Día 4: "Marca"

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Shipp: Sísifo x Defteros

Universo Alterno.// Fantasía histórica.// Mención de temas como el clasismo y esclavitud.

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Nacer en una familia Aristoi* no era la fantasía utópica que muchos creían. Desde niño tuvo cientos de responsabilidades, restricciones y estándares y expectativas que llenar.

Siendo el segundo hijo, Omega, no se esperaba mucho de él. Su única obligación sería aprender de su madre las labores del hogar, obedecer a su padre y casarse con el Alpha que pidiera su mano en matrimonio, obedecerle en todo y darle hijos fuertes y sanos. Su hermano mayor, nacido Alpha, sería el sucesor de su padre, quién heredaría todo cuando su progenitor muriera, incluso ya estaba casado, y con un hijo. Así que todo debería estar bien... O al menos eso creyeron todos por un momento.

Su hermano enfermó gravemente de un día para otro, y por más que varios médicos intentaron encontrar alguna cura, ninguno logró nada, e Ilías perdió la vida, dejando huérfano a su único hijo, de apenas un par de meses de nacido, cuya madre murió poco después de dar a luz.

Sísifo tenía apenas 14 años cuando Ilías partió al reino de Hades, dejando a todo el clan en la incertidumbre. Regulus había nacido Omega, un no ciudadano*, del que ahora el padre de Sísifo debía tomar la responsabilidad, como tutor* gracias a que Ilías se negó rotundamente a abandonarlo. Ahora su única opción era encontrar un buen esposo para ambos Omegas, con la esperanza de que de alguna de las dos uniones naciera un Alpha.

Sísifo ya estaba en edad de casarse, pero su madre ya era demasiado mayor como para encargarse de un recién nacido, así que se le encomendó a él la tarea de cuidar de Regulus y prepararlo para que fuera un buen Omega.

En parte agradecía eso, ya que no tenía deseos de casarse con un completo desconocido, pero sabía que el alivio le duraría poco, solo hasta que cumpliera su mayoría de edad. Era lo máximo que podrían esperar.

Pasó los siguientes cuatro años de su vida con Regulus, en el gineceo*. Siendo prácticamente una madre sustituta para su sobrino, enseñándole las labores del hogar desde una edad muy temprana, el bordado e hilado, y algunos cálculos básicos que le servirían cuando se casara.

Pero el tiempo se había terminado, su cumpleaños número 18 estaba a solo un par de meses, y con él, su boda con el Alpha que había dado la dote* más grande a su padre.

Regulus era apenas un pequeño de cuatro años, sabía que tendría que dejarlo, no podía llevarlo con él, y quizás jamás volvería a verlo. Pero nada podía hacer al respecto, al fin y al cabo, no era más que un Omega... Si tan solo Ilías siguiera vivo...

Aún no sabía ni siquiera el nombre de su futuro Alpha, pero los esclavos que eran parte de la dote que su padre había recibido por dar su mano en matrimonio, ya habían llegado, al lado de los animales y demás riquezas.

- Tío...- Lo llamó el pequeño, mientras hilaban.

- ¿Qué pasa, Regulus?- Preguntó, dejando de lado los hilos para centrar toda su atención en el infante.

- Después de que te cases... ¿Qué va a pasar conmigo?

Ver los ojos vidriosos de Regulus hizo que su corazón se estrujara. Los dos sabían la respuesta, siempre la supieron y fueron conscientes de que ese día llegaría, pero eso no la hacía menos dolorosa.

- ¿Vas a dejarme?- Inquirió Regulus, derramando un par de pequeñas lágrimas.- ¿Verdad?

- Regulus... Sabes que no quiero hacerlo, pequeño, pero... No tengo opción.- Suspiró, limpiandole las lágrimas, intentando no llorar.- Pero, estarás bien. Los dos lo estaremos.

Omegacember 2022: Saint Seiya Shipps Where stories live. Discover now