Luzu, un chico obsesionado con su novio, los celos no le dejan en paz y eso le aterra, pero a Quackity le excita, ambos necesitan terapia, pero Quackity está tan acostumbrado al maltrato que no quiere que Luzu deje de ser así, ¿lograrán dejar esos s...
Quackity y Luzu estaban en una cita en el centro comercial, todo iba tan bien…, iba.
R: ¡Hombre, Quackity!, hola, ¿cómo están? -dijo con alegría y el entusiasmo de un niño-
Q: ¡Muy bien Rubia!, estamos dando una vuelta por aquí, ¿y tú?
R: Meh, ya sabes, vine a jugar videojuegos, el árcade de aquí es enorme e increíble.
Q: Oh, ya veo, jamás he ido a un árcade ahora que lo pienso...
R: Deberían venir, hay tantos juegos.
L: Pero estamos en una cita.
Contestó Luzu con un tono tan frío y serio. Si las miradas mataran Rubius estaría descuartizado, metido en una bolsa tirada en un río.
Q: Vamos Luzu, convivir de vez en cuando no te hará daño, ¡prometo que será increíble!
L: Está bien, ¿pero puedo hablar contigo en privado?
Q: Siempre, mi culona. Espera aquí tetona, ahora volvemos, no tardamos.
R: ¡Está bien Quackity!
Luzu guío a Quackity al baño público, entrando en uno de los cubículos y poniendo seguro, estaba tan molesto. Pero por dentro tenía miedo, no sabe controlarse.
Q: ¿Qué tienes mi bebé?~, no estés celoso.~
L: “No estés celoso”, eh?, ¿cómo quieres que no lo esté cuando le hablas así a Rubius?…, con ese tono…, tan vulnerable.
Luzu acorraló a Quackity en una pared del cubículo, acercando su cabeza al cuello del menor para hablarle al oído de una forma tan posesiva, tan jodidamente excitante.
L: Di que eres mío.
Q: Ay Lusu~, ¿qué si no lo hago?
Quackity sabía perfectamente qué terrenos estaba pisando. Luzu con un tono más agresivo contestó.
L: Vamos Quack's, no quieres hacer esto más difícil~, solo di la palabra mágica para mí.
Q: Oh~ vamos, tú sabes perfectamente que soy de tu propiedad, solo le contesto así a Rubius porque es mi amigo.
L: Más te vale Quack's, no quiero lastimarte por una tontería.
Contestó Luzu para pasar su mano sobre un mechón de pelo del menor.
Q: Vámonos Lusu, si no Rubius vendrá por nosotros.
Dijo Quackity mientras pasaba un dedo por el cuello del castaño con atrevimiento.
L: Bien, pero no quiero que te le acerques mucho, ¿entendiste?
Q: Claro que si, pero no prometo nada.
Contestó para después salir de ahí como si nada, volviendo con Rubius quien ya se estaba aburriendo de tanto esperarlos.
R: ¿Todo bien chicos?, tardaron bastante.
Q: No te preocupes Rubia, todo bien, ¡vamos al árcade!, muero por conocer ese lugar.
Dijo el azabache para comenzar a caminar, iba en medio de Luzu y Rubius, algo que a Luzu no le pareció nada y le tomó de la mano, a lo que Quackity le lanzó una mirada maliciosa y pícara al mayor, haciendo que este tuviera un sonrojo leve.
R: Bien, ¡vayan pasando mientras compró algunas fichas!
L: Está bien, si quieres te ayudo a pagar la mitad.
R: No hace falta Lucio, no te preocupes.
L: Bien, pero después no quiero que me reclames.
R: Si si, ahora vayan hombre.
Al entrar Quackity se quedó boquiabierto, el lugar estaba bien decorado, luces azules con miradas, máquinas por doquier…, se sentía como un casino, pero este si era legal.
Se acercaron a pedir unas botanas y fueron a buscar una mesa, casi se pierden, el lugar es bastante amplio.
Quackity empezó a comer unas cuantas palomitas, a lo que Luzu se le quedó viendo, era tan lindo hasta cuando comía…
L: Quack's más despacio, te vas a atragantar…, jajaja.
Q: fo tge pgocupef. [no te preocupes].
Dijo para después darle un gran sorbo a su refresco, mientras Luzu aún lo observaba, pero esta vez su mirada era de lujuria, pues ver eso le recordaba al menor siendo sumiso a sus pies.
Quackity al notar esto contestó.
Q: Ya andas de pinche cochina, ¿verdad?
Provocándole una pequeña risa traviesa al castaño.
L: No lo puedo evitar Quackity, eres tan lindo…, vuelve a hacerlo por favor.
Esa respuesta no se la esperaba el menor, pero sin pensarlo mucho accedió, volvió a lamer la pajita (o popote, como le llamen), de una manera provocativa, haciendo movimientos de arriba hacia abajo de manera lenta, “hermosa vista”, pensaba Luzu.
Sus actos fueron detenidos poco tiempo después por la voz “molesta” del híbrido oso.
R: ¡Hola chicos!, ya volví, siento por tardarme pero tuve problemas con la cajera.
Q: No te preocupes Rubius, lo bueno es que se resolvió rápido.
El castaño estaba molesto, odió a Rubius con todo su ser en ese momento, pues Quackity le había provocado tanto que tenía su miembro erecto y no quería que esa rubia molesta lo notara, por lo que se bajó un poco más la sudadera, tapandolo un poco.
R: ¡Comamos rápido para ir a todos los juegos posibles!
Q: Me parece bien, ¿y a ti Lusu?
Dijo bajando su mano derecha a la rodilla del castaño, acariciandolo un poco antes de subir disimuladamente a su miembro erecto y hacer movimientos circulineos sobre este, haciendo que Luzu se estremeciera un poco.
L: M-me parece bien también.
R: ¡Perfecto!, entonces apuremonos.
(…)
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¡Espero les haya gustado el cap de hoy!
Dejen su estrellita y les doy unos taquitos. 🌮🌮🌮🌮
Actualizaré seguido esta pequeña historia, así que, ¡atentos!
