Gatito solo

51 3 0
                                    


Las personas no siempre son como aparentan ser, no siempre llegan con buenas intenciones, no siempre quieren proteger, a veces, lo único que quieren es cuidarse a si mismos y eso no es malo, eso es parte de la vida, el problema llega cuando el león mata más de lo que puede comer.


En el diario:

Nunca tuve una mamá, nunca pedí una, siempre fui feliz con lo que tuve, pero ahora llegó una mujer que se a proclamado como mi madre, no entiendo lo que pasa, pero mi padre se ve feliz y pasa mas tiempo conmigo, es mas, hacemos todo juntos, siento que todo está bien, extraño mucho a Weimar, sus cartas me han llegado y dice que es muy divertido, dice que me extraña, yo tambien lo hago, espero regrese pronto para poder estar los tres juntos.



¿Ustedes creen en el estereotipo de las madrastras? No todas las madrastras son malas . . . pero no todas son buenas.



En el invierno de 1912 la vida de Reich de 8 años y de su pequeña familia caerían en desgracia, en 1904 Imperio austrohúngaro los dejó, siendo Reich aun un pequeño niño, esto dejó un vacío en la familia, a pesar de la falta de una madre, Imperio alemán siempre les brindó amor a sus dos pequeños niños, cuando Impero Austrohúngaro se fue, lo primero que dijo I. Alemán fue "Mi niño no se lamentará por eso".

Reich era muy pequeño y no entendía lo que pasaba en la familia, pero para Weimar fue algo complicado, perder a esa persona que tenía como figura materna fue difícil, él sabía que aunque ella no fue la mejor madre supo como manejar la situación y ganarse el afecto del pequeño con el que solía cortar flores. Pasó de ser un pequeño de 8 años a entender que debía de cuidar de su padre y su pequeño hermano, cosa que aun no olvida, teniendo 16 años, cada mañana despierta preocupado, pensando en cual será el destino de su pequeño hermano de tan solo 8.

Imperio Alemán sabía que ahora estaría muy ocupado teniendo que representar a su nación, no quería dejar a su pequeño solo, por lo que tuvo que buscar un reemplazo de madre, ahí es cuando conoce a Imma, la tímida y linda mujer de 22 años, ella era la sobrina de uno de los hombres mas importantes del imperio, él solía asistir a eventos a pedido del Kaiser y así fue como se conocieron, Imperio Alemán necesitaba a alguien con quien hablar e Imma fue quien lo escuchó, I. Alemán pedía consejos de crianza y con el tiempo vio algo mejor en ella, 8 años después de la separación con I. Austrohúngaro, I. Alemán se casó con Imma a escondidas de su pequeño hijo, Reich, por otro lado, Weimar sabía de todo el plan que orquestaba su padre y lo consintió con la única condición de que ellos le dijeran a Reich la noticia, se sentía feliz de que su padre encontrara a alguien mas a quien amar.

Narra Reich

Mi papá se veía feliz, la casa se llenó de actividades, practicas de pelea y eventos sociales, se sentía cálido, sentía que tenia una mamá y un papá, mandaba muchas cartas a Weimar, él se alegraba de que lo estuviera disfrutando, todo parecía ir bien, pero unos meses después papá tuvo que partir, yo me sentía feliz de poder pasar más tiempo con Imma, pero ella comenzó a criticar cada detalle, se molestaba por todo y discutía con las sirvientas, cada mínimo error lo tomaba como excusa para gritar a todos, incluyéndome, la mayoría de veces era por cosas insignificantes como la comida, el jardín, el sistema de la casa o algún juguete fuera de lugar, ella bebía mucho, solía beber dos botellas de licor cada noche y todo el tiempo se quejaba de mi padre, siempre por cosas distintas, sospechaba que la estaba engañando, que la había dejado sola conmigo, que en realidad estaba en bancarrota, siempre nuevas excusas, yo trataba de ignorar lo que pasaba, pero era inútil, y con el tiempo ella empezó a intervenir en mis clases, sobre todo en las de violín, cada tarde se sentaba en el mueble y criticaba mis practicas con el violín, mi maestro decía que era perfecto y me defendía de ella, siempre le agradecí por ello, pero había ocasiones donde ella perdía el control, como esa tarde cuando llegó ebria.

Imma: Otra vez.

Maestro: Pero señora, ya es muy tarde, el niño tiene que descansar y usted tambien.

Imma: ¡¿No me has escuchado?! ¡Dije que volvieras a repetir esa melodía, estúpido niño!

Maestro: No, Reich irá a descansar, si nuestro Imperio llega a enterarse de esto nos mat-.

Imma: No me respetas, yo mando aquí ¡¿Entiendes?!

Mi maestro no pudo terminar de hablar, no recuerdo muy bien lo que pasó, pero si recuerdo el dolor, ella tomó una guitarra empezó a pegarme, no se quien rompió mi violín, quizás fue ella, pero la verdad es que no lo se, me golpeó por todo lado, dolía mucho, el sonido de la caja es algo que jamás olvidaré, después de tantos golpes terminé desmayado, pero no es mi culpa, yo no sabía como debía de actuar, no sabía como defenderme, después de todo, esa era la primera vez que alguien me levantaba la mano.


Después de eso la casa se volvió caótica, todo iba peor, ella se volvió mas violenta, ella estaba loca, Reich no tenía el valor de contarlo a su padre y mucho menos a su hermano, guardó todo su dolor dentro del pequeño diario, cada noche era igual, insultos y golpes "lo estás haciendo mal" cada noche era lo mismo, Reich, era lo mas importante de la familia e Imma se sintió amenaza, tomó al pequeño para sus descargas de ira, Reich aprendió a manejar sus movimientos con un cuidado extremo, para evitar que Imma se enojara, pero Imma no necesitaba motivos, ella creaba los motivos, ya había pasado un año desde que espesó todo el caos, Reich se sentía como un intruso en su propia casa, pero para evitar problemas se guardó el dolor y mostraba su mejor cara en cada visita que hacía su padre, pero no era el único que lo hacía, empleados, soldados y hasta los pequeños niños, todos guardaron silencio, todos cometieron traición.

La historia detrás de la historiaWhere stories live. Discover now