Who si he? (Quackity y Tu)

16

—todo estará bien, lo sabes ¿verdad?— la chica acariciaba el rostro de su hermano, sus ojos llenos de tristeza, sus grandes ojeras y sus labios apretados

Dream no se fiaba de ese hombre de apariencia imponente, con un traje perfectamente acomodado a su cuerpo, aquel que los veía desde su escritorio, un brazo cruzado sobre el escritorio mientras que el otro tenia el codo recargado y la mano en su mejilla con una mirada pensativa, sabia que los estaba analizando, buscaba donde podía hacer mas daño, donde podía pegarle de la forma mas fuerte y de primera mano sabia que todo lo que él planeaba con su pequeña hermanita no era bueno, vamos, el gran Quackity de las nevadas, el lugar mas divertido del mundo, aquel lugar que había sido la perdición de los hermanos.

—no debiste venir, estabas mejor allá— menciono bajando el rostro

—tenia que venir, ahora estas mejor y estarás mejor, nadie te volverá a hacer daño — tomó el cepillo y sumamente cepillo el enredado cabello de su hermano

—yo debo cuidarte, no tu a mi — dejó que la chica cepillara su cabello en silencio

—las reuniones familiares son tan lindas ¿o no? Cuñado— Quackity habló con una gran sonrisa adornando su rostro, ya habia comenzado con hacer daño, primero a T/N mostrándole lo terrible que estaba su hermano y culpándola por todo, ahora con Dream— ella regresó solo por ti, quería saber que tu estabas bien — y aunque esto era mentira, el mas alto no lo sabia, su corazón se estrujó y las lagrimas comenzaron a salir — que lindo ¿no? Ella haría cualquier cosa por ti, ¿cierto, cariño? — la chica asintió, el del traje se acercó a ambos y acarició la espalda de la linda mujer entre ellos — ve a descansar un momento, Dream, mas tarde iremos a cenar algo, debes estar hambriento

Y con esto, uno de los ayudantes del casino llevó al chico a su habitación.

—oye... — ella tomó la mano del contrario— quiero ir a nuestra habitación ¿es igual que antes?

T/N no entendía porque su corazón latía tan rápido cuando tomaba aquella mano, era suave, el contacto con esa piel era increíble, su mano era cálida, y ese cuerpo, que comparado con el suyo era grande, la acerco, la abrazó haciendo que su rostro quedara en el pecho del mayor, se llenó del olor que emanaba ese cálido cuerpo, por un momento deseo jamás haber dejado esos brazos, para este punto estarían casados, tal vez, y seguro tendrían una familia, otro gran tal vez apareció por su mente, tal vez solo estaría esperando a que regresara de algún lugar con Slimecicle.

— se parece bastante, pero esta mas limpia — esto hizo reír a ambos — las épocas de apuestas no nos hacían muy bien

—este lugar es una apuesta gigante — respondió con una sonrisa

—aposté y gané— replicó separándose del abrazo y caminando hacia la habitación que antes compartían — y no planeo perder jamás

Aquellas palabras recorrieron su cuerpo, a qué se refería, vio esa sonrisa confiada y se dio cuenta, él jamás cambiaria, seguía siendo el mismo dueño de casino, estúpidamente millonario, cruel, de pronto recordó la ultima vez que intento besarlo, recordó ese nauseabundo olor a alcohol y esa mancha de labial en su cuello, cualquier mujer estaba a sus pies y nadie era suficiente, le asqueo de nuevo, el hombre a su lado no era el que quería tener y esas manos que la dirigían a una habitación vacía le recordaron a Alex, le recordó el sincero beso de amor que le dio antes de irse, sabia que ese chico no estaba ahí, todos tenían que luchar por sus ideales, ¿por qué ella siempre tenía que estar en medio de todo?

—has perdido más de lo que has ganado, pero felicidades, el esfuerzo es lo que vale

Ella ya no era la estupida chica que dejo un día llorando, ya no era la chica que se fue lastimada y llorando.