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Cuando levanté la mirada, pude verla observándome, con ese mar penetrando a mis ojos madera, inevitablemente abrí más los ojos y aunque mis pies se seguían moviendo en su dirección, me tensé e hice una mueca casi imperceptible de incomodidad.

La gente a su alrededor se abrió paso en cuando Lee y yo nos acercamos, nos estaban dando espacio.

-Un gusto conocerle Slorah, soy Lee, el líder de la tribu Tina que ha venido a protegerles, y esta es Alex, la segunda mejor guerrera, quien está aquí para ser su... guardia- los ojos color mar volvieron a mirarme a mí y pude notar la mueca de asombro que hizo.

-Te imaginé más.... alta y grande- dijo suavemente y yo fruncí el ceño. Bajé la mirada a mis pies y volví a mirar a la chica de ojos color mar.-Me llamo Helena, soy el Slorah de los escondidos, conocerlos es un gusto- dijo juntando las manos con ambas palmas hacia arriba e inclinándose levemente -Disfruten de esta fiesta, cuando termine nos juntaremos en el salón de reuniones y ahí hablaremos más, por ahora, Lee, ¿puedes acompañar a Theo?- justo en ese momento la chica color nieve, quien había estado esperando paciente y calladamente al lado de Helena, sonrió y se inclinó levemente.

-Te contaré un poco de nuestra historia mientras te muestro los mejores sabores que hay en las tierras subterráneas- dijo mientras acariciaba la cabeza de Lobo.

Vi a Lee mirarla con asombro disimulado y pestañear un par de veces antes de asentir

-Sería un gusto acompañarte- dijo con su voz con acento y ambos se perdieron en la multitud en un abrir y cerrar de ojos.

-Disfruta de esta fiesta y luego nos veremos en el salón de reuniones- empezó a decir Helena, pero interrumpí antes de que pudiese seguir hablando.

-No- dije en voz alta y observé la habitación llena de gente -Se supone que estoy aquí para protegerte, no te dejaré fuera de mi vista- no podía evitar seguir mirando a la gente de forma desconfiada, aún no se encontraba al culpable de la masacre de una semana atrás.

Helena hizo una pequeña mueca antes de asentir y caminó hacia el cumulo de gente, iba pasos detrás de ella, para darle su espacio pero observando a cada persona que se le acercaba o le hablaba; podía sentir la falta del peso de mi espada en mi costado, pero sabía que podía protegerla sin ella.

Helena se pasó el resto de esta llamada fiesta, conversando con gente tanto de su clan como del mío, yo siempre detrás de ella o a su lado. Un par de horas después, la gente que ocupó el espacio disminuyó hasta que solo quedamos los diez guerreros de mi clan, aquellos de colgantes naranjos, Theo con Lobo y Helena.

Lee me había dicho la importancia de los aros colgantes, pero no lograba recordar que significaba cada color.

Helena salió de la habitación tomando el brazo de Theo, y tanto yo como Lee seguimos al par

Llegamos a un salón que tenía una organización idéntica a nuestra sala de reuniones. Sillas alrededor de una mesa, pero la diferencia era que esta se encontraba al fondo de la habitación, el resto de la habitación se encontraba desocupada. No lograba entenderlo.

-Voy a ser sincera- empezó diciendo Helena -No veo como una criatura tan pequeña como Alex va a cuidar de mi, si este es su segundo mejor guerrero, es mejor que me cuide sola- terminó diciendo y su mascara de niña perfecta fue remplazada por una de duda.

- ¿Dudas de mis habilidades? - pregunté confundida, teníamos una alianza, pidieron a los mejores guerreros y aquí estamos, pero ahora desconfían de nosotres -Puedo demostrarte mi habilidad- dije sin cambiar las facciones de mi rostro.

Vi como todos los naranjos se miraban entre sí, como Theo fruncía el ceño y como Helena sonreía. Asintieron. Los naranjos tampoco confiaban en mi habilidad.

Les demostraría que no me había ganado el nombre de demonio por nada.

Warrior; the cursedWhere stories live. Discover now