NO APAGUES LA LUZ [+18] || Erick Brian Colón

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– Erick abrió sus ojitos al sentir unas gotitas de agua en su cara, me hizo gracia molestarlo mientras dormía, cuando se despertó me miró con una sonrisa, hizo un recorrido de miradas por mi cuerpo, terminó en mis ojos.

– ¿Que haces vestida? – llevó su dedo a una de las asillas de mi vestido de playa.

– ¿Que haces tú que no lo estás? – me tumbé justo a su lado – ¿no te da vergüenza?

– No, ven aquí – me abrazó, provocó mi risa, dejó besos en mis mejillas.

– El mar está increíble, ¿verdad? – me acerqué al borde del barco, donde se podía tocar el agua con los pies, Erick me siguió, no se pensó un segundo en tirarse.

– ¡Dios, que fría! –

– Estaría menos fría si te pusieras algo de ropa – me reí mientras me sentaba en el bordito.

– La ropa está sobrevalorada y mucho más aquí que no hay nadie, así que haz el favor, quitate eso y lánzate –

– ¿Y si no? – me coloqué de rodillas frente a el, en el bordillo del barco.

– si no pues...voy a tener que ir a buscarte y no te va a gustar –

– ¿ah, si? ¿Que me vas a hacer?

– Romperte el vestido – me alejé dos pasos de él, miré el vestido.

– ni se te ocurra, es nuevo, me lo han regalado nuestros amigos –

– Pues bañate conmigo –

– No, vas a tener que obligarme – me heché a correr hacia la otra punta del barco, donde estaba la puertita para entrar en el camarote, obviamente Erick me siguió, el barco era pequeño, no había salida, cuando me dí cuenta ya estaba acorralada.

– ¿Ahora que? – me cogió en brazos, me colocó en su hombro como si de un saco de papas se tratase – Ahora no corres.

– ¡Erick Suéltame! – le pedí entre risas – ¡Bájame que tengo vértigo!

Hizo caso omiso a mis peticiones, lo único que hizo fue andar hacia el bordillo del barco.

– Vas a sentir el agua y está bastante fría. ¿Lista?

– Erick te lo ruego, me acabo de comer una manzana se me corta la digestión –

– Una, dos y...–

– Espera, el vestido – intenté bajarme – después me da frío.

No se como lo hizo pero sin bajarme consiguió quitarme el vestido.

– Te has puesto un bikini – me habló haciéndose el indignado – Pero que te pasa por la cabeza.

– ¿me puedes soltar? Porfavor – seguí pataleando intentando soltarme de su agarre.

– ¿Te suelto?

– Si eres tan amable –

– Faltaría más –

Sin más me soltó haciendo que callera al agua instantáneamente, salí segundos después.

– Hoy duermes en el sofá Erick Brian Colón Arista –

– No te lo crees ni tu – se zambulló justo a mi lado – dame las gracias que te he quitado el vestido antes.

– Idiota – me senté en el bordillo mirándolo mal – Te pasas con el cachondeo a veces

– ¿Te has cabreado?

– ¿tú que crees? Me has tirado al agua –

– Mi amor dijiste que te soltara y lo he hecho –