GND-07

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Las sirenas de la ambulancia resonaban en el edificio del hospital Pinevale. Varios paramédicos entraron al hospital con un hombre en camilla que se encontraba sufriendo convulsiones.

–¡Llamen al doctor W. Rápido! –Gritó uno de los paramédicos mientras se adentraban a la sala de emergencia.

–¿Qué está pasando? –Entró una de las enfermeras ayudantes del doctor W.

–Este hombre está convulsionando. Nos llamaron de la clínica para decirnos que tenía fiebre alta y vómitos constantes, mientras lo revisaban comenzó a convulsionar.

–Traigan las cosas rápido. –Dijo el doctor W. Mientras entraba a la sala–. Traigan el gel.

Los doctores se detuvieron al ver como el hombre paraba de convulsionar de golpe. Se miraron entre ellos extrañados, ya que nunca habían tenido una situación como esta. 

El hombre se sentó en la camilla y miró a los doctores, para luego lanzarse sobre uno de ellos y atacarlo. Las enfermeras se acercaron al hombre para intentar retenerlo, pero se llevaron rasguños y mordidas por parte de este.

–¡Llamen a la OCDS! –Dijo el doctor W. Por un pequeño teléfono que había en la habitación, antes de ser atacado por el paciente.

Phofirie, Estados Unidos

7 días antes del
Apocalipsis.

–¿En serio quieres retarme novato? No sabes con quién estás hablando.

Phofirie, una ciudad de Estados Unidos poco conocida. Una ciudad que vivía por la noche, con hermosas vistas y grandes edificios. En un callejón del estado de West Fay, se encontraban dos grupos de jóvenes que se dedicaban al baile callejero, entre ellos un castaño de nombre Jung Hoseok.

El maestro del baile, o más conocido como J-Hope, un chico de 23 años que vivía entre las calles mostrando su talento para el baile. El mejor del barrio, llegando así, a ser apodado como "El maestro del baile".

–Sé perfectamente quién eres, es por eso que estoy aquí. –Dijo el castaño con bastante seguridad en sus palabras.

–Es impresionante como el maestro del baile viene pisando las calles de mi barrio.

–No es necesario recordar eso, llámame J-Hope.

–Así que el novato tiene nickname, veamos si te lo mereces.

Los dos grupos se reunieron haciendo un círculo al rededor de Hoseok y Jeff. Un Sur Coreano contra un Americano compitiendo por la cantidad de 1,000 dólares. Aunque Jung no le hiciera falta el dinero, quería valerse por sí mismo, para no ser un hijo de papi y mami.

Hoseok empezó haciendo movimientos de hip hop, que era su especialidad, al igual que el break dance. Era conocido por la comunidad y por los barrios, así que no era de esperarse que se reuniera más gente al saber que J-Hope, estaba ahí.

–Todos sabemos quién ganará esto. –Dijo George, uno de los compañeros del equipo de Jung.

–Hoseok es la joya del equipo, nuestra arma secreta.

–Sin él estaríamos perdidos, nos ha enseñado todo lo que sabemos.

–Además, cada vez que algún "bailarín" escucha nuestro nombre se caga.

–Vamos chicos, esta gente ama a Hoseok. –Se acercó Tony a ellos–. Solo miren, todas estas chicas vienen a lamerle los zapatos, y los chicos a pedirle consejos de como dejar de ser inútiles.

–Sin duda, el maestro del baile.

Luego de varias canciones Hoseok salió ganador, no era una sorpresa para nadie. Cada vez que Jung llevaba su presencia a un callejón, salía ganador. La multitud se acercó a él gritando una y otra vez "J-Hope" se sentía tan bien ser admirado por su talento, no podía pedir más. Su vida era perfecta, pero, eso no duraría para siempre.

–¡Estuviste increíble hermano! –Se acercó Daniel a Hoseok–. Los hiciste mierda.

–Mi querido Dani, nunca debes dudar sobre eso. –Sonrió y tomó el dinero de la bandeja que una chica le acercó–. Gracias, linda.

–Tenemos que festejar esto, chicos, cada triunfo es un paso para reinar esta ciudad.

–Ya somos los reyes de la ciudad.

Los chicos se sobresaltaron al escuchar un disparo a sus espaldas. Voltearon rápidamente topándose cara a cara con la policía, Hoseok empezó a correr seguido de los chicos. Su estilo de vida era algo, ilegal en lo que cabía, ya que el dinero que ganaba no sabía si era dinero negro.

Los chicos atravesaron la carretera con la esperanza de perder a los oficiales, les había funcionado varías veces esta "técnica" pero al parecer algo les había salido mal esa noche, puesto que la policía los logró capturar.

–¡Aj! No entiendo por qué esto es ilegal, oficial, solo estábamos bailando. –Dijo Hoseok mientras hacía fuerza.

–Cierra la boca y no te resistas, tienes un historial por haber escapado varías veces de la policía. Además, por si no lo sabía señor Jung, el dinero que lleva ahora en su bolsillo es ilegal.

–¿Cómo iba a saberlo?

–Correcto, es por eso que lo que hace es ilegal. –El oficial tomó a Hoseok de los brazos para bajarlo de la patrulla y entrar a comisaría.

–¿De nuevo Hoseok? –Dijo la señorita G. Al verlo.

–¿Me extrañó, señorita García? –Sonrió el castaño mirando a la chica detrás del mostrador.

–Cierra la maldita boca Jung. –Caminaron por el pasillo de las celdas hasta llegar a una que se encontraba en el medio, para encerrar ahí a Jung–. Llamaré a tus padres.

–Noche triunfosa. –Caminó al fondo de la celda para recostarse en la pared y sacar una paleta de su bolsillo.

Así era la vida de Hoseok, un chico que vivía de barrio en barrio bailando para ganar dinero, siendo perseguido por la ley y respetado por la comunidad.

GND-07Where stories live. Discover now