Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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Desde que Jungkook ingresó a esa preparatoria, su vida tranquila y sin complicaciones cambió por completo.
Su día a día se había vuelto un infierno, todo por culpa de ese alfa.
Kim Taehyung era popular, cualquier omega estaría a sus pies, pero era «selectivo» con sus parejas sexuales, porque si, Kim Taehyung era todo un ‹bad boy›, o por lo menos, eso se decía de el por los pasillos.
Y más de alguno se sorprendió cuando el alfa comenzó a molestar al chico nuevo, cuando éste no le había hecho nada.
Ese día en particular podía llamarse tranquilo para Jungkook, quién había encontrado una serpiente de juguete entre su ropa, junto a una nota donde solo tenía dibujada una carita feliz. No hacía falta preguntar quién lo había hecho, el alfa de último año se la tenía jurada desde hace un año, cuando él se cambió de ciudad, por tanto, también de institución.
Ya ni se preguntaba cómo había tenido acceso a su armario, pues para la -muy- mala suerte de Jungkook, Kim Taehyung era nada más y nada menos que su vecino.
Ya no le sorprendía nada de lo que hiciera Taehyung, y ni siquiera pensaba en ir a reclamarle. Había pasado desde esconderle todos sus cuadernos hasta tirarle pintura en su ropa.
El nivel de tolerancia del omega era increíble, considerando que ya no se ponía a llorar con cada broma que Taehyung le hacía, y agregándole de que la hermana mayor de Taehyung era la que los iba a recoger y a dejar.
Simplemente decidía ignorarlo.
Por tal causa no tenía muchos amigos, las personas temían que al hacerse amigos del omega, Taehyung iría tras de ellos también. Pero a Jungkook no le importaba eso.
Más que popular, el alfa causaba miedo en los demás, exceptuando, claro, a Jungkook, quién desde el inicio no le tuvo miedo. Ahora tampoco le tenía miedo, es más, ni siquiera lo odiaba, simplemente lo ignoraba lo más que podía.
Pero no evitaba los momentos donde si o si, tenía que convivir con ese tonto alfa.
Cómo ahora, donde sus padres habían invitado a la familia Kim a almorzar.
'Ni siquiera un fin de semana puedo estar en paz.'
"Jungkook, baja ya. Los invitados ya llegaron."
Su padre omega le dijo, para luego salir de la habitación de su hijo.
Jungkook suspiró, sus padres no sabían de las bromas que el alfa le hacía, tampoco pensaba en decírselos. Prefería mantenerlo solo para él. Además, no quería que sus padres se molestaran con Kim Hyuna, la hermana de Taehyung, ella era muy amable en llevarlo y traerlo del instituto, y le caía muy bien.
Ella no tenía la culpa de tener a un hermano estúpido, pensaba.
Se había vestido presentable, a pedido de sus padres. Pantalones formales grises, a juego con una camisa del mismo color, abierta al frente, dentro una playera con cuello alto blanco. Se veía bien, siempre trataba de verse bien.
