Emma es una joven cuyo mundo cambia totalmente al ser transportada a un lugar aterrador y desconocido para ella. En su travesía para volver a casa, se encuentra con un Rey tan hermoso como frio. La naturaleza, el reino e incluso aquel bello ser le d...
—¿Y entonces? ¿Encontró lo que buscaba, su Majestad? — pregunto la joven de cabello oscuro al Monarca.
Estaban los dos en la biblioteca, y la muchacha no había podido aguantar la curiosidad; al escuchar la pregunta, el rubio elfo dejo lo que estaba haciendo y se puso de pie.
—Todo indica que si — respondió caminando hacia un estante y tras estirar su largo brazo, bajo un libro —. ¿Sabes? Al principio estuvieron algo renuentes a compartir la información conmigo... pero bueno, estas son épocas difíciles. Hay cosas más preocupantes que tratar, y no pueden enemistarse con un potencial aliado como lo es Mirkwood; asi que tras una no tan breve negociación, accedieron a prestarme por un tiempo esto — declaro, mostrándola la cubierta de un libro bastante gastado.
La chica abrió los ojos cuando noto que en este estaba escrito:
"Compendio de las almas".
El Rey lo abrió entonces, y comenzó a hojearlo, hasta que dio con la pagina que le interesaba; una vez la hayo, doblo la hoja en esta y se lo extendió a la joven humana.
—¿Puedo? — pregunto ella, a lo que el elfo asintió.
—Todo es un desperdicio, a excepción de esta página — le dijo, mientras la joven comenzaba a leer el contenido en silencio.
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Sin embargo, mientras más lo hacía, no pudo evitar sentirse confundida.
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—Su Majestad... esto no es para volver a mi mundo...
—Lo se — respondió totalmente sereno —; jamás fue mi objetivo, al menos de manera intencional, que investigaras en los textos silvanos para volver al lugar de dónde vienes. Por supuesto, si lograras encontrar la manera no me opondría... pero la razón principal es otra. ¿Puedes adivinar cuál?
La muchacha bajo el libro, y a pesar de que no queria admitirlo, finalmente lo dijo:
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