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"Fingiendo que nada sucede no lograremos llegar a ningún lugar, jamás seremos libres si no nos enfrentamos a él" aquellas palabras rondaban por su mente, la linda chica se encontraba en la sala, acostada en el suelo mientras su padre se encontraba en un sillón frente a ella.

— no quería incomodarte — comenzó Rubius viendo a la pequeña perdida en sus pensamientos— pero te veo algo... preocupada — mencionó después de una pequeña pausa, obteniendo la atención de la contraria — ¿algo pasa?

La chica se sonrojó, ¿qué le diría a su padre? Deseaba contarle todo, era la única persona en la que podía confiar, pero, al mismo tiempo, no podía salir ni una sola palabra de su boca, Alex le había hecho jurar que no diría nada pues, en palabras del pelinegro, "el plan se arruinaría" planeó por un momento sus palabras, respiró profundamente y le dio a su padre lo que no esperaba, pero sabia que eso seria suficiente para mantenerlo pensando en ello sin prestarle atención a los crecientes nervios de su niña.

—besé a Al... Quackity— se corrigió rápidamente, el oso no conocía el nombre Alex, nadie mas que ella lo hacia, pues él solo confiaba en ella y ella solo confiaba en él, seria incapaz de mentirle...

— así que era eso — sabía que su chica ya no era una niña, pero esperaba que jamás se enamorara, que menos lo hiciera de un chico que apenas conoce, incluso prefería que se enamorara de Lolito, aun ese loco, pedofilo e inestable hombre le inspiraba mas confianza, no es que conociera algo malo de Quackity, pero dicen que los padres tienen un sentido del peligro mas desarrollado y ese chico le gritaba peligro con cada una de sus acciones, su mirada se veía traicionera, su sonrisa parecía que podía matarte en cualquier segundo y cuando volteo a ver a su niña... ella estaba feliz, sus mejillas estaban sonrojadas, sus manos cubrían su cara, sus piernas estaban cruzadas y una linda sonrisa cruzaba por su rostro, el oso suspiró, esa era su niña y amaba verla feliz — si él te hace feliz, yo soy feliz, pero adviértele que tu padre es celoso y no deja que nadie le haga daño a su amor y tu, T/N eres el amor de mi vida, como te toque un cabello... — escuchó a su niña tocer falsamente, tal vez se había pasado un poco— el punto es que, espero que él te haga feliz pequeña, aun así quiero seguir siendo tu hombre favorito

—eso siempre... papá — vio la cara de asombro del mayor

—¿me dijiste papá?— el policía tenía los ojos brillosos, estaba al borde del llanto, sentía que todo el peso de hace unos segundos se había ido

La chica también sentía un peso irse de sus hombros, su padre había dejado de cuestionarle, la explicación fue suficiente, una sonrisa triunfante se escapó de sus labios, ahora solo tenia que ver la forma de escapar una noche para acompañar al chico a su antiguo hogar, aquel que le traía malos y buenos recuerdos por igual, regresaría a Las Nevadas solo por una noche y le demostraría a Quackity que no lo necesitaba, que sus brazos solo tenían espacio para Alex, que sus manos solo podían tomar las de su nuevo compañero de vida, que sus labios se amoldaban perfectamente y que aquellos ojos le veían como lo que el nunca pudo, Quackity no la cambiaria por Slime, tampoco la cambiaria por una venganza estúpida, él solo tenia ojos para ella y ella para él, estaba preparada para lo que se viniera y nadie le haría cambiar de opinión.

"Salimos esta noche, no olvides traer tus cosas para viajar durante toda la noche y regresaremos a la mañana siguiente, no le avises a nadie, el plan se arruinaría"

Recibió la carta, T/N estaba preparada para luchar a un lado de Alex y Alex estaba preparado para luchar por sus ideales.

Who si he? (Quackity y Tu)Where stories live. Discover now