CAPITULO DIECIOCHO

43 7 0
                                    

A medida que la semana se acercaba a su final, se le hizo difícil dormir. Al principio, había sido agradable, dormir en la cama de Hyun Joong. Hyun Joong probablemente no había tenido la intención de que hubiera caricias ni acurrucarse, pero nadie había detenido a Saeng cuando cada noche se acercaba un poco más. Algunas noches, simplemente se quedaba dormido y se despertaba casi tumbado encima de Hyun Joong, pero a veces, lo hacía intencionalmente también. Probablemente no debería, pero Hyun Joong era cálido y olía bien. Era como dormir con una descomunal almohada afelpada recién salida de la limpieza en seco. Sólo que no lo era, porque las almohadas no tenían forma de cuerpos que lo encendieran.

Era difícil irse a dormir cuando estabas luciendo una erección por el hombre a tu lado, pero no era eso lo que hacía sus noches difíciles. No, como Morris había predicho, las ansias por drogas habían regresado. La cantidad mínima de medicamentos que estaba tomando todavía no eran suficientes para evitarlos. Así que pasó de no hacer nada excepto dormir a no dormir en absoluto.

―Eres como un Koala, ― dijo Hyun Joong el sábado por la noche cuando Saeng agarró su brazo quizás un poco demasiado apretado.

Aflojando sus dedos alrededor de la piel de Hyun Joong, Saeng contempló si debería decir algo. No era como si Hyun Joong pudiera ayudar, incluso si Saeng confesaba, pero si iba a ser apretado hasta la muerte una noche, probablemente merecía saber por qué.

―No puedo dormir, ― Saeng dijo.

― ¿Por qué no?

Mientras esperaba ser juzgado, Saeng apoyó la cabeza en el pecho de Hyun Joong. Se levantaba y caía rítmicamente, casi como si el otro hombre estuviera dormido. Estando acostado allí con él se sentía como estar en un barco, en el ojo de un tornado que no podía tocarlo mientras Hyun Joong estaba sosteniéndolo. Hyun Joong lo hacía querer ser el tipo de persona que podía superar una adicción.

― ¿Por qué empezaste a usarlas? ― Hyun joong preguntó eventualmente, acercando una mano a la espalda de Saeng, como si le dijera silenciosamente que no iba a salir de aquella habitación.

―No lo sé, ― Saeng dijo. ―No, realmente, ― añadió antes de que Hyun Joong pudiera hacer algún comentario al respecto. ―Era sólo... bueno, si tuviera que resumirlo en tres palabras, diría 'mi primer novio.' Él me metió en ello. Drogas suaves al principio. ―Saeng hizo una pausa. ―No lo culpo, sabes. ― No tenía idea de por qué sentía que tenía que defender a ese cabrón, pero era un simple hecho. ―Scott me introdujo en las drogas, pero no es la razón por la que seguí usándolas.

Saeng apretó los dientes al recordar su propia estupidez. Él podría haber salido entonces, pero no lo había hecho. Sólo se había centrado en esa victoria que le había dado consumir drogas: había sido capaz de dejar de cortarse. Esas cicatrices se estaban poniendo feas.

― ¿Por qué, entonces? ― Hyun Joong preguntó.

Saeng respiró profundamente. No había manera fácil de resumir cada paso incorrecto que había tomado. Era como si alguien le hubiera entregado una brújula amañada al nacer y la hubiera seguido religiosamente por demasiado tiempo.

Medio tumbado encima de Hyun Joong, se encogió de hombros.

―Era más fácil que parar.

Si HyunJoong lo iba a juzgar por eso, no había nada que hacer al respecto. Cerrando sus ojos, trató de ignorar el familiar deseo roer sus entrañas.

Respiró el olor de Hyun joong como si pudiera recurrir a algo de esa fuerza residiendo en el cuerpo debajo de él.

Hyun Joong habló.

―Supongo tendemos a hacer lo que es más fácil, ¿no?

Saeng parpadeó hacia Hyun Joong, aunque en la oscuridad, no podía ver mucho.

¿𝐒𝐎𝐘 𝐒𝐔 𝐑𝐄𝐌𝐏𝐋𝐀𝐙𝐎? /𝐇𝐘𝐔𝐍𝐒𝐀𝐄𝐍𝐆/𝐘𝐀𝐎𝐈/𝐒𝐒𝟓𝟎𝟏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora