Para su mala suerte, sin razón aparente, ese alfa había comenzado a molestarlo.
Le escondía los libros, no lo dejaba comer tranquilo, lo molestaba cada vez que lo veía por los pasillos, le colocaba apodos vergonzosos y cada que podía, le hacía una...
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Taehyung había comenzado con el cortejo hacia el omega, quién llevaba casi tres meses de embarazo.
Pronto comenzaría el ciclo escolar, pero Jungkook no se sentía con muchos ánimos para volver. Era su último año, pero no quería escuchar los chismes mal intencionados de los demás alumnos.
Taehyung ahora no pasaba tanto tiempo con él como antes, el mayor había conseguido un trabajo en un cybercafé, en donde pasaba ahora varias horas de su tiempo.
La universidad le concedió el año sabático, con la condición de que hiciera un exámen de ingreso al siguiente.
Al terminar su horario en el cybercafé, iba al arcade donde también tenía otro trabajo a medio tiempo. Ambos trabajos le dejaban el tiempo necesario para poder pasar con su omega, y aunque éste no tuviera ni idea, prepararle la sorpresa que le tenía.
Ese día era especial, la sorpresa en la que tanto había trabajado, por fin estaba lista para mostrársela a su Jungkookie.
Caminaba hacia la casa de los Jeon, con un ramo de lirios en sus manos. Antes de incluso tocar la puerta, está fue abierta por el omega que no salía de sus pensamientos.
Taehyung sonrió al darse cuenta del color de ojos de Jungkook. Y lo cargó, algo que sabía que tanto a Jungkook como a su omega les gustaba mucho.
Los padres de Jungkook solo rieron ante los actos de su hijo. Taehyung caminó hacia el cuarto de Jungkook con éste colgado a él.
Al entrar a la habitación del menor, vió algo que le hizo aguarse los ojos.
Un nido.
Un nido de Jungkook. De su omega bonito.
Quedó atento a los movimientos que el omega comenzó a hacer al bajarse de su regazo. Se subió a la cama, entrando a su nido y palmeando el lugar vacío que quedó.
Taehyung ladeó su cabeza y caminó lentamente hasta quedar frente al omega, quién volvió a palmear el lugar vacío.
"¿Quieres- quieres que entre?"
La voz de Taehyung sonó bajita, pero emocionada. Jungkook asintió ante las palabras del alfa y Taehyung sintió su corazón calentándose.
Subió a la cama, cuidando de no mover la ropa con la que Jungkook había hecho su nido, para poder abrazarlo.
El omega estaba feliz, su aroma lo delataba.
"Tae, ¿Has pensado como se llamará nuestro cachorro?"
El mencionado vió al omega, ahora los ojos de un marrón oscuro, casi negro. Brillantes, los ojos de Jungkook siempre brillaban.
"Mm aún no lo sé. ¿Tú si?"
Jungkook asintió con la cabeza, una sonrisa pintándose en sus labios, mostrando sus dientes.
"Si, si es niña, se llamará Miyeon. Y si es niño Minwoo".
