continúa refunfuñando y Jin se muerde los labios. Ummm, esto es un inconveniente que no vio venir.

~ * * * ~

—Si no quieren que los mate, tendrán que pelear hasta que yo lo diga.

Jin se mantiene atrás de la mayoría de personas, sin querer ver a niños peleándose entre sí hasta el punto de sacarse sangre. Tan desesperados, que no saben qué hacer además de obedecer. Rasguñarse, romperse dedos de las manos, la nariz; incluso sacarse los ojos. Incluso con lo salvajes que llegan a ser, Jin no puede verlos como animales a diferencia de las personas de esta comunidad.

Sempiternal: Contaminated || BOOK 3#Onde histórias criam vida. Descubra agora