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Los días en las nevadas siempre son iguales, un gran show acompañaba a los apostadores compulsivos, Quackity acompañaba a algunos por momentos, su elegante traje negro a juego con una corbata del mismo color y una camisa blanca impecable hacia que su figura se viera elegante y totalmente estilizada, a su lado se encontraba una guapa T/N con un hermoso vestido rojo largo acompañado de unos tacones beige con suela roja, unas pequeñas pulseras Rose gold y un collar con una pequeña Q y un corazón, la brillante pareja perfecta había regresado y aunque a algunas personas no les interesaba en lo más mínimo, otras sabían que Quackity estaba de buenas desde que la chica había regresado.

—una ronda de cervezas para todos— anunció el dueño del casino haciendo que todos gritaran de emoción

—cariño, una ronda es muy poco — menciono la hermosa chica tomando la mano de su pareja y mostrando un lindo anillo de diamante

— tienes razón, cinco rondas — este anuncio sorprendió a todos, haciendo que se emocionaran y empezarán a tomar las cervezas

La pareja se retiró del casino caminando por el lobby y pasando a un lado de la recepcionista quien con una amable sonrisa les deseo buenas noches

—asegúrate de que todos tomen las cervezas, bebidas o lo que sea — dijo T/N a la recepcionista y a un par de guardias que se encontraban ahí

— la casa nunca pierde— susurró Quackity tomando la cintura de la chica— sabes cómo es aquí, contigo las nevadas serán aún más fuertes, esos imbéciles...

Para T/N ese era un día normal como muchos otros, ya conocía las tácticas del mercenario empresario, el alcohol para hacerlos gastar más, cuentas excesivas y entre más drogados y alcoholizados eran mas fáciles de manipular, sintió unos labios chocar contra los suyos, una danza interminable entre ambos pares de labios, unas manos en su cintura acariciando desde su espalda alta hasta un poco más arriba de su trasero, una lágrima escapó de sus ojos, extrañaba a su papá, amaba saber que su hermano estaba bien pero su papá seguro estaba preocupado por ella.

—estamos en la mitad del pasillo, detente — habló T/N cuando sintió que la mano se deslizaba entre sus muslos— detente ya, Quackity— la chica lo separó de su cuerpo y caminó lejos del azabache, cuando estuvo suficientemente lejos se sentó en el suelo a un lado de una maceta gigante con una linda planta con flores pequeñas, sonrió al verla pues recordaba que ella las había plantado hace un tiempo en un intento por hacer el casino/ hotel un hogar — siguen oliendo igual de rico, como desearía que papá Rubius estuviera aquí— se levantó del pequeño lugar que había sido su sitio seguro para caminar hasta la habitación de su hermano

—hola fea — dijo Dream abriendo la puerta y dejando ver a su hermana quien tenía el rimel corrido en un mar de lágrimas — ¿qué tienes T/N?— se preocupó el mayor dejando entrar a la pequeña entre lágrimas, de nuevo tenían 10 y 6, estaban en su habitación llorando de miedo por los intensos gritos de una madre alcohólica y un padre drogadicto, aún se intentaba hacer el fuerte para que su linda niña siempre estuviera bien, pero últimamente era casi imposible

— extraño a mi papá Rubius, te caerá increíble cuando nos salve y nos vayamos de aquí — aseguró la chica entre lágrimas

—claro que si fea— dijo intentando que la chica no sintiera su miedo, pues era muy probable que jamás pudieran irse de ahí.

Who si he? (Quackity y Tu)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon