AMOR PROHIBIDO. TERMINADO.

CAPITULO 18.

—¿Mamá?—pregunta sorprendido Maximiliano cuando llegamos a casa y vemos a la visita misteriosa.

—¡Mi Maxii!—grita mi "suegra" bueno, ahora se puede decir que si o si es mi suegra.

Es obvio que me desagradó mucho su visita, igualmente fingo sonreír. Me quedo parada a lado de Joseph.

— Ay, mamá.—se queja Maximiliano incómodo por el abrazo de su madre.

— Pero si estás tan grande... Espera, ¿Que hacías con esa?—pregunta molesta señalandome.

— Estábamos comprando algunas cosas, y no le digas asi, que tiene un nombre.—me "defiende"

— Pero mira tú, si hasta te defiende... Ay mi Joseph, deberías de estar más atento a lo que tú mujercita está haciendo, no vaya a ser que está seduciendo a mi Maxi...—no dejo que siga hablando.

— Mire señora, no dejaré que este hablando así de mi y mucho menos que siga insinuando que pueda tener algo con Maximiliano, mi cuñado. Yo amo a mi esposo y le respeto, nunca pero nunca tendría algo con Maximiliano, me voy a dormir, adiós.—hablo con amargues. Soy una maldita mentirosa. Veo una pequeña sonrisa de Max cuando digo eso último.

Joseph trata de detenerme pero yo ya me encuentro subiendo las escaleras sin ánimos de hablar con nadie.

Cierro la puerta detrás de mi. Me tiro en mi cama suspirando y asimilando que la bruja de mi suegra ha vuelto y será un completo infierno. Lo único bueno es que Maximiliano está aquí.

Mi celular vibra. Tengo un mensaje de Maximiliano.

« Bien mentirosilla al decir que nunca tendrías algo con tu cuñado eh. Igual me dolió 😢» Me da risa el emojin que envío.

« Pobrecito 😿» envío ese mensaje, me da un poco de miedo de que alguien pueda ver el teléfono de Maximiliano y nos descubra.

« No te burles de mi 😑😠 » me encanta cuando usan emojis en modo de sarcasmo.

« Esa es mi tarea en tu vida»

« Además de besarme, claro está 😏😉 »

Estoy con una gran sonrisa en mi rostro, pienso en responder algo pero Joseph entra a la habitación abriendo la puerta fuertemente. Eso me asusta y como reflejo apago rápidamente el celular.

—¿Que pasó?—pregunto.

— Es mi madre... No deja de criticarte y eso me jode.—reniega sentandose en mi costado.

— Tranquilo, es lo que pasa a diario...

— No debería de hacerlo, que se conforme de que yo soy feliz a tu lado. —pero yo no.

— Así es. Ya no te estreses, mejor échate en cama y duerme, que mañana tienes que trabajar. —acuesta su cabeza en mis piernas. Agarra mis manos y las coloca en su cabello diciendo que lo acaricie.

Acaricio su cabello hasta que ya veo que se va durmiendo.

— Joseph, acuéstate bien. —se acuesta bien en la cama y como ya está durmiendo baja para el primer piso.

Con mis pies de puntillas reviso cada parte de la casa y supongo que ya cada uno está durmiendo en su habitación. Así subo muy despacio y abro la habitación que tanto quiero.

No veo a nadie en la cama, solo escucho el sonido de la ducha. Lo único que alumbra la habitación en el televisor. Sonrío cuando me lo imagino bañarse.

Me siento en su cama esperando pacientemente que salga ya. Se que todos están bien dormidos como para que se den cuenta de que estoy en la habitación de mi cuñado.