GND-07

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–Señor, ya debe salir del estudio. –Dijo su ayudante mirando al chico sentado frente al computador.

–Dime una razón.

–No ha dormido durante varios días, temo que pueda enfermarse.

–Bien. –Suspiró y se levantó de la silla–. Prepárame un café, bajaré en un rato.

1 día antes del
Apocalipsis.

–Claro señor. –Salió del estudio cerrando la puerta.

Yoongi, un chico de 24 años, que a su temprana edad era un compositor reconocido, escribiendo canciones para artistas famosos. Gracias al virus su trabajo se vio muy atrasado, ya que no podía reunirse con otros artistas para firmar contratos. Por lo que decidió cerrar su empresa un tiempo hasta que todo mejorara.

–Espero esto no afecte a mis ganancias, aunque es probable. –Salió del estudio y caminó hasta el elevador para entrar.

Yoongi presionó el botón para ir a la primera planta, el elevador emitió un pequeño sonido avisándole que había llegado. Al abrirse las puertas, Min se encontró con la escena de sus trabajadores, siendo devorados por varios infectados.

–Mierda no. –Sacó su arma y empezó a disparar a los infectados.

Había escuchado en las noticias sobre que los infectados se volvían zombis, no lo creía del todo, pero por si algo pasaba iba armado esa mañana. Min se abrió paso hasta salir del edificio, las calles estaban hechas un desastre, infectados por dónde quiera, coches volcados, personas gritando por ayuda, etc.

Yoongi tomó valor y empezó a correr hacia su coche para subir, varios infectados se alertaron por el sonido del motor de su auto y corrieron hasta este para empezar a atacarlo. Al parecer, los infectados habían desarrollado un buen sentido del oído.

–¡Maldita sea! No debí venir. –Se puso el cinturón para arrancar, llevándose por delante a los infectados que bloqueaban su paso.

"El país ha decaído, estamos empezando algo que muchos creían imposible, un apocalipsis. La OCDS no pudo contener a los infectados del hospital Pinevale y estos han escapado del mismo, varías ciudades están siendo ahora invadidas por los infectados, o como otras personas los llaman, zombis. Les pedimos a nuestra comunidad que se mantengan a salvo y siempre estén armados, esperen nuevos comunicados por radio. Que Dios los bendiga."

Fue lo último que Yoongi pudo escuchar, ya que su señal se había cortado de forma repentina. Un apocalipsis, sin internet, en un futuro, escasa comida y tener que luchar para sobrevivir. Sonaba algo tan irreal, que para su mala suerte, para él se estaba haciendo realidad.

–Tranquilo Min, solo respira y no entres en pánico. –Susurró para él mismo–. Todo estará bien, solo tienes que mantenerte a salvo en tu casa. –Se quedó unos segundos en silencio al recordar que sus padres estaban en casa–. Ay no...

Luego de un rato, Min llegó a su casa, bajó del coche sin perder tiempo y se acercó a la puerta para abrirla. Lo que más temía, sus padres no estaban en la sala, entró a la casa y empezó a gritar sus nombres desesperado, con la esperanza de que estuvieran bien.

–¡¿Mamá?! ¡¿Papá?! –Subió las escaleras y abrió la puerta de la habitación de sus padres. Los señores Min, se encontraban convulsionando en el piso–. No, no, no, no, por favor, no.

Se acercó rápidamente a sus padres para tomarlos. Min Yoongi sabía muy bien lo que pasaría, tomó dos sabanas para atar a sus padres con fuerza y que al momento de que el virus se apoderara de su organismo no lo atacaran.

–Por favor, no... –Se arrodilló frente a ellos mirando como poco a poco sus padres iban infectándose–. No me abandonen.

El lamentable momento llegó, sus padres ya no eran ellos, eran una víctima más del maldito virus. Yoongi dejó salir algunas lágrimas al ver como sus padres lo miraban, era como si aún estuviesen consientes, pidiéndole a su hijo que acabara con ellos por su bien.

–¡No puedo hacerlo! No puedo, no puedo, no puedo hacerles esto. –Comenzó a llorar tomando su cabello con fuerza, estaba destrozado, no sabía qué hacer.

Su madre ya infectada colocó su mano sobre la pierna de Yoongi, este levantó la mirada para verla. Su miraba reflejaba preocupación, aún se podía notar sus facciones en su rostro. Su madre miró el arma para luego ver a su hijo, indicándole que tenía que hacerlo.

Min tomó su arma y se levantó, con sus manos temblorosas apuntó a sus padres colocando su dedo en el gatillo. Su pulso acelerado sentía que lo asfixiaba lentamente, susurró un último "Los amo" y disparó. Por más que quiso evitarlo, término rompiendo en llanto en medio de los cuerpos de sus padres ya sin vida.

GND-07Where stories live. Discover now